Cosas Que No Debieron Haber Pasado

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<2018>

Hay muchas cosas que no puedo decir en voz alta, decírselo a alguien personalmente o escribirlas en algún documento oficial. Por eso escribo esto; por eso me descargo aquí y no en otro lado.

Todo es más fácil cuando ignoras ciertos sentimientos, ciertos problemas y ciertos acontecimientos. Pero mientras más lo ignoras, mas normal hace todo. Pierdes la capacidad para sentir algo por esas cosas que se ignoran y cuando se presentan nuevamente, simplemente los enfrentas como si fuera algo menor; con indiferencia.

Mi relación con muchas personas quebró durante el 2018 y con otras las fortalecí. Volví a ver gente que no creí que vería otra vez y personas que nunca más volví a ver.

Yo y Sarah decidimos, por el bien de los niños, que era mejor mantenerse en casa más tiempo por lo menos en caso de Sarah. La guerra de Afganistán; la Guerra Contra el Terrorismo, seguía un camino casi paralelo al mío. Conversé con mis superiores y decidieron dejarme ir y volver cuando yo lo decida conveniente. Había dado mucho por mi país y las cicatrices que todavía tengo en el cuerpo demuestran que lo que digo es verdad, así como mis medallas en mi uniforme guardado con delicadeza en mi armario.

Desde que la Operación Bengala Liberadora tuvo buenos frutos, Kunduz volvió a la normalidad y la reconstrucción de la ciudad siguió sin mayores inconvenientes. Sirin no volvió a ser vista en toda Afganistán, muchos la creían muerta.

El 4 de Mayo, en Alemania, me desempeñaba como ama de casa, mientras que Sarah trabajaba en un horario más flexible. Salía temprano y volvía en la tarde, a eso de las 4. Era temprano, a eso de las 8 de la mañana, haciéndole el desayuno a mis niños para luego irse a la escuela. La televisión sonaba en el comedor, mientras que yo freía un huevo en la cocina y vigilaba que las tostadas estuvieran en su punto para servirlas en la mesa. Tarareaba una canción que había escuchado recientemente, hasta que Alisa exclama con alegría:

—¡Mamá, mira! ¡Sales en la tele!

Fui a ver inmediatamente, apagando la cocina para que no se quemara nada. No era raro que me mencionaran en la televisión por las manifestaciones en mi contra, pero de igual forma decidí ir para ver por qué ridiculez me inculpaban.

—Mientras que la guerra en Afganistán pareciera ir a buen puerto, gracias a los esfuerzos de la Alianza de potencias —decía el periodista frente a la cámara—. El día de ayer hubo un atentado terrorista en el Times Square, Estados Unidos. Un grupo de terroristas del Estado Islamico, hicieron estallar bombas en diferentes partes del lugar y luego se enfrentaron con la policía a disparos. Las bajas civiles y policiales siguen aumentando conforme pasan las horas, pero la emergencia ya ha sido controlada.

Miré hacia el piso y luego fui hacia la mesa para tomar el control del televisor y cambiar el canal a las caricaturas. Robert y Alisa, que ahora se llevaban bien, me miraban.

—¡Pero mamá, yo quería ver las noticias! —exclamó Alisa nuevamente.

—Esas no son noticias, Alisa —dije dándome vuelta para mirarla seriamente.

Ella se quedó callada y guardó silencio de súbito. Robert simplemente se quedó mirando entre yo y su hermana, cohibido por la situación tensa.

—Su huevo ya está listo, niños —dije casi como una máquina y luego llamé a un conductor para que los llevara a la escuela.

Me quedé mirando por la ventana, con los brazos cruzados, pensando en que quizás no haya sido buena idea rechazar el nuevo contrato para ir a Afganistán. Me sentía algo impotente al saber del nuevo ataque, pero de alguna forma me obligué a pensar en que debía seguir con mi maternidad y criar de buena forma a mis hijos.

El Renacer De Ares (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora