La tarde paso volando y ya casi eran las ocho de la noche. Para la fiesta decidí usar unos jeans color azul marino, una blusa básica de tirantes y unas sandalias negras, mi cabello decidí atarlo en una coleta.
Al salir de casa voy al garaje para coger mi audi r8 y conducir hacia la casa de Keyla. Su casa no estaba muy lejos de donde vivo por lo que después de diez minutos estaciono enfrente de su casa.
Al escuchar el claxon del auto Keyla sale de su casa, ella se veía muy guapa, va vestida con un vestido pegado al cuerpo de color purpura, unos tacones y su melena negra la tiene en una coleta alta.
Después de conducir quince minutos llegamos al bar en donde se realizaría la fiesta, el lugar es muy lujoso por lo que logro visualizar.
-Señorita Oxford, como usted por aqui.- dice el guardia reconociéndome por mi apellido ya que en un caso yo le salve la vida de unos pandilleros.
En los últimos cinco años me la he pasado entrenando en gimnasios haciendo karate, boxeo y ese tipo de cosas que me ayuden a poder pelear y protegerme,con la ayuda de profesionales que muy bien saben para que iba a entrenar. También siempre estoy metida en carreras y peleas clandestinas.
También aprendí a usar armas de fuego y esa clase de herramientas que me servirían
-Hola, si vine con una amiga.-dije yo esbozando una sonrisa que mas me salio como una mueca
-Oh, claro, pasen.- dijo él apartándose de la puerta para que logremos pasar.
Al entrar al lugar la musica inundo mis oídos y al llegar a la barra Keyla pidió una botella de wisky al barman, yo no pensaba beber esta noche ya que tenia que conducir de vuelta a casa.
Al mirar la multitud que se encontraban bailando en la pista pude ver muchas miradas posarse en mi y se susurraban cosas al oído. Al ver que yo les miraba apartaban la mirada y miraban a otro lado, esas personas saben bien quien soy.
Keyla llevaba varios minutos mirando de un lado a otro, tal vez buscando algo o mas bien alguien.
-Hey Emma, aquel chico no te ha quitado los ojos de encima desde que nos sentamos aquí.- dijo mi amiga mirando un lugar especifico.
-Ah ok.- dije encogiendome de hombros
-Oye hablo enserio, mira.- volvio a decir ella apuntando el lugar con la cabeza
Mire disimuladamente el lugar donde apuntaba Keyla y efectivamente ese chico me estaba mirando. Al observar detalladamente al chico pude ver que que se se trataba de Ryan. Él estaba sentado con unos cuantos chicos mas a su lado los cuales tenían a chicas agarradas de la cintura, el único que se encontraba solo era él.
Al notar que yo lo miraba sonrió y poco a poco se me venia acercando.
-Hola que gusto verte de nuevo.- dijo este al estar frente a frente.
-Yo me voy a bailar.- dijo Keyla alzando los brazos y moviendolos hacia la pista de baile dejándonos a mi y a Ryan solos.
-Que tal tu por aquí.- respondí.
Al mirarlo mas detalladamente pude notar que también tenia unos tatuajes el brazo, tenia un cuerpo muy bien definidos por lo que pude ver por su camiseta pegada al cuerpo.
Y tenia una sonrisa en el rostro que, ¡Wow!
-En que mierda estas pensando.-Me dije a mis adentros.
-Solo vine a beber un poco de cerveza.-dijo el sonriendo
-Muero por tomar una pero tengo que conducir.-dije con una mueca de tristeza fingida.
-Pues es mejor así, hermosa.- dice con una voz ronca y hermosa.
-Pues creo que sí.
-Oye y no quieres salir de aquí, no se a dar una vuelta conmigo o algo.-dijo Ryan sonriendome.
-Me encantaría pero es que vine con mi amiga y tengo que llevarla a casa luego.-dije un poco apenada, pero en eso llego Keyla
-Oye Amiga me he encontrado con un viejo amigo y se ofreció a llevarme a casa luego, no te molesta verdad.
-Ammh no claro, no hay problema.-dije sonriendole
-Ok gracias Emma, bueno nos vemos.
-Ok diviertance.
-Y que dices, salimos de aquí?
-Claro.
Al llegar a mi coche entramos y salimos del aparcamiento. Ryan me invito a ir a la playa y ahora aquí estamos sentados en la arena. Ninguno de los dos hablaba, un silencio de esos que te hacen sentir cómodo se instalo entre nosotros hasta que él habla
-Y bien como es tu vida? No quiero que me consideres un metiche pero me gustaría conocerte mas.
No me gusta hablar de mi claro esta pero es que hay algo en el que me inspira confianza no como los demás, así que decido hablar
-Mmh bueno, tengo 17 años voy a cumplir 18 ocho meses, tenia tres hermanos pero a uno lo asesinaron en frente de mi cuando tenia nueve años, mis padres están divorciado, yo odio a mi madre ya que nos abandono por alguien mas rico, mi padre después del divorcio se recupero y decidió crear su propia empresa y ahora va muy bien, yo soy una de las dueñas...-me quedo en silencio unos minutos, luego decido seguir.- he matado a muchas personas,¿sabes?claro que no por voluntad propia sino que fue para salvar a mi familia, por eso es que la gente no se mete conmigo. Y tu que me cuentas de tu vida?.-dije para cambiar de tema.
Lo observe por unos segundos y este estaba un poco sorprendido por lo que le acabo de contar,pero después de unos minutos decidió hablar.
-Wow, nunca pensé que pasaras por algo tan horrible, lo siento.
-No tienes que disculparte, no a sido tu culpa
-Pero es que no me imagino lo que dolió perder un ser querido y menos a esa edad.
-Bueno ahora hablame de ti.-dije fingiendo una sonrisa para dejar el tema atrás.
-Ok, bueno yo no tengo padres, ellos murieron en un accidente de auto hace 6 años cuando yo tenia 16 años, tengo una hermanita de 9 años de la cual me encargo yo, trabajo en una empresa por lo que me facilita un poco cuidarla y mantenernos.
-Vaya, eso es muy valiente de tu parte, en estos tiempos las cosas ya no soy fáciles pero me alegro que tu hermanita tenga a una persona increíble como tú.
-Eso crees?.- dijo mirandome sorprendido.
-Claro que si.
Sonrió y se quedo en silencio por unos segundos hasta que dijo:
-Bueno creo que ya es hora de irme, emmh... Te veo pronto.-dijo dándome un beso en la mejilla, juraría que tengo los cachetes como tomates.
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Volver A Empezar
Teen FictionEmma Oxford con tan solo 9 años de edad presencio el asesinato de su hermano menor. Al pasar ocho años ella conoce a un chico, quien la engañaba para sacarle todo su dinero y ella al enterarse se fue de la ciudad. Gracias al engaño de ese hombre aho...