TODO POR AMOR

Capítulo 33

—¡Marcos está vivo!—gritó Mario haciendo que todos se quedaran en silencio

—Estás mintiendo—susurró Calle más para ella que para Mario—. ¡Con eso no se juega, imbécil!—gritó tomándolo de la camisa

—Te estoy hablando con la verdad—dijo Mario con las manos arriba mirando sus ojos—. Te lo juro

—Eso no puede ser posible. Yo estuve en su entierro—interrumpió Olga apartando a los dos chicos

—Hace dos días secuestré a la mano derecha de Ernesto, el idiota que hace unos meses la secuestró a ella—me señaló—, y él me confesó que Ernesto tenía secuestrado a Marcos desde hace unos años

—Eso no puede ser posible—susurro Calle—. El informe forense decía que se trataba de Marcos

Calle estaba en un estado de sorpresa tal vez pensando en que esa posibilidad era imposible. Y es que el informe forense explicó que se trataba de Marcos; su rostro estaba irreconocible debido a las quemaduras tan graves que había sufrido su cuerpo, pero aparte la ropa era la misma que él llevaba esa noche. ¿Podría ser posible?

—Sobre eso, él dijo que todo eso fue obra de Ernesto. Quien murió no fue Marcos, fue un tipo con características físicas similares

—¿Y tú por qué estás tan seguro de eso?—interrogó Daniela cruzándose de brazos a la defensiva. Ella estaba segura que Marcos estaba muerto

—Hola Daniela—escuché una voz masculina a nuestra espalda y vi a Calle estremecerse

—Dios mio, esto tiene que ser un sueño—escuché decir a Olga mientras se negaba a mirar a los ojos a quien en algún momento fue el amor de su vida

Todo quedó en silencio por un momento, tal vez todos estaban procesando las palabras de Mario al igual que yo. De los ojos de Daniela salían grandes lágrimas que se perdían en su boca. Nadie dijo nada por un momento. Fue entonces, cuando alguien reaccionó y para mi sorpresa no fue Daniela.

—¡Imbécil!—gritó Germán mientras daba pasos largos hacía Marcos—¡Eras mi mejor amigo! ¿Cómo pudiste hacernos esto?—antes de que cualquiera pudiera pensarlo el puño de Germán saludó al rostro de Marcos, el cual conoció poco después el césped

—Lo siento, pero tenía que hacerlo—argumentó desde el suelo, haciendo una pausa breve para escupir la sangre que salía de boca—. Tú ya tenías una hija, no necesitabas otra

—¡Eso no es asunto tuyo!—exclamó antes de darle con su pie a el hombre en el piso, quien se retorció del dolor—Pudiste adoptar un puto niño, no tenías que quitarme la mía

—Lo intenté, pero las niñas del orfanato eran muy grandes o tenían problemas que no estaba dispuesto a enfrentar—sollozó el hombre al sentir otro golpe, pero esta vez Mario intervino—. Lo siento, hermano

—Es suficiente—dijo Mario suavemente cuando este intentaba escaparse de sus brazos

Fue allí, en todo ese escándalo que se presentaba en el frente de la finca de Daniela cuando esta tomó el valor suficiente para mirar al hombre que estaba en el suelo, solo fueron unos segundos. Durante toda la pelea su mente estaba en otro lugar y yo lo sabía; su mirada estaba fija en la nada. Sus ojos avellanas se encontraron con los ojos chocolates de Marcos y este pudo percibir el dolor en ellos.

—Hija, ¿podemos hablar?—preguntó 

—¡De ninguna manera permitiré eso!—exclamó el padre biológico de mi novia

—Germán, cálmate, por favor—pudo articular mi novia. Su mirada volvió a juntarse con el hombre que le enseñó muchas cosas de la que sabe y asintió, pocos minutos después ambos iban caminando hacia el interior de la casa