C33: Dos contra dos.

1.2K 129 6
                                    

Danna realmente no terminaba de comprenderlo.

¿Por qué siempre cuando parecía que las cosas entre ella y Christopher volvían a estar bien tenían un nuevo problema –o por lo menos una nueva amenaza- en un su relación? ¿Qué de malo habían hecho en su vida anterior para tener que pagarlo así en esta? Soltó un largo suspiro y se concentró en la pantalla de su ordenador.

...

Tengo un mes para pensarlo bien y darle una respuesta. Sólo un mes, Dan...

...

Cerró la pantalla y negó un poco. No tenía ánimo alguno para seguir tratando de escribirle un mail a su padre. Ya le escribiría después.

—¿Dan...?—la llamó Camila entreabriendo la puerta. Danna le ofreció una pequeña sonrisa y la chica entró.—¿Estás ocupada?—cuestionó en voz baja.

—No—respondió de inmediato.—¿Qué pasa?

—Estoy muy nerviosa—confesó Camila en un hilo de voz.

—¿Eso es algún síntoma del embarazo o algo parecido?—preguntó Danna arrugando la nariz. Camila se encogió de hombros.

—Yo he escuchado de las náuseas y los mareos pero nunca de los nervios—musitó lanzándole una mirada fugaz.—Pero no es por eso...es más bien por otra cosa...—anunció.

Los ojos marrones de Danna se posaron encima de los de la chica y negó un poco.—¿Y ahora qué pasa?—cuestionó llevando su mano derecha al puente de su nariz pareciendo completamente abatida. Camila la contempló en silencio y negó un poco.

—¿Por qué lo dices así?—quiso saber la pelinegra.

—Es que últimamente en esta casa todos los días hay cosas nuevas...es como si estuviésemos encima de una montaña rusa, nunca estamos en paz...sino es una cosa es otra...u otra...u otra pero emociones nunca nos faltan—observó la castaña y su prima se echó a reír de inmediato.

—¡Que dramática eres!—se burló.—Pero tienes razón, de un tiempo para acá esta casa parece una casa de locos...todos los días pasa algo nuevo...—susurró lentamente.—pero me siento nerviosa por otra cosa...—inquirió sin dejar de mirarla a los ojos.

—¿Qué pasa...?

—Estoy pensando cómo decirle a mi papá y a mi tío Renato que van a ser abuelo y tío...es decir, mi papá lo tiene que saber porque...bueno, es mi papá y no puedo ocultarle una cosa así y mi tío Renato...es como mi segundo papá así que...Dios...—murmuró Camila frunciendo las cejas.—De verdad me siento como si en este momento estuviese cavando mi propia tumba...

—¿Por qué no esperas unos días más para decírselo?—preguntó Danna.

—Porque no puedo...les dije que tenía que decirles algo realmente importante mañana...—anunció Camila.

—Bueno, pues simplemente diles que mañana no puedes y listo...—le dijo la muchacha contemplándola juguetear con sus propias manos.

—Es que no puedo—respondió Camila.—Les dije que quería verlos mañana...

—Cam, es una videollamada—susurró Danna—puedes inventarles cualquier cosa, que no tenías internet o algo parecido pero realmente no tiene que ser mañana sino te sientes preparada...

—Es que no es en videollamada...

—¿Entonces...?—musitó Danna incorporándose en su silla.

—Tus padres y los míos están tomando en este momento un vuelo hacia aquí...—soltó en voz baja.

—¿Qué?—chilló Danna—¿Qué demonios...?

OPIA (Éxtasis #2)|C.V.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora