C10: Una muñeca pervertida.

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—¡Esto es hermoso, Chris!—murmuró Danna apenas bajó del auto con ayuda de su novio. Christopher entrelazó su mano con la de la chica y suspiró sintiendo como el aire fresco chocaba contra sus mejillas.

—Te sorprendería ver lo buen amigo que es Richard—comentó y Danna rio.

—¿Esta cabaña es de Richard?—cuestionó Danna llevando su mirada hasta Christopher.

—Es de los abuelos de Richard—le informó.—Pero hace mucho tiempo que nadie viene aquí, cuando éramos pequeños solíamos venir para pasar las vacaciones...—anunció en voz baja—Pero hace demasiado de eso que la verdad me sorprendo de mí mismo al haber recordado como llegar—confesó en medio de un largo suspiro.

Danna lo miró a los ojos y frunció el ceño—¿No sabías cómo llegar? ¿Qué pasaba si nos perdíamos...?—preguntó. Christopher se encogió de hombros.

—Por un momento pensé que nos habíamos perdido—respondió y luego rio observando el rostro conmocionado de su novia—Es una broma, mi amor—añadió en tono burlón.

—Muy gracioso—replicó. Christopher se echó a reír y la abrazó por la cintura apoyando su barbilla en el hombro de Danna.—Ni siquiera he visto bien y ya siento que no me quiero ir de aquí, de verdad es completamente hermoso—declaró ella.

—No sabía realmente que te gustara demasiado la naturaleza...—comentó el muchacho.

—Si pudiese viviría en un campo abierto—confesó y Christopher rio.

—¿Con vacas y gallinas?—cuestionó con diversión.

—No—respondió ella.—Pero si lejos de la contaminación de las personas...yo creo que esa definitivamente sería una vida tranquila...

—Si alguna vez tú y yo nos casamos te prometo que te llevaré a vivir al campo...—prometió él y Danna sonrió.

—Debajo de un puente o donde sea estaría completamente feliz contigo—contestó.

—Entremos de una vez antes de que termines diciendo que de casa quieres una caja de cartón—Danna rio y negó.

Christopher Vélez estaba nervioso. Estaba tan nervioso que casi sentía como sus piernas comenzaban a temblar de a poco mientras Danna seguía admirando la belleza del pasaje que se extendía a espaldas de la cabaña. Esperaba realmente que todo estuviese como él lo había planeado.

Esa misma mañana había estado en la cabaña para preparar la sorpresa de Danna. Richard se había ofrecido para acompañarlo pero él se había negado. Era algo íntimo para él y Danna así que no le apetecía que nadie supiera nada. Introdujo la llave en la cerradura de la puerta y se estremeció un poco sintiendo una ráfaga de aire frío.

—¿Tienes frío?—cuestionó Danna y él la miró.

—No... ¿Por qué?—preguntó sonriéndole un poco.

—Tienes la piel de gallina...—comentó y Christopher rio.—¿Estás nervioso?—cuestionó y Christopher suspiró.

—Como nunca en la vida—confesó sin despegar sus ojos del color ámbar de la chica que le sonreía ampliamente. Danna lo abrazó por la cintura y dejó un beso sobre sus labios.

—¿Eres virgen?—cuestionó de repente y Christopher rio.

—No...

—Pues en esta relación tú pareces el virgen—se burló. Christopher frunció el ceño y negó un tanto divertido.

OPIA (Éxtasis #2)|C.V.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora