Bangtan Next Door! [BTS] || M. Yoongi (Bangtan Luv #01) ✓ (BORRADOR)

32: Want To Want Me [pt. 2]

Capítulo 32: Want To Want Me, pt. 2

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Los primeros diez minutos de espera habían sido una tortura. Para cuando se cumplieron los veinte su ansiedad se disparó a niveles estratosféricos, Yoongi debía llegar en cualquier momento y no sabía qué esperar. Después de todo no había respondido a su confesión de la manera que ella esperaba sino que dejó las cosas completamente ambiguas tras esa insistencia de verla en medio de la madrugada. ¿Acaso algo de eso tenía sentido? Después de los SMA debería estar demasiado exhausto para cruzar media ciudad solo para verla. ¿Y si no le había dicho nada porque quería dejarle las cosas claras en persona? ¿y si no se sentía igual que ella y venía a pedirle que lo dejara en paz?

No. No.

Yoongi no sacrificaría un descanso para llegar allá a hablar nada más.

Tenía que tener algo más en mente, claro que sí.

A los treinta minutos comenzó a respirar con más calma. Pero deseó haberse arreglado más antes de venir, al menos se hubiera cambiado de sus sudadera y su blusón de conejos. Ay, Dios ¿Por qué carajos no había pensando en eso antes? ¿Por qué no se le ocurrió utilizar algo más... sexy?

Yoongi iba a llegar en cualquier momento.

Quizás si se iba rápido y volvía...

No, mejor no.

¿Qué tal si él llegaba antes de que ella estuviera lista? ¿Y si luego se iba porque pensaría que ella se acobardó? No, no podía arriesgarse a más malentendidos con Yoongi.

Quería verlo.

Y si él también se sentía igual, no le iba a importar si estaba en fachas. La había visto en peores condiciones como la vez del suéter mojado.

A los cuarenta minutos de estar esperando, volvió a entrarle el pánico.

¿Y si Yoongi se había arrepentido de venir?

¿Y si a lo mejor lo pensó dos veces y prefirió quedarse en casa?

Eran casi las tres ya, ¿Qué persona en su sano juicio salía a la calle a esa hora?

Solo ella al parecer.

Tenía que estar loca.

Yoongi claramente no iba a venir.

Romina suspiró profundo y se levantó del sofá de la sala donde hasta ahora lo había esperado. Una punzada de decepción le atravesó el pecho cuando alcanzó la puerta.

Entonces dudó.

¿Y si por alguna razón Yoongi tan solo se estaba tardando pero tenía toda la intención de verla ahora?

Metió la mano en el bolsillo del hoodie de Hyunmin que había tomado de la secadora y sacó su celular. Buscó en llamadas recientes el número de Yoongi y en el momento en el que presionó la tecla verde, la puerta principal se abrió.

Romina retrocedió y sus ojos se encontraron con los de un Yoongi acalorado a pesar del frío que estaba haciendo. Tenía las mejillas rojas, un tapabocas negro colgaba debajo de su barbilla. Su cabello estaba ajustado con una gorra hacia atrás y tenía la respiración agitada.

Ninguno dijo nada por lo que a Romina le pareció una eternidad. Entonces él dio un paso hacia adelante y cerró la puerta con el pie a sus espaldas. A Romina se le resbaló el móvil de las manos cuando notó su mirada oscura, como dos pozos de tinta, fija en ella.

Su espalda golpeó contra la pared del estrecho recibidor. No había más espacio hacia donde retroceder. No tenía a dónde huir, ni siquiera quería.