Capítulo 10

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~ Sebastian ~

La señorita se quedo dormida segundos después de acomodarse, obviamente se encontraba cansada, revisé la habitación para asegurarme de que todo estuviera en orden y que no hyaya cosas fuera de lo normal. Salí de la habitación para investigar si traman algo, los  padres del joven Spence no se encuentran en la mansión y la tormenta solo empeoró.

—Demonio no debería pasearse por ahí en casas ajenas - La voz de la Señorita Ashelia  me llamo la atención.

—Lamento la intrusión, solo quería conocer  mas la mansión, mi ama se distrae con facilidad y puede perderse - Me excuse.

—No se preocupe, en caso de que ocurra le ayudaré a encontrarla, puede hacer el favor de regresar a su habitación - Se escuchaba obviamente molesta.

—El joven Alex le ha propuesto matrimonio a la señorita ¿Qué traman? - Decidi preguntar por cualquier cosa.

—Nada en especial el señorito tiene un alma pura y la de su "ama" se mantiene en equilibrio - Habla tras un suspiro.

—No creo que el joven este a la altura de la señorita.

—Entonces ¿Quién lo esta?

—Nadie hasta el momento.

—¿Seguro?... - Me observo un momento en silencio —Bien sera mejor que regreses antes de que note tu ausencia, yo tengo trabajo que hacer.

Se retiro del lugar, tras dar un rapido vistazo a mia alrededores decidí volver a la habitación, sería una noche larga si la paso despierto.

—¿Sebastian?... - Escuche detras mio al cerrar la puerta, la gira via a la señorita adormilada sentandose un poco —¿A donde fuiste? - Bostezo

—Disculpeme por despertarla Señorita, no se preocupe.

—Claro que me preocupo - Se talló los ojos —Recuestate y "duerme" - Hizo comillas en la última palabra —Será una noche larga si no lo haces.

—Señorita ya le dije que...

—No te pregunte Sebastian, te lo estoy diciendo - Me interrumpió con seriedad.

—Entiendo.

Fue todo lo que dije tras un suspiro de resignación, antes de entrar a la cama junto a ella, quien volvió a acomodarse.

—No te preocupes y duerme...- No tardo en volver a quedarse dormida.

Simplemente la observé el resto de la noche, no podía dormir en un lugar ajeno, bajaría la guardia a hacerlo y la dejaria desproteg.

~ Angelica ~

La noche fue tranquila al menos desde mi punto de vista, me sentía suficientemente descansada, no sabia realmente la hora que era, por lo que creí que lo mejor que podia hacer era terminar de despertar.

—Señorita ¿Ocurre algo? — Se encontraba frente mío, a pesar de aun estar oscuro logre visualizarlo con relativa facilidad.

—No, ¿Qué hora es? - Pregunte estirandome un poco.

—Vera, son las tres cuarenta y cinco de la mañana, vuelva a dormir - Me indicó con suavidad.a

—Creí que ya era tarde...- Lo observe un momento, no le había prestado mucha atención a sus facciones antes, realmente se conserva, supongo que son ventajas de su inmortalidad.

—¿Señorita?... - Al parecer lo mire demasiado.

—Solo me preguntaba ¿Qué edad tienes? - Solte aquella duda sin pensarlo demasiado.

SOLO ES UN MAYORDOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora