Capítulo 94

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Estamos todos en la mesa en una cena familiar, hace tiempo que no teníamos una, mi hermano y Connor están jugando con los tenedores... Parecen unos niños...

—Por favor chicos... Ya dejen de jugar con eso... -les dice papá.

Leila está sentada al lado de papá, la tía Aine con el tío Sean, Connor y Jonah a mi derecha y el abuelo al otro extremo de la mesa, todo el mundo conversa y ríe, no tengo idea de qué porque lo único que pasa por mi cabeza ahora es el recuerdo de las manos de Nathan acariciandome toda... Y sus labios... Su cuerpo... Siento que estoy sonriendo mucho, pero es que no puedo dejar de hacerlo.

—Kelly... Kelly... ¿Verdad que la ensalada está deliciosa? -pregunta la tía Aine.

—Ah... Sí, está muy rica. -respondo.

Siento varias miradas sobre mí ¿Por qué? ¿Acaso dije algo raro?

—¿Te pasa algo hija? Te veo distraída. -comenta papá.

—Distraída... ¿Yo? Para nada... Estoy bien ¿Por qué dices eso? -rayos... Creo que lo estoy empeorando.

—Bueno, hace rato Sean mencionó que pensaba comprarse una moto y tú no le dijiste nada ni te burlaste... Eso no es muy normal ¿Segura que estás bien? ¿Te sientes mal?  -pregunta papá.

—Estoy bien... Perfectamente... Sólo estaba pensando... En otras cosas... -tomo comida con el tenedor y la meto a mi boca, como para tener una excusa para no seguir respondiendo preguntas incómodas.

—¿En qué cosas? -insiste.

—Donovan... Ya deja de molestar a tu hija. Tendrá sus motivos para pensar en otras cosas. -gracias abuelo.

—Está bien, ya no te voy a molestar. -dice papá riendo.

—Seguro está embobada pensando en su noviecito ese... -dice Connor- ¿O no?

—Primo... Hace un momento hablé con él doctor, preguntó cuándo te pondría el yeso en la pierna que te voy a romper si sigues molestando.

Veo que el tío Sean casi se atora de risa por lo que acabo de decir.

—Ya volvió a se la misma. -dice Jonah.

—No es para tanto primita... -dice Connor- ¿Por qué te enojas? ¿Acaso no es cierto? Tu noviecito Nathan te tiene como tonta.

Estoy a punto de decirle algo, pero mi hermano habla primero.

—Hoy fuiste a su casa ¿no? Estuviste ahí mucho tiempo... ¿Qué hicieron? -pregunta Jonah y Connor parece apoyarlo, como los odio en este momento.

—Nada...

—¿Nada? ¿Cómo es eso? -insiste mi hermano.

—Nada, no hicimos nada... Digo... lo normal, solo vimos una película y comimos algo, es todo... -demonios- ¿Y por qué te estoy dando explicaciones? Por cierto, el pollo está delicioso... Tenía mucha hambre... Me voy a servir más...

—Ni papá te cree eso, no cambies de tema... Seguro le decías "Nathan te quiero mucho..." Mua mua -mi hermano imita una voz muy aguda.

—Suenas ridículo, ya cállate. -juro que le quiero clavar el tenedor en la mano.

—Seguro le decías que te abrace muy fuerte para no tener frío... Y quién sabe que cosas más. -dice Connor.

—Les voy a coser la boca a los dos... -digo amenazándolos con el cuchillo en mi mano.

—¡Niños! Ya basta... -dice papá antes de que pueda cumplir mi amenaza y poniendo fin a la discusión- quiero cenar tranquilo...

—Sí papá, lo siento... -dice Jonah y se ríe.

Una Chica Entre MafiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora