Capítulo 17

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Disclaimer: Seraph of the End (終わりのセラフ). Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

Advertencia: Historia con romance homosexual (chico x chico).

Mikaela será dos años mayor a Yuu (Mikaela 17 años de edad y Yuu 15 años de edad).

Yuu tendrá el apellido Ichinose y Mika el apellido Tepes.

Narra Yuuichirou:

– Y uno, dos, pilé en primera, segunda... –Narumi hace una pausa, mientras se pasea a nuestro alrededor para examinarnos a detalle– y relevé.

Todos abrimos las piernas y nos mantenemos en punta, manteniendo nuestros brazos a los costados, a una cierta distancia de nuestro torso.

– Croisé denat –indica nuestro profesor, a lo que todos obedecemos. Pero yo debo admitir, que apenas si soy consciente de mis movimientos, pues en mi interior, la única preocupación que existe, es el paradero del rubio que ya lleva dos días sin asistir a ensayos.

Han pasado dos semanas desde el encuentro que ocurrió en la heladería, recuerdo que al siguiente día, Mikaela vino a buscarme después del ensayo, pidiéndome hablar a solas. Algo que me tomó por sorpresa de momento, pero que acepté sin darle muchas vueltas.

Una vez que le di mi consentimiento, me tomó del brazo y me arrastró al elevador, presionando el botón del séptimo piso, también conocido como el piso de las bodegas, pues como el nombre lo indica, en ese lugar tan solo se guardan utensilios que ya no se usan.

Al momento en que las puertas del elevador se cerraron, inmediatamente sus labios se posaron sobre los míos, haciéndome retroceder hasta chocar contra la pared, para seguir besándome, sin darme oportunidad de hablar, o de respirar siquiera.

Fue un momento mágico, que duró hasta que las puertas del elevador se abrieron nuevamente.

Nos adentramos en la bodega... Aún recuerdo que apenas si era consciente de lo que se encontraba a mi alrededor, pues mi mente seguía en las nubes después de aquel beso y mantenía la mirada gacha, intentando ocultar mi sonrojo, que no hacía más que aumentar al sentir el agarre de nuestras manos.

Mikaela, me contó que pensaba darle fin a su relación con Akane, pues se había comenzado a enamorar de otra persona y se le hacía cruel seguir con ella, si ya no tenía los mismos sentimientos que ella mantenía por él.

– ¿Otra persona? –mi voz salió como un hilo, quebradiza, como una advertencia de que mi corazón podría desmoronarse en cualquier segundo.

– Oh, vamos, Yuu-chan –me llama estando bastante cerca de mí– sabes a quién me refiero –su mano acuna mi mejilla, en un toque lleno de afecto y calidez– ya te he dicho lo mucho que me gustas.

Mis ojos se abren más de lo normal, a la vez que lo observo con sorpresa. En mi rostro una creciente sonrisa aparece, a lo que él me sonríe de vuelta.

Siento que todo mi cuerpo rebosa de energía, por lo que sin pensarlo dos veces, salto sobre él enroscando mis piernas en su cadera y mis brazos sobre sus hombros, y lo observo desde mi posición. Él se sorprende por mi repentina acción, mas, a pesar de eso, me sostiene de las caderas, pegándome más contra su cuerpo.

No sé si es la manera en que me mira, el brillo de sus ojos o su sonrisa, pero tan solo me dejo llevar por lo que creo correcto y lo beso, disfrutando del calor y suavidad de sus labios, del aroma de su perfume que me envuelve; principalmente de la perfecta manera en que me corresponde

A la luz del reflectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora