Capítulo 20

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Disclaimer: Seraph of the End (終わりのセラフ). Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

Advertencia: Historia con romance homosexual (chico x chico).

Mikaela será dos años mayor a Yuu (Mikaela 17 años de edad y Yuu 15 años de edad).

Yuu tendrá el apellido Ichinose y Mika el apellido Tepes.



Narra Yuuichirou:

Los nervios estaban consumiéndome con lentitud, llenando mi cabeza de pensamientos absurdos y tan probables para mí, como improbables para el resto.

– Yuu-san, debes calmarte –me pide Shinoa por enésima vez durante la hora que llevamos esperando– seguro que todo saldrá bien. Lo hicimos bien, tranquilo.

Las audiciones se llevaron a cabo en parejas, algo que resultó de ser de gran ayuda, al menos para nosotros. Narumi nos hizo practicar tres diferentes bailes, dos en parejas, por lo que nos acoplamos con gran facilidad a la petición de los jueces.

– Sí, o tal vez no... No sé –digo sin apartar mí vista de la puerta de madera que continúa cerrada, aún después de unos largos quince minutos– Mika y Mitsuba no han salido...

– Ahra, ahra, me pregunto por quién estarás más preocupado, Yuu-san –comenta mi amiga, en tono burlón, mirándome con detenimiento, con esa expresión que solo ella sabe hacer.

– Los dos –contesto sin más, esperando que sea suficiente para que me deje en paz.

– ¿Seguro? ¿No estarás más preocupado por Mika-san? –vuelve a preguntar, acercándose más a mí, para susurrar el nombre del rubio en mi oído, lo que me genera escalofríos.

– ¡Shinoa! –me quejo, apartándola de manera brusca y restregando mí oído contra mí hombro repetidas veces, para deshacerme de la sensación– no hagas eso...

– Ahra, Yuu-san está más sensible de lo habitual, ¿por qué será? –no sé si es por la manera en que lo dice, o por la manera en que me observa, pero siento que sabe más de lo que incluso yo puedo llegar a saber, lo que me provoca una sensación de terror, que me deja petrificado en mi lugar, hasta que escucho la puerta abrirse, por lo que instantáneamente me giro a ver.

– ¡Mika! –lo llamo con emoción, corriendo a donde él– ¿Qué tal? ¿Cómo les fue? ¿Les dijeron algo los jueces? ¿Cómo te sientes?

– Ah, pero estabas preocupado por los dos, ¿no Yuu-san? –cuestiona Shinoa en modo de mofa, pero la ignoro.

– Todo salió bien, Yuu-chan, tranquilo –pide mi rubio, mostrándome una cálida sonrisa, a la vez que acaricia mis cabellos– no tienes que preocuparte por mí.

– ¿Quién está preocupado por ti? –pregunto cruzándome de brazos y haciendo un mohín, antes de girarme para verme a Mitsuba– ¿Cómo les fue? ¿Dijeron algo los jueces?

– Creo que nos fue bien –responde ella, un tanto insegura y mirando el suelo a mi lado– aunque, Aihara-san estuvo demasiado callada y sin expresión...

– ¿Qué cara puso Esther Lee? –mi voz revela lo ansioso que estoy, a pesar de que trato de ocultarlo detrás de mi cara de póker– por lo que escuché, es el más exigente de los tres.

– Siempre que lo miré estuvo asintiendo... Aunque no sé si fue en modo de aprobación.

– Tu hermana se mantuvo sonriendo todo el tiempo –le dice Mika a Shinoa, con algo de apatía, a lo que ella suelta una breve risilla.

– Sí, no esperes mucho de ella. Es su expresión de cuando planea algo divertido.

– Oh, así que es como tú –le digo, a lo que ella se limita a asentir, mostrándome su típica sonrisa.

– Ahora solo faltan Kimizuki y Yoichi –suspira Mitsuba con las manos en la cintura, mirando a la puerta, como yo hasta hace unos momentos.

– Y Akane –suelta el oji-zafiros, como si nada, a lo que yo me giro a verlo alarmado.

– ¿Y ella por qué? –pregunto sin discreción, dejando que mi molestia salga a relucirse.

– Al parecer Guren-san decidió que sería bueno que hiciera su debut junto con nosotros –responde la peli-lila encogiéndose de hombros ante mi mirada inquisitiva.

No puedo creerlo, ¿por qué Guren haría eso? Nosotros ya somos ya somos seis, como los personajes principales del ballet, ¿por qué agregar a alguien más? Ahora somos siete, así que uno quedará con un papel secundario... ¿Acaso ese es su plan?

No puedo creerlo.

Kimizuki y Yoichi salieron poco después de eso, seguidos de Akane, quien rápidamente fue al encuentro de sus amigas, pasando de largo de donde nosotros nos encontrábamos, bueno, no sin antes dedicarle una mirada a Mika, quien se limitó a sonreír ladinamente, algo que no sé muy bien cómo interpretar.

– ¿No te ha dicho nada? –le pregunto al chico a mi lado, que miraba atento hacia el lugar donde se encontraba la castaña.

– No, no me ha dicho nada. Al parecer se lo tomó bastante bien –responde él mostrándome una amplia sonrisa, que hace que mis colores se me suban al rostro– creo que podríamos llegar a ser buenos amigos.

– Ya veo... –digo no tan convencido por sus palabras, pero sin ánimos de indagar más en el asunto, por lo que me limito a dejar mi cabeza caer sobre su hombro.

Mis pensamientos están revueltos y no me siento capaz de pensar en otra cosa que no sean las audiciones, sé que necesito tranquilizarme o pronto comenzaré a hiperventilar, pero no puedo.

Me es realmente difícil dejar de pensar en lo que podría fallar, así que hago lo que mejor puedo hacer en estos momentos, con mi mano derecha, comienzo a buscar la del chico a mi lado, pero cada vez que voy a tomarla, se aleja, como si quisiera huir del contacto.

– ¿Mika? –lo llamo confundido por su evasiva. Él gira su rostro para mirarme, para saber lo que pasa, pero no necesita que se lo diga, para entender.

– Lo lamento Yuu-chan –se disculpa, mostrándome una pequeña sonrisa– estaba pensando en las audiciones.

Discretamente su mano llega a la mía y entrelaza nuestros dedos, para después apegarme más hacia él y dejar nuestras manos sobre su pecho, permitiéndome aspirar su perfume, que logra tranquilizarme en cuestión de segundos.

Los minutos transcurren con tortuosa lentitud, mas ya no los siento, ahora estoy demasiado relajado como para preocuparme por algo, la razón de mi tranquilidad es lo que más me gusta; es Mika.

Es el efecto que tiene sobre mí.

A pesar de que él puede ponerme tan nervioso en algunas ocasiones, justo ahora me permite estar en paz y dejar que todo fluya, sin objeciones por parte de mis temores.

– Muy bien mocosos –escucho la voz de Guren al entrar al lugar– espero que estén listos para saber los resultados de las audiciones.



A la luz del reflectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora