Capítulo 18

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Caminé a pasos rápidos en búsqueda de Daniela. Ya habían pasado varios minutos desde que se enfrentó a Mario y comenzaba a preocuparme.

La conversación con Mario me había dejado con un escalofrío por dentro, había amenazado a mi novia de la peor manera y obviamente después de escupir esas palabras y querer ir tras de Daniela, lo eché.

Finalmente la visualicé cerca de la piscina, estaba recostada en una pared abrazando sus piernas y mirando a la nada. Me acerqué en silencio y me senté a su lado. Ella no dijo nada, pero vi como frotaba sus manos para conseguir calor.

La noche estaba fría, pero no dejaba de ser linda; habían muchas estrellas en el cielo y una luna llena hermosa.

Me quité la chaqueta y la puse en sus brazos, provocando que me mirara y recibiendo una sonrisa de mi parte; pasé mi brazo por su cadera y la acerqué a mi. Fue un momento hermoso y de los mejores que recuerdo, estuvimos ahí durante un tiempo largo en silencio, solo con el sonido de la música a lo lejos.

—¿No te parece que es una linda noche?—preguntó sin mirarme

—Sin duda alguna—respondí

Nuevamente quedamos en silencio, pero no era uno incomodo, todo lo contrario, un silencio que no quisieras cambiar por nada del mundo.

Paso su brazo a mi alrededor conformando un abrazo, la abracé más fuerte y ella me miro con una sonrisa que me dejó totalmente loca. Estuvimos así por un par de minutos, hasta que ella se acercó y beso dulcemente mis labios.

—Te quiero—murmuro

Aunque sea algo difícil de creer, esa fue la primera vez que esas dos palabras eran expulsadas de alguna de nuestros labios para referirse a la otra. Llevábamos un tiempo saliendo, pero decidimos que para decir esas palabras había que sentirlo. Era obvio que ambas lo sentíamos incluso antes de que ella lo dijera por primera vez, las dos lo sabíamos. Sonreí encantada y feliz por sus palabras.

—Te quiero—dije

Recosté mi cabeza en su hombro y ella comenzó a hacer caricias en cabello.

—¿Puedo acostarme sobre tus piernas?—me preguntó

Asentí

Abandonamos nuestras posiciones y ella acomodó su cabeza sobre mis piernas. Mantuvimos nuestras miradas unidas por un tiempo prolongado y con una sonrisa de niño con juguete nuevo.

—La vista desde aquí es mucho mejor que hace un minuto—habló en voz baja

Una sonrisa involuntario se escapo de mis labios y pronto la contagié a ella. Me acerqué a su rostro y dejé un beso en su frente, luego en su ojo, en nariz, en su mejilla y finalmente en su boca, que terminó con su labio inferior entre mis dientes.

A lo lejos sonaba una de mis canciones favoritas y mi cerebro asocio de inmediato la letra con nuestra relación.

"Cuando te vi sentí algo raro por dentro 
Una mezcla de miedo con locura 
Y tu mirada me juro que si te pierdo 
Habré perdido la mas grande fortuna"

Canté cada palabra para ella, quien me miraba con una sonrisa atenta a lo que decía.

"No se nada de tu historia ni de tu filosofía 
Hoy te escribo sin pensar y sin ortografía

Para aprender a quererte 
Voy a estudiar como se cumplen tus sueños 
Voy a leerte siempre muy lentamente 
Quiero entenderte"

En mitad de la letra sostuvo mi cuello con su mano y tiro hacia ella, robando un beso.

"Para enseñarte a extrañarme 
Voy a escribirte mi canción mas honesta 
Darte una vida con mas sumas que restas 
Si tu me dejas no habrá preguntas solo respuestas

TODO POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora