—¿Qué tú que?—cuestionó Joel completamente sorprendido ante la nueva declaración. Llevó sus ojos hasta Erick, luego a Zabdiel, pasando por Richard y finalmente a Christopher que permanecía en completo silencio sin pestañear.—De verdad que no puedo...no logro terminar de comprender qué demonios es lo que pasa contigo para que de nueva cuenta estés metiéndote en la boca del lobo, por Dios...
—No es algo de lo que me sienta orgulloso ¿sabes?—susurró el castaño.—Por favor, Joel...—murmuró.
—¿Estás consciente que me estás pidiendo que le diga una mentira a Danna, cierto? Me estás pidiendo que le mienta a mi hermana, Christopher...—le espetó el muchacho con las cejas fruncidas.
—No quiero que le mientras, sólo quiero que no le digas nada...no vas a mentirle...mentir es distorsionar la verdad y lo único que yo te pido es que se la ocultes...—explicó de inmediato.
Joel le lanzó una mala mirada y negó un poco—¡Pues para mi es lo mismo!—replicó.—¿Y que ustedes no piensan decir nada?
—¡Es un idiota!—decidió Richard cruzándose de brazos—Realmente no tiene mucho sentido que perdamos el tiempo tratando de hacerlo entrar en razón...cuando algo se le mete en la cabeza no hay poder humano que logre sacárselo y creo que ya te diste cuenta que ni el hecho de haber estado al borde de la muerte lo hace razonar—reflexionó.
—Yo le dije que le podía dar el dinero a Chris para que le devuelva su estúpido dinero a Blondi y todo bien pero como era de esperarse, dijo que no—anunció Erick.
—Zabdiel...—lo llamó Joel.
—Ya dije todo lo que tenía que decir...lo que Christopher pretende hacer es suicidio pero también tiene sentido...es decir, la primera vez que la escuchas puede sonar incluso hasta estúpido pero si lo piensas bien tiene sentido...cuenta con mi apoyo incondicional—explicó Zabdiel y Christopher le sonrió un poco.
Joel los observó a ambos un omento y apartó la mirada—Está bien...—decidió finalmente—Voy a ayudarte...—anunció Joel finalmente.—¿Qué se supone que tengo que hacer?—cuestionó el muchacho lentamente sin querer escuchar realmente lo que Christopher estaba por decir.
—Tenemos que organizar una fiesta...
—¿Una fiesta?—cuestionó Erick más que confundido.
—Sí, una fiesta...—decidió Christopher lanzándoles una pequeña sonrisa.
—De verdad que tú estás más loco de lo que yo sospechaba...
(...)
—Sí, papá...estamos en Miami—anunció Finnley entrando en la sala donde Danna permanecía sentada leyendo un libro. La chica lo observó un momento mientras él seguía con el teléfono pegado en el oído y él le ofreció una pequeña sonrisa que Danna realmente no sabía sí sólo era amabilidad o algo más.—Si, nuestra roomie es...bueno, en realidad creo que somos nosotros quiénes somos los roomies pero son buenas personas...son divertidos...amables, simpáticos...—anunció el chico llevando sus ojos hasta Danna—Claro, le diré a Monique que más tarde te llame, un saludo a mamá...—Danna lo miró terminar con su llamada apartó la mirada de inmediato.—Hola, Dan...—saludó sonriéndole ampliamente.
—Hola—respondió ella correspondiendo su sonrisa con otra sin mucho entusiasmo.
—¿Te pasa algo? Luces un poco preocupada—observó Finnley.
—Eh, no. Todo está bien, sólo me quedé pensando un poco...—explicó ella sin darle demasiada importancia—¿Le está gustando, Miami?—cuestionó sintiéndose un poco rara de que al final de cuentas era quién estaba preguntando eso cuando por lo regular era precisamente a ella a quién se lo preguntaban constantemente.
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OPIA (Éxtasis #2)|C.V.|Completa.
FanfictionLIBRO UNO: ADRENALINA LIBRO DOS: OPIA. LIBRO TRES: ÉXTASIS. _ _ _ _ OPIA. La extraña necesidad de mirar a alguien a los ojos, lo que puede ser al mismo tiempo una sensación invasiva y vulnerable.