06 🕷 The smiling Uriah

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Peter y yo no volvemos a hablar en el resto de la noche.

En su lugar, simplemente nos observamos en silencio hasta que no resistimos y acabamos besándonos. Esa simple pero maravillosa formula se repite varias veces a lo largo de la noche, agregando caricias y sonrisas de por medio. Al final, acabo durmiéndome abrazado a Peter, y junto a él duermo como no lo había estado haciendo en los últimos días.

Cuando despierto, lo primero que veo es a él, con su cabello desordenado, una vieja camiseta blanca cubriendo su torso y aquellos hermosos ojos de un oscuro avellana clavados sobre mí, lo que me hace sonreír.

Me estiro a la par que bostezo para luego acomodarme y posar una mano en el cabello de Peter, él sonríe y yo dejo caricias en su nuca. Entonces él roza su nariz con la mía, llevando su mirada a mis labios, mi sonrisa se ensancha y elimino el poco espacio que nos separa, dándole un dulce beso que me pone la piel de gallina.

  —Buenos días —saludo, él suelta una risita y deja un corto beso sobre mis labios—¿Estabas mirándome hace rato?  —pregunto curioso, elevando ligeramente una ceja, el castaña desvía su mirada de la mía y muerde su labio en respuesta—, ¿En serio, mucho?  —Él ríe nuevamente y esta vez su risa se me contagia.

  —Cuando...  —Peter comienza a hablar pero rápidamente se arrepiente, sonrojándose de manera muy notoria, sin embargo, yo estoy a tan sólo centímetros de distancia, por lo que no le quito la mirada de encima esperando que finalmente hable—Cuando duermes  —continua finalmente—, toda la tristeza se va —dice tomándome por sorpresa—. Es como si fueras un niño otra vez, sin problemas ni preocupaciones, no lo sé, es lindo  —comenta desviando su mirada de la mía y, entonces, parece notar que se equivocó en algo ya que alza ambas cejas rápidamente y vuelve a mirarme—. Es lindo verte bien.

Lo observo en silencio con la piel de gallina y mi corazón latiendo ferozmente en mi pecho, él tampoco habla, me mira algo preocupado, probablemente temiendo que aquello fuera demasiado y, por ello, su cara se torna tan roja como un tomate.

  —¿Q-Qué?  —pregunta, avergonzado—¿Fue demasiado, muy cursi? Sé que no...

  —Peter  —Lo interrumpo, recuperando su atención—, fue tierno  —sentencio.

Con toda la basura que ahora ronda mi mente, esas simples y sinceras palabras del castaño me hacen un bien que no soy capaz de comprender, no sólo me reconfortan, sino que me recuerdan que aún hay gente a la que le importo. Gente que sí estuvo ahí.

Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro sin que lo planee y entonces acaricio la mejilla del chico frente a mí de manera delicada, justo como si fuera de porcelana y un toque demasiado brusco pudiera romperlo. Peter cierra sus ojos, aparentemente disfrutando de mi tacto, y entonces su mano se posa sobre mi torso, dejando leves caricias en el. La electricidad que se produce cuando nuestros cuerpos entran en contacto y la forma en que mi sangre se revoluciona al estar tan cerca de él es simplemente indescriptible.

Acabo besando a Peter. Un beso largo, lento y cargado de emociones. A ninguno de los dos parece importarnos el tiempo, lo cierto es que perdemos todo tipo de consciencia de éste al estar juntos de esta forma, y yo podría perfectamente derrochar cada minuto restante de mi vida de esta manera.

Cuando nos separamos, lo veo a él con una gigante sonrisa en su rostro, la cual seguramente no debe distar mucho de la mía. Peter ríe sin motivo alguno y, por alguna razón, yo también lo hago, entonces descubro lo mucho que me gusta su risa y, cuando noto que está acabando, comienzo a hacerle cosquillas, las cuales él responde.

Y hasta que May irrumpe en la habitación, interrumpiéndonos para avisarnos que el desayuno está listo, me siento como si fuera un niño otra vez. Entonces me veo incapaz de comparar como era todo entonces y como lo es ahora, y me sorprendo al encontrarme todo tan extremadamente similar y a la vez completamente distinto.

There for you 🕷️ Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora