OPIA (Éxtasis #2)|C.V.|Completa.

C22: Secretos, verdades y promesas.

Dos días después...

Alyssa Preston todavía podía recordar la primera vez que había visto a Valentina siendo un bebé recién nacido y ahora no podía creer que ese mismo bebé que le había robado el corazón de inmediato era la misma niña que corría de un lado al otro con Bolita de nieve siguiendo sus pasos muy de cerca.

Se sobresaltó cuando Christopher se sentó a su lado y le pasó la mitad de una manzana verde tal y como solía hacer cuando eran pequeños. Chocaron puños y ella lo miró llevar su propia manzana a sus labios.

—¿Cuál era la urgencia?—cuestionó sin despegar sus ojos de la figura del chico que observaba a su hermana.

—Son dos cosas...pero antes de que nada tienes que prometerme que no vas a intentar asesinarme—pidió Christopher lanzándole una mirada fugaz.

—Dos cosas...—repitió ella lentamente.—¿Por qué tendría que intentar asesinarte, Chris? No lo entiendo...—comentó llevando su mitad de manzana a su boca.

—Primero promételo—exigió el castaño.

Alyssa lo volvió a mirar fijamente y frunció las cejas—Christopher Bryant Vélez Muñoz, te conozco desde que tenemos uso de razón y si tú me estás haciendo prometer que no intentaré matarte es porque definitivamente lo que me vas a decir amerita que lo intente hacer...—explicó.—¿Qué es lo que pasa, eh? Confía en mí, Chris...hemos sido mejores amigos desde siempre...

—Precisamente por eso es que tienes que prometerlo primero—anunció él. Alyssa entornó los ojos y negó un poco.

—De acuerdo...prometo que no intentaré matarte...—decidió.

Christopher inspiró profundamente, cerró sus ojos con fuerza y se volvió a concentrar en Valentina y su perrito de pelaje negro.—Volví a las carreras clandestinas...—susurró.

—¿QUÉ?—exclamó la rubia.—¿Pero qué demonios es lo que pasa contigo, Christopher Vélez?—añadió de mala gana.

—Escúchame...

—¿Es que no entiendes que casi te mueres por hacer esas tonterías? ¿Por qué tienes que volver a lo mismo?—cuestionó a toda prisa.

—Escúchame, por favor, Aly...—pidió él en un hilo de voz.

—¿Qué me vas a decir? ¿Te vas a excusar o algo así? Porque si es así no quiero tus excusas, Christopher—chilló. Él negó de inmediato.

—Blondi me amenazó...—anunció en un murmullo.

—¿Qué?

—No lo hizo directamente pero todo el mundo en Chesburg lo conoce ¿sabes?—hizo una pausa—Todo el mundo sabe que si lo retas las cosas se tornan feas y tu familia y todas las personas que te rodean corren peligro...—murmuró.—Si te lo estoy contando, Alyssa es porque realmente no puedo más...siento la necesidad de contárselo a alguien pero no puedo hacerlo...corren peligro si lo hago...tú eres mi amiga de toda la vida y confío en ti ciegamente...

—Los chicos...—Christopher suspiró.

—Los chicos lo saben...—susurró.—Y los cuatro se molestaron conmigo cuando se los dije pero para mí es una manera de protegerlos...

—¿Es realmente una manera de protegernos? ¿O realmente lo haces porque quieres volver a sentir la adrenalina que te producía correr en una motocicleta, Christopher?—cuestionó sin dejar de mirarlo a los ojos.

—Alyssa...

—Te hice una pregunta, Christopher...—puntualizó ella cruzándose de brazos.—Si es cierto que somos amigos y todo eso que dijiste antes entonces dime la verdad...