El cerebro de Danna realmente no era capaz de terminar de procesar las simples palabras que acababan de salir de los labios de Christopher. No podía. Se rehusaba a comprenderlo.
¿En qué momento él había vuelto a Chesburg y por qué ella nunca se había enterado? Estaba muy consciente que la naturaleza de Christopher era ir contra las reglas, no cumplirlas, romperlas y ella lo amaba así, de esa manera o había conocido y así era como se enamoró de él pero volver al mismo lugar en el que casi había muerto era algo completamente diferente.
—Por Dios...—musitó en un hilo de voz. Christopher suspiró.
—Dan...—susurró Christopher sin apartar sus ojos de los de ella que permanecían fijos en él. Ella negó de inmediato y luego se giró para empezar a alejarse. Lo menos que necesitaba en ese momento era estar cerca de él. Necesitaba pensar con claridad y estando cerca era obvio que nunca iba a lograr hacerlo.—por favor...
—No quiero hablar contigo justo ahora—le espetó.—Sólo voy a recoger mis cosas y me voy a casa...—anunció.
—Danna, por favor...déjame explicarte como pasaron las cosas...—pidió siguiéndola.
—No quiero escuchar tus excusas, Christopher—murmuró girándose para mirarlo a los ojos—no quiero que intentes excusarte y convencerme de nada porque no me interesa...lo único que quiero es que me dejes pensar tranquila y ya—agregó con los ojos empañados.
—Todo tiene una explicación, mi amor...
—¿Qué me vas a decir? Que no es lo que parece, que en realidad no volviste a Chesburg por tu voluntad...no te creo.—susurró derramando las primeras lágrimas que brotaban de sus ojos sin permiso alguno—Y la verdad, Christopher...es que no termino de comprender que es lo que me duele más, que me hayas ocultado esto, que no confiaras en mí, haberme enterado por otra persona y no por ti...o que hayas roto nuestra promesa...
—¡No rompí nuestra promesa!—respondió de inmediato.
—Claro que lo hiciste...y la promesa que le hiciste a tu madre, también...—sollozó.
—Escúchame por favor...cuando los chicos se enteraron que había vuelto a Chesburg se enfadaron conmigo y me dijeron que tenía que decirte pero lo cierto es que no encontraba el momento oportuno para hacerlo, no quería que pasara exactamente lo mismo que está pasando ahora...—explicó a toda prisa y luego se arrepintió cuando ella se apartó las lágrimas bruscamente.
—¿Los chicos?—preguntó.
Christopher suspiró y se dio cuenta que realmente lo había arruinado todavía más.—Lo lamento...
—Ellos lo sabían...—lo acusó.—todo este tiempo lo supieron...
—Fue mi culpa...—murmuró Christopher.
—Me engañaste, todo este tiempo lo hiciste...—hilvanó lentamente como si realmente no se lo pudiese creer por en efecto, no lo podía creer.
—Danna, escúchame...todo tiene una explicación...
—No quiero tus explicaciones...no quiero más engaños tuyos...—se volvió a apartar las lágrimas de las mejillas y negó—déjame en paz, Christopher...
(...)
—Realmente no entiendo porque estamos todos reunidos aquí...—comentó Erick sentado en la sala de la casa de los Francis junto a Alyssa que permanecía con la mirada clavada en la pantalla de su celular. Camila suspiró pasando su vista por cada uno de sus amigos, Erick, Alyssa, Monique, Zabdiel y finalmente en Richard.
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OPIA (Éxtasis #2)|C.V.|Completa.
FanfictionLIBRO UNO: ADRENALINA LIBRO DOS: OPIA. LIBRO TRES: ÉXTASIS. _ _ _ _ OPIA. La extraña necesidad de mirar a alguien a los ojos, lo que puede ser al mismo tiempo una sensación invasiva y vulnerable.