TODO POR AMOR

Capítulo 11

Me desperté debido a mi hermana, quien gritaba mi nombre repetidas veces desde el otro lado de la puerta. Después de estirarme un poco, me levanté y le abrí la puerta.

—No puedo creer que sigas en pijama, el partido comienza en una hora—se fue corriendo hacía el baño del pasillo

Con cuidado de no despertar a Calle me acosté nuevamente, esta vez sin éxito alguno de poder volver dormir. Avisé a Calle el tiempo que teníamos para estar listas y me metí a duchar en el baño de mi habitación.

La noche anterior había sido un día increíble, entre risas, bromas y anécdotas hicieron de mi día el mejor. Los temas de conversación fluían con naturalidad y las carcajadas aparecían en segundos. Mi familia se llevaba muy bien con Calle, en especial mi hermana, quien cada vez presumía tener la mejor esposa de todas.

Tomamos un taxi y en más o menos 20 minutos llegamos al lugar del partido. Calle y yo, nos subimos a las gradas para buscar un lugar para ver el juego, pero me sorprendió ver un rostro familiar entre las personasm

—¿Paula?—hablé extrañada

—¡Poché!—corrió a abrazarme—Te extraño en el trabajo

—Tengo cosas que contarte—reí recordando el trabajo que Calle consiguió para mi

—Intenté comunicarme contigo para hacer algo en tu cumpleaños pero desapareciste—me pegó un puño en el hombro—Feliz cumpleaños, te quiero

—También te quiero—volteé y vi a Daniela un poco incomoda—Ella es Daniela

—Paula, la mejor amiga de esta pequeña. Mucho gusto—se presentó mi amiga

Nos sentamos al lado de Paula y ahí vimos el partido donde juega mi hermana menor. Me sorprendió mucho darme cuenta lo buena que era Valentina en el deporte, se la pasó corriendo de un lado a otro y la mitad de las cestas hechas fueron por ella, además, tiraba unos buenos pases a sus compañeras y maneja hábilmente el balón. Mi hermana incluso nos dedicó una cena.El marcador terminó 10—5 ganando el equipo de Valentina.

Después del partido—que en realidad terminó siendo un entrenamiento— fuimos al centro comercial a comer como forma de celebración de aquella victoria. Paula y yo íbamos unos pasos más adelante entablando una entretenida conversación por los días que no tuvimos contacto; mi hermana y Daniela iban atrás muy concentradas hablando que ni notaron nuestra delantera.

—¿Y ella quien es?—interrogó mi mejor amiga

—Eh...es una vieja amiga—contesté en medio de un tartamudeo

—-Estas mintiendo. Somos amigas desde pequeñas y aparte de mi no tienes amigas—me conoce tanto

—Auch—lleve mi mano derecha a mi pecho e imité una puñalada en mi corazón

—Deja el drama que sabes que estoy en lo correcto

No estaba segura si contarle a Paula lo que descubrí de Mario. Tampoco la verdad de como conocí a Daniela, y es que mi mejor amiga desde un principio vio algo mal en Mario, pero yo estaba tan cegada por el amor que no la escuché.

—Es la hija de una tía—miento y me siento mal al instante. Paula se conforma con la respuesta y no pregunta más al respecto

Pronto llegamos al sitio donde íbamos a comer, Paula y Valentina van a hacer lo pedidos de todas mientras Calle y yo vamos en busca de una mesa.

—Tu hermana es toda una ternura—confesó Calle interrumpiendo el silencio

No respondí, opté por caminar hacia la mesa que veo a pocos metros de nosotras y corrí para que nadie la tome. Calle llega a la mesa después de mi y se sienta frente a mi, mirándose fijamente a los ojos.

—¿Pasa algo?—pregunté incomoda bajo su mirada

—¿Estas así por ese beso?

Miré a todas partes, menos a sus ojos. Mismos que se habían vuelto mi debilidad. No quería mirarla a los ojos y mentirle, pero tampoco quería aceptar que estaba así por ese beso. En los últimos días estuve con Calle todo el tiempo, pero sin estar solas realmente, por lo cual no teníamos aquella conversación del tema que me tenía confundida.

—Estás así por el beso—se contestó sola

Antes de poder contestar, una silueta se puso enfrente de nosotras saludándome con la mano y prosiguiendo a cubrirle los ojos a Calle que estaba de espalda a ella.

—¿Quien soy?—pronunció provocando que Calle abriera la boca sorprendida

—¡Kim!—se levantó y abrazó a la chica

—Me imagino que ella es Maria Jose—dijo la chica mirándome 

—La misma—respondió Calle con una sonrisa. Por mi parte sonreí confundida, estaba segura dr no haber visto a la mujer

—Déjame decirte que Calle me ha hablado muy bien de ti—dijo la chica

—¿Ah si?—dije en medio de una sonrisa 

—¿Recuerdas que mencioné a una amiga que es dueña de una empresa de fotografía?—preguntó Calle hacía mi y asentí—Pues ella es aquella amiga

—Será todo un placer tenerte con nosotros—habló la chica 

La chica se sentó y fue seguida por Calle, quien se sentó a su lado.

—¿Cuando crees que puedas empezar a trabajar con nosotros? Necesitamos lo más pronto posible un fotógrafo—indicó directamente 

—Usted dígame 

—¿Crees que pueda ser mañana mismo?

—Por mi no hay ningún problema

La mujer y yo hablamos un par de minutos sobre el trabajo y con cada palabra sacada de su boca me hacía querer comenzar el trabajo de inmediato. Calle sólo nos observaba hablar. Nuestra conversación fue finalizada en el momento que vimos a Paula y Valentina acercarse con dos bandejas con las comidas.

—Creo que yo me voy, disfruten su comida—la mujer se levantó

—Gracias por la oportunidad—me levanté igualmente para despedirla formalmente

—Me encantará trabajar contigo—sin más, se fue

Me senté nuevamente para disfrutar de aquella hamburguesa que se veía exquisita.

—¿Escuché bien o mencionó trabajo?—preguntó Paula

—Escuchaste perfectamente-le eché un mordisco a mi hamburguesa bajo la mirada de mi mejor amiga y mi hermana—A partir de mañana comenzaré a trabajar en Sutter Company

Las dos chicas se miraron y con una sonrisa en el rostro me abrazaron fuertemente emocionadas.

—Espero no te olvides de mi cuando seas famosa porque te asesino—me amenazó mi mejor amiga  

—Cuando sea famosa necesitaras más que esta amenaza para llegar a mi—bromee, recibiendo a cambio un golpe de su parte

—Si te olvidas de mi te arranco una teta—amenazó