Capítulo 9

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Disclaimer: Seraph of the End (終わりのセラフ). Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

Advertencia: Historia con romance homosexual (chico x chico).

Mikaela será dos años mayor a Yuu. (Mikaela 17 años de edad y Yuu 15 años de edad

Yuu tendrá el apellido Ichinose y Mika el apellido Tepes.


Narra Yuuichirou:

–Mika... –susurro llevando mi mano restante a enredarse entre sus cabellos y acercarle un poco más a mí.

–Yuu-chan... –responde antes de que sus labios por fin se unan a los míos.

Es un roce suave y cálido. El beso inicia despacio, con un leve roce que de a poco a poco va subiendo de tono. Sus labios son suaves, cálidos y dulces. Conforme los segundos pasa, el beso va tomando intensidad hasta llegar a un punto en que me siento desfallecer. Todo mi cuerpo está en llamas, temblando de placer y deseoso por más. Comienzo a pasear de manera dudosa mis manos por su espalda y cuando llego a su cuello nuevamente, me doy cuenta de cuánto quiero deshacerme de su camiseta negra, que me impide tocar sus bien formados pectorales.

En un extraño movimiento que él hace intentando juntarnos más, nuestras entrepiernas rozan y lo siento. Me desea tanto como yo a él, tal vez incluso un poco más. Está duro, justo como yo. Tiene el deseo a flor de piel, igual a mí. Nos necesitamos, ahora.

La falta de oxígeno se hace presente, pero el beso es tan cálido, tan dulce, tan necesario; que no se puede terminar con tanta facilidad, por lo que vamos disminuyendo su intensidad con lentitud, hasta que nos sentimos capaces de separar nuestros labios.

Con lentitud abro mis ojos, encontrándome con un par de zafiros que se abren de manera parsimonia, en un inicio me observa con deseo y dulzura, emociones que se transforman en sorpresa e incredulidad.

La realidad regresa de golpe y el asombro se transforma en algo palpable cuando caigo de lo que acaba de suceder.

Me he besado con Mikaela Tepes.

Él abre la boca, como si quisiera decir algo; para enseguida volverla a cerrar. Yo imito su acción; abro la boca para pronunciar unas palabras que nunca llegan, por lo que debo sellar mis labios y esperar que algo suceda.

Un silbido corta el abrumador silencio en el que nos habíamos sumergido, y los incómodos comentarios de Shinoa secundan su primera acción.

–Ara ara, Yuu-san, ese sí que fue un beso ¿eh? –burla mientras comienza a aplaudir.

Ante las palabras de mi amiga, el rubio sobre mí me dedica una mirada fulminante antes de ponerse en pie y salir presuroso la habitación dándole la espalda a los ahí presentes, sin importarle algo más que no fuera escapar de ahí.

Me incorporo de inmediato, con intenciones de seguir a Mikaela, pero prefiero quedarme sentado ahí al darme cuenta de que no hay razón aparente para hacerlo.

–¿Fue a buscar dónde se le calló su heterosexualidad? –me pregunta mi amiga arrodillándose junto a mí. Mi cabeza da vueltas y mi mente está en blanco; por lo que solo atino a mirarla con algo de duda, esperando que ella me sepa explicar lo que acaba de suceder– vamos, Yuu-san. Ponte en pie –pide mientras me extiende su mano derecha como apoyo.

Mi vista viaja de su mano a mis pantalones, donde me doy cuenta de cierto problema que surgió debido al beso. Al ser tan evidente, Shinoa no tarda en mirar también desviando la vista enseguida.

A la luz del reflectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora