Demonio de Ojos Verdes.

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<Año: 2015>

Aquel oscuro año y aquellos oscuros días, merecen un puesto muy alto en cuanto a desorden mental.

El juicio que se llevó en contra de Jonathan nunca tuvo efecto. Los humanos dijeron que iban a tomar cartas en el asunto, pero nunca le ocurrió nada. Quizás sea por el hecho de que todo el parlamento lo apoyaba a él y a su máquina de guerra.

¿Me iba a quedar de brazos cruzados? No.

¿Lo iba a matar? Sí.

Larry salía del instituto y yo iba a buscarlo, le daba de comer y me divertía estando a su lado. Hacía de mi vida hecha mierda, un lugar más feliz. Era igual a su hermana, risueño, cálido y feliz. Pero tan pronto como el gobierno le encontró una nueva familia, se alejó de mí y terminó por irse a Austria. Sentía la presión de sus nuevos padres por alejarlo de mí, pero así estaba mejor. Mis ganas de acabar con la vida de ciertos sujetos iba en aumento, no podía contenerme ya. Hasta que un día, comencé a seguir al pez gordo, matando a sus inversionistas petroleros, a los principales clientes de su mercado de prostitutas en Berlín y Hamburgo, interceptaba su mercado de armas y mandaba souvenirs a su hogar. Pero fue un largo tiempo en que esperé cautelosamente a que saltara a la red.

Hablando de mí, pareciera que las drogas fuertes, como la heroina, cocaina, morfina y todas las drogas terminadas en 'ina', ayudaban enormemente a mi Arpeggio, expandiendo sus usos y sus formas de ataque. Ya que el dinero de los atracos que hacía a los cargamentos de Jonathan, me sobraba, decidí invertirlo en dos Dōjō de Karate-Do Tradicional que enseñaban el estilo Gōjū Ryū y Shitō-Ryū, más un Dōjō de Jiu Jitsu Brasileño. Tenía ocupada toda la semana, pero faltaba algunos días por movilizaciones que hacía Jonathan. Poco a poco iba la corbata presionando más y más su cuello.

Todo debería ir acorde a lo planeado para el atraco a 2 camiones, pero había un pequeño detalle en su forma de conducir. Iban demasiado lento para ser algo importante, o incluso, para ser algo que no quisiera ser atracado.

-2 conductores, 2 copilotos, 5... no... 20 auxiliares armados -pensé viendo la firma electromagnética que tenían.

Comencé a generar un campo magnético a unos 100 metros de ese lugar y, con ayuda de la tierra que comenzaba a flotar, di la forma de una espiga que era lo suficientemente fuerte y fina como para atravesar los dos camiones sin ser detectada.

-Acércate... acércate...

Cuando estaban a la distancia correcta, propulsé el objeto por unos anillos electrificados que funcionaban de bobinas y que lo hacían rotar. El fajo de tierra superó la velocidad hipersónica e impactó a los camiones, destrozándolos de forma inmediata. Los pocos hombres que salieron aturdidos de los vehículos, también fueron alcanzados por flechas de arena que dejaron sus cuerpos mutilados e irreconocibles.

Miré qué era lo que había dentro de los vehículos, pero sólo había más y más dinero. No había nada de lo que de verdad pudiera interesarme, como armas qué destruir o cuentas qué pagar. Nada. Aún así, saqué el dinero con bolsas que atraje gracias a las barras de acero que tenían dentro y logré irme con más de un millón de euros.

Camino a Colonia, en donde vivía con Karen y Chloe, noté que me seguían. Era un hombre común y corriente, ya que tenía una firma electromagnética diferente. En el caso de los humanos, reflejan un tipo de onda diferente; Ozen refleja un tipo de onda diferente y hasta yo reflejo un tipo de onda diferente, pero en mi caso, puedo distorsionarla, para hacerla parecer más grande o más chica, o que sea imposible de rastrear.

El Renacer De Ares (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora