Capítulo 14

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El sonido de la alarma me despertó esa mañana. Inicié mi proceso de estiramiento y me sorprendí cuando no vi a Calle a mi lado y en su lugar había una nota.

"Me llamaron temprano para grabar. ¿Ya te dije lo hermosa que te ves durmiendo? Porque estás muy hermosa"

Me levanté de la cama con una sonrisa entre mis labios y me dirigí hacia el baño, donde tome una ducha rápida. Una vez me encontraba lista me miré satisfecha en el espejo y rocié un poco de loción a mi alrededor. Salí del edificio con dirección al lugar de trabajo, tomé un taxi y miré por la ventanilla durante todo el trayecto. El clima esa mañana estaba sumamente helado, las nubes estaban oscuras y ocultando al sol, durante toda la noche anterior había llovido y como consecuencia las calles estaban empapadas. Llegué a mi destino y me  baje del vehículo después de pagarle al señor por su servicio. 

Dentro del edificio había mucha gente corriendo querer entrar a un elevador, los cuales subía completamente llenos. Espere el más liviano y subí, lo cual fue inútil porque pronto se llenó de personas. Poco a poco el elevador fue quedando más vacío y pude respirar con más tranquilidad, ya que con el montón de personas y mi pequeña estatura me quedaba difícil alcanzar el aire.

—Buenos días, niñita—escuché a mis espaldas

—¿Cuando te cansarás de decirme así? Odio ese apodo—arrojó una gran sonrisa burlándose de mi.

—Algún día vendré con un apodo estupendo para ti. Ese día desearas no haberme dicho niñita—amenacé riendo

—¿Se supone que debo asustarme...niñita?—Sofía volvió a reír burlándose de mi

Las puertas del elevador se abrieron en el último piso del edificio, mi destino. Ambas salimos en dirección al despacho de Kim, entramos y encontramos a la mujer al borde de la locura. Tenía una gran pila de papeles en su escritorio, estaba totalmente despeinada, estaba con su hija y a su vez hablaba por teléfono.

—¿No has salido de aquí desde ayer, verdad?—habló Sofia tomando a la niña en sus brazos

—¿Es tan evidente?—respondió Kim 

—Usas la misma ropa de ayer—señaló con desagrado—Sal de aquí, yo te reemplazo

Vi como Kim susurraba algo en el teléfono, luego se levantó de su asiento y Sofia tomaba su lugar con la niña en sus brazos.

—Gracias querida hermana—sonrío 

Hace poco me enteré que este par son hermanas. La verdad no lo esperaba, ambas mujeres son totalmente distintas tanto en su físico como en sus personalidades. No es un hecho que las hermanas compartan con muchas personas, solo las necesarias, y no porque les avergüence el hecho de ser familia, simplemente son polos opuestos que se mantienen en distancia, pero eso no significa que no se quieran.

Kim me tomó del brazo y me empujó con ella hacía la salida. En un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en el auto de la mujer en dirección a un lugar para desayunar. La cafetería era grande y su decoración era moderna, sus mesas eran diferentes y extrañas formas. Mi parte favorita era la actitud de los meseros. Al entrar a la cafetería, pude reconocer a la castaña aún desde lejos en una mesa con la mirada puesta en su celular. Estaba tan concentrada en el aparto que no fue capaz de notar mi presencia, por lo que me acerqué por su espalda y susurre en su oído:

—¿Quien pidió pollo?—me reí del pequeño brinco que hizo debido al susto

—Demoraron un montón—dijo dejando un beso en mi mejilla

La mire confundida

—¿No esperabas a nosotras?

—Si, cuando entraste a mi oficina estaba hablando con Daniela y ellas nos invitó—respondió Kim tomando asiento. Hice lo mismo al lado de Daniela

Mi jefa se nos quedó mirando con una gran sonrisa entre sus labios, hubiese deseado saber sus pensamientos en aquel momento. Calle y yo nos miramos confundidas y al vez un poco incomodas, debido a la prolongación de su mirada y el silencio con el que lo hacía, era como si quisiera detallar cada movimiento entre nosotras.

—¿Por que nos miras así?—dijo Calle con una media sonrisa

—Estoy feliz que por fin alguien te haya sacado de ese lado oscuro—respondió y de inmediato miré a Calle con confusión, sin abandonar la sonrisa

—¿De que lado oscuro?—cuestioné hacía Kim mirando a Calle

—¿No lo sabías?—Kim rió un poco—Calle era toda una rompe corazones. Cada dos semanas me presentaba a alguien distinto

—Eso fue antes de ti—dijo Calle mirando mis ojos por un tiempo prolongado

—Recuerdo cuando me llamó diciendo: Acabo de conocer a la novia de Mario, es la mujer más hermosa que he visto—dijo 

—¿Ah si?—sonreí graciosa

—No te imaginas todo lo que me dijo de ti. Me decía que le encantaba estar cerca...de ti

—¡Suficiente!—dijo Calle regañando a su amiga

—Sigue, quiero saber más—dije interesada en el tema

—Cuando se dieron el primer beso ella escupía amor y felicidad—comentó mirando de reojo la reacción de Calle

—¿Por que tienes que contarle esto?—paso una de sus manos por su rostro. Yo solo sonreí

—Ella me compartió pizza—se defendió

—Yo te compartí de mi helado cuando se cayó el tuyo

—No es lo mismo. Tu sabes lo que significa que alguien me comparta de su pizza

—Si al compartir de mi pizza me seguirás diciendo esto, prometo hacerlo más seguido—le guiñe el ojo

—Trato hecho—dijo estirando su mano, misma que no dude en totar

—¿Que? No.—intervino Calle-Se supone que eres mi mejor amiga

—Pizza es pizza 

Durante ese desayuno me enteré de algunos detalles que Calle había dejado pasar cuando hablábamos sobre nuestra relación. Calle a penas me conoció dentro de aquel edificio le parecí atractiva, también le pareció curiosa la imagen tan ingenua que tenía sobre Mario. La vez que habló conmigo después de ver como asesinaron al tipo frente a mi, ella simplemente le aparecí atractiva tanto físicamente como mi forma de pensar. Ella empezó a tener sentimientos más allá de amistad días antes de viajar a Medellín. Calle se comunicaba frecuentemente con su mejor amiga y cada día le hablaba sobre mí, siempre le avisaba hasta del mínimo contacto.

—Supongo que ya terminaste de avergonzarme—dijo Calle negando con la cabeza

—No, aún falta contarle de la vez que casi la besas—dijo con naturalidad mientras yo trataba de recordar

—Fue el día que recibí el balazo en la rodilla, cuando estaba con mi cabeza en tu hombro. Por poco te beso, pero no lo hice porque pensé que reaccionarías mal—respondió Calle a la pregunta que le hice con la mirada

—Esa no es la mejor parte—interrumpió nuestras miradas Kim—Una vez besando a una chica susurro tu nombre—dijo, pero no pudo continuar porque le dio un ataque de risa

—¿Cómo ocurrió esto?—voltee a ver a Calle que estaba sonrojada

—Una chica que se llama la besó y ella estaba pensando en ti y lo dijo en voz alta.—respondió Kim más calmada

—No es adecuado hablar eso ahora—dijo Calle con la mirada seria hacía su mejor amiga

—Esta bien—dijo rodando los ojos—Cualquier día pasas a mi oficina y hablamos

—Ni lo pienses—amenazó a su amiga

Calle estaba hablando muy seria y de alguna forma causaba miedo sus palabras. Kim había rodado los ojos incontables veces y Calle la miraba mal aún más. Intervine en su duelo de miradas y corrí la boca de mi castaña y besé sus labios, sirviendo mucho para que se tranquilizara y dejara de fulminar a su amiga con la mirada.

—Gobernada—susurro su amiga y logramos oírlo.

Calle iba a finalizar el beso, pero se lo impedí volviendo a tomar sus labios. Lo que si hizo fue sacarle el dedo del medio a su amiga sin dejar de besarme. 

TODO POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora