Ayer por la noche no pude decile a papá la verdad. Estuve reflexionando, ya acostada en mi cama, sobre mi cercana experiencia a la muerte y todo eso, nadie se salva de morir, todos los días uno está en la mira y cualquier cosa puede pasar, comencé a recordar y agradecer todas las cosas buenas que tengo en la vida y al finalmente terminé por dormirme sobre la almohada empapada de lágrimas de un llanto silencioso y reprimido.
Ahora en cambio comienzo a pensar en algo un tanto gracioso, siempre que tengo una experiencia fuerte, luego corro donde papá y él siempre me dice lo mismo, que me va a proteger y no dejará que nada me pase y es que... Qué otra cosa le podría decir a una niña asustada que va corriendo a sus brazos en busca de consuelo. Ahora pienso en cuanto amo a mi papá y todo el esfuerzo que hace por mí y por protegernos a todos.
La sorpresa que me dí cuando en la tarde alguien toca a la puerta, me dispongo a abrirla y encuentro al padre de Nathan vestido como siempre, como policía, con expresión casual y relajada y no podía faltar Nathan a su costado, los invité a pasar y papá se acercó por el balcón y le dijo al señor Bennett que suba a su oficina. Nathan y yo nos miramos extrañados como ninguno de los dos sabemos para que se están reuniendo nuestros padres, nos sentamos en el sofá, Nathan me rodea tiernamente con su brazo.
-Me pregunto de qué estarán hablando allá arriba - dice Nathan.
-No sé, no me importa.
De inmediato me acerco a él, mi rostro junto al suyo y lo beso, nos besamos largo rato hasta que la curiosidad que ronda en mi cabeza pudo más que yo. Separo derrepente mis labios de los suyos.
-Hey... - me responde en protesta y me da un último beso corto.
-Lo siento, en realidad sí me importa, me mata la curiosidad.
-¿Y qué piensas hacer? - ríe.
-Pues en lo que soy experta... Espíar.
Lo tomo de la mano y lo arrastro escaleras arriba hacia la oficina de papá.
-¿Qué hacem...?
-Shh... - lo cayo.
Estamos en cuclillas al costado de la puerta entreabierta de la oficina de papá, se logra escuchar la conversación de adentro.
-Entonces dices que fué interno. - dice papá.
-Sí, aún es algo difícil de creer, lo más probable es que haya un infiltrado en el FBI.
-Pienso lo mismo, toda mi familia corre un gran peligro con todos esos criminales sueltos dispuestos a matarme.
-Lo sé, nos estamos encargando de eso, ya atrapamos a dos de al menos diez de los que escaparon.
-¿Pero cómo le pudo pasar esto al FBI? ¡Son el FBI!
-Tampoco lo sabemos...
-¿Qué día fue? El día que ingresaron al sistema.
-Fue casi a inicios de este mes.
-¿Recuerdas si pasó algo inusual ese día?
-No... Todo fue normal... Bueno ese día fué Nathan a visitarme, estaba con Kelly... después sonó la alarma y todo eso. Nathan y Kelly se fueron.
-Así que estuvieron ahí ese día... - la voz de papá no tiene entonación alguna, no puedo adivinar con qué actitud lo dijo, pero son duda no es alegre y casual como siempre.
Hubo una pausa.
-¿Crees que tuvo algo que ver con ellos? - pregunta el señor Bennett.
-No quiero hacer suposiciones...
De nuevo una pausa.
De vuelta a Nathan y yo. El voltea a verme, se acerca a mi y me susurra al oído.
-Kelly... No quiero meterte en problemas... Yo me encargaré de esto... Además, no soporto que mi padre desconfíe de mí, yo lo solucionaré.
-¿Qué? ¿De qué hablas? - digo en una especie de grito susurrado. Nathan se levanta - espera... - digo levantándome.
Nathan respira profundo y de manera inmediata abre la puerta de la oficina y entra, yo entro rápidamente seguida de él.
Mi padre y el de Nathan parecen sorprendidos.
-Ya no tienen que seguir investigando... Fui yo. Yo me infiltré en el FBI y entre al sistema. Le entregué esa información a Lebrock.
El padre de Nathan parece mil veces más sorprendido y confundido que mi padre. Yo solo estoy estática mirándolo todo y sorprendida también por lo que acaba de pasar, no sé qué hacer. Me siento nerviosa.
-¿Por qué? - pregunta el señor Bennett.
-Era necesario. Kelly no tuvo nada que ver - Nathan voltea a verme.
"¿Nathan que demonios estás haciendo?" - pienso.
Yo solo estoy ahí parada mirando nerviosa por toda la habitación, evitando mirar a los ojos a alguien, especialmente a mi padre, pero aún así tratando de analizar sus expresiones. Esto es lo único que faltaba. No dejaré que Nathan se eche la culpa, no lo haré, esto es de los dos. Y si es necesario, me sacrificaré por él y lo sacaré de este asunto.
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Algo corto, lo sé 😅.
El siguiente será más largo.
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Bye.
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Una Chica Entre Mafiosos
Dla nastolatkówKelly Ashton es una chica de 16 años, ella es dulce, divertida, inteligente y amable con todos, bueno, casi todos... sin contar que fué adoptada por uno de los más grandes jefes de la mafia irlandesa, un día se da cuenta de que la están siguiendo mi...