Recorreré con mis manos la faz ensangrentada de la muerte, en una ciega caricia que me dará la paz que necesito...
Una vez en pos de ella, viajaré a los submundos enrarecidos y crearé una nueva raza... ¡la de los vencidos!
¿De qué sirve estar en la vida, si todo es una mentira? «Honraré a mis muertos, y los vestiré de dignidad... »— . Sonaba en mi cerebro una cantinela.
Luego dejaré que me posean sus recuerdos y los añadiré a mi propia odisea... ¡vivir en el infinito!
O quizás, “la muerte”, ¿también se reírá de mí?
Dueña absoluta de mi alma, me cargó a sus sanguinolentas espaldas… y me conminó a callar.
Desde el último reducto donde aún me asiste el pensamiento murmuré una oración;
«Memorias que marcan los años y las vivencias de una mente enferma, poseída por la sinrazón.
Dejad, dejad que vele a vuestros muertos o dejad que ellos... me velen a mí. Al fin y al cabo, padecer... ¿no es morir?».
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DISPARIDAD DE MICROS
Short StoryMicros, salvando la realidad, siempre intempestiva y falsa.