Capítulo 17

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Es mes paso de forma normal y al terminar este el año también lo hizo, pero nunca imagine que iniciaría el año con una carta real informando que la Reina Victoria había fallecido por un ataque que le dio la noche de ayer 2 de enero de 1912, debido ha esto me dirigí junto a Sebastian a la ciudad para acompañar a la familia real en su perdida.

Su heredero el ya Rey, Eduardo VII, nos recibió personalmente.

-Es bueno ver que el perro de la realeza pueda acompañarnos.

-Lamento su perdida majestad.

-Espero poder seguir contando con la familia Phantomhive.

- Desde luego, sera todo un honor seguir sirviéndole su majestad.

- Gracias, a pesar de el cambio y evolución en los diferentes hábitos, el país... incluso el mundo ha escondido todo lo contraproducente del pueblo, me gustaría que esta falsa imagen sea la realidad en el futuro por lo menos en el país.

-Lo entiendo, me encargare de eliminar todo aquello que atente contra los deseos de la corona.

- Mañana renovare tu titulo como Condeza y oficiare tu titulo como el perro de la realeza.

-Por supuesto majestad.

Después de esto ya no entablamos conversación, la velada de despedida tradicional continuó hasta tarde, Sebastian estuvo a mi lado como siempre, ahorra que la Reina Alexandrina Victoria of Hannover se ha ido oficialmente lo único que queda por hacer de mi parte por ella es continuar con el legado del perro guardián de la realeza.

Después de que terminara y que se me fuera informada la hora a la cual me presentaría mañana, salimos de la casa real, la Casa de Hannover, para dirigirnos a la mansión de la ciudad en el carruaje, como solo me acompañaba Sebastian este conducía.

El viaje era tranquilo hasta que cierto pelirojo nos abordó.

-¿He?... ¡Grell! Me alegra verte.

-Tu te alegras pero Sebaschan no lo hace -lloriqueo.

-Tranquilo -me siento a su lado- pero ¿paso algo?

-Nada solo vine a dejarte esto -me entrega una caja musical negra - feliz cumpleaños.

- Que hermosa... Gracias -lo abrazo.

-Cu...cuidado el maquillaje, el maquillaje...

-Perdón - me separe de el con la caja en mano -... Te gustaría quedarte un momento.

-Por supuesto.

Dicho esto bajamos del carruaje puesto a que ya habíamos llegado a la mansión, Sebastian solo fulminó a Grell con la mirada, al parecer no se percato de que nos había abordado en el camino, extrañamente Grell no se le abalanzo como de costumbre, entramos a la mansión y Sebastian se retiro para hacer la cena.

-Veo que sigue siendo el mayordomo perfecto - dijo anonadó mientras veía a Sebastian retirarse.

- Hace mucho que no te veíamos ¿Demasiado trabajo?

- Las muertes han aumentado y no podían hacer nada sin mi ¡Death! - hizo su típica posé.

- reí leve - Eso es obvió, es bueno saber que estés bien.

Continuamos  hablando como de costumbre sin importar el tema me era cómodo hablar con él siempre ha logrado hacerme reír por cualquier cosa, bueno puede que sea porque es mi segundo ser súper natural favorito.

- Señorita la cena esta lista.

-¡podre probar la comida hecha por mi Sebas-cha! -dijo emocionado.

Sebastian solo se mostró molesto, cene junto a Grell, fue algo nostálgico, él se había alejado de la familia el año pasado porque que era peligroso que estuviera tanto tiempo con nosotros o algo parecido, antes solía visitarme todos los días después de su maravilloso trabajo incluso hubo veces en las que le hice dormir conmigo, después de la cena le asigne una habitación a Grell para luego ir a la mía a descansar.

~Sebastian~

La señorita se había quedado dormida casi de inmediato al salir de su habitación Grell se encontraba recargado justo a  lado de la puerta de esta.

-Señor Grell debería estar en su habitación...

- Debo hablar contigo Sebastian.

Me interrumpió de forma sería, nunca lo había visto de esa forma hací que decidí que habláramos en la habitación de descanso del personal.

- Bien de que quería hablar.

- Como bien sabes yo me encargo del libro de su Cinematografic Record.

- Lo se a pesar de no estar el la lista de vivos ni en la de muertos tiene su libro.

- Su libro es negro y  tiene su lugar específico en la biblioteca pero afortunadamente siempre lo llevo conmigo.

-¿Afortunadamente?

- Un ángel fue a buscar específicamente su libro pero al no encontrarlo hizo un alboroto en la biblioteca.

- ¿Tienes alguna idea de porque están detrás de ella?

-Ninguna pero me preocupa que quieran hacer algo directo, así que logre que me permitieran vigilarla de cerca.

- Es por eso que has venido.

- si, me encantaría que me permitieras ser un mayordomo, prometo comportarme.

Si quisieran cambiar su registro cinematográfico, como Ángela quiso hacerlo con el joven amo, de nuevo no podría hacer nada, pero Grell podrá notar cualquier anomalía de inmediato y además que estaría más protegida.

- De acuerdo, empezaras mañana, tu te encargaras de despertarla.

- Te lo agradezco Sebas-chan...

Dijo antes de salir, en cualquier otra ocasiones lo hubiera corrido inmediatamente pero en la situación actual no debo poner a la señorita en peligro y aunque suene extraño confió en que Grell se tomara en serio su trabajo tratandose de ella.

Continúe con mis deberes nocturnos como de costumbre, pues la noche fue tranquila, al parecer las pesadillas de la señorita habían parado pero aun así no debía bajar la guardia.

SOLO ES UN MAYORDOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora