TODO POR AMOR

Capítulo 38

A todos nos llega ese amor que nos hace sentir millones de cosas en tan solo un movimiento, una sola palabra o una simple, pero hermosa mirada. Tal vez a algunas personas más tarde que otras, pero a todos no llega en cualquier momento. Dichosas esas personas que tienen el amor de su vida temprano y a la primera, evitando pasar por aquellos amores trágicos que creemos morir si nos abandona.

No me quejó del tiempo en que a mí me tocó conocer a el amor de mi vida, tampoco de los momentos que nos tocó vivir para afianzar nuestros sentimientos y todas las pruebas de nuestro amor. Todo ese conjunto de cosas nos trae a todos al presente y yo amo el mío, aunque aquí las cosas también sean difíciles.

Aquellas personas que han tenido la suerte de experimentar este sentimiento van a entender lo bonito que se siente esta locura que llaman amor y que yo me atrevo a llamar Daniela Calle. Aquellas personas que no han tenido la suerte, quizás no entiendan todo lo cursi que el amor te llega a convertir. Yo no era cursi, nunca me atreví a llamarme así, pero mírame ahora, desvelada escribiendo mi historia de amor, diferente al resto, pero único la sensación.

Lo que pasó después de la captura de Mario no es necesario contarlo, tú mismo puedes hacerte la idea y puedo jurar que acertaste o te acercaste mucho. Durante un tiempo vivimos felices, como en las películas de Disney Channel. Conviví mucho con mi familia y amigos, con el amor de mi vida y con sus dos familias. Conocí personas nuevas y cree nuevas experiencias, llenas de viajes a otras ciudades, países y hasta continentes. Pero no recuerdo mucho de eso.

PRESENTE:

Por esa razón debo situarme casi un año después en New York. Es uno de mis recuerdos favoritos y está justo en el presente

Calle se convirtió en una actriz muy reconocida por sus dos series y varias películas, pero no recuerdo el número. Ha aparecido en muchos programas de televisión y en shows, también en eventos y ceremonias de premios, un montón de cosas. En muchos le he hecho compañía porque no me gusta la fama y que todo el mundo tenga un ojo sobre ti, pero he tenido que acostumbrarme por mi novia.

Sigo trabajando con Kim, en un puesto excelente y mi salario ni hablar. Me convertí en la mano derecha de ella y me agrada saber que no tiene nada que ver con Daniela, sino por mi talento. Cualquier cosa que ella no pueda atender me encargó yo y si se toma unas vacaciones la encargada soy yo.

¿Para qué les miento? Michelle se enamoró. Cayó en las garras de Sofía y ahora prácticamente come de su mano, es una gobernada total. Paula siguió soltera, aunque tiene un nuevo pretendiente que la tiene medio loquita. De Kim no puedo decir mucho, salvo que su bebé está muy grande.

En fin. Hoy me desperté temprano y me gustó la sensación de tener a Daniela abrazada a mi cintura sin ninguna prenda que evite el contacto de nuestras pieles. Sabía que no había salido el sol todavía, por lo que me hacía una idea que estaba de madrugada. Ya saboreando el volver a dormirme, me acomodo lentamente, pero por más que lo intenté no pude dormirme.

Me levanté cuidadosamente de la cama, tratando de no arruinar el sueño de mi bella novia y enciendo la computadora. Siento un dolor de cabeza, pero no le presto atención, justificándolo por mi mal descanso. La realidad es que he estado sintiendo esto por un largo tiempo, pero como no quiero arruinar nuestras vacaciones decido tomarme una pastilla, así no preocupo a mi dramática novia y seguimos disfrutando.

Cuando la computadora está encendida con un poco de dificultad encuentro mi archivo favorito y comienzo a escribir con bastante facilidad, recordando cada uno de los acontecimientos y decidiendo cuales son relevantes y cuales no, pero solamente escribo los que me gustan. Hace un par de meses desarrollé un pasión por la escritura indescriptible y descubrí que no era tan mala, de todas formas no quiero ser escritora, pero lo hago porque lo necesito. A veces es mejor plasmar tus recuerdos para no olvidar. No sé por cuanto tiempo me perdí en la escritura, pero me detuve al escuchar aquellos característicos quejidos que hacía mi novia al despertar cada mañana.