Capítulo 27

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Love exist - Amy Lee

Disclaimer: Seraph of the End (終わりのセラフ). Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

Advertencia: Historia con romance homosexual (chico x chico).

Mikaela será dos años mayor a Yuu (Mikaela 17 años de edad y Yuu 15 años de edad).

Yuu tendrá el apellido Ichinose y Mika el apellido Tepes.

Narra Yuuichirou:

Siento su penetrante mirada fija sobre mí. Está sorprendido casi tanto como yo por lo que acabo de decir. Lento entreabre sus labios y la sangre se arremolina en mis mejillas como respuesta ante el silencio que precede a sus palabras.

– Yuu-chan –pronuncia mi nombre y lo detecto. A pesar del brillo del deseo en su mirar, hay un leve rastro de oscuridad que la duda, junto con el temor, provocan– no...

– Sí –lo interrumpo antes de que pueda decir algo más– sé lo que acabo de decir –susurro, completamente avergonzado, manteniendo la vista gacha pero sin sentir arrepentimiento– Mika, no me dejes solo esta noche... –pido nuevamente con la voz temblando ante la expectativa.

Puedo ver el frente pulcramente boleado de sus zapatos cuando se acerca a mí, y mis piernas amenazan con dejar de sostenerme si la distancia entre ambos disminuye más.

– Mírame –ordena y lento mi cuerpo responde sin esperar mi propia aprobación. Sus zafiros están llenos de ternura, cariño, deseo y me arriesgo a pensar que amor también– Yuu-chan –mi nombre viniendo de sus labios suena espléndido, tanto, que me lleva imaginarlo despertándome todos los días con tan solo llamarme– ¿Sabes lo que estás pidiendo? –las palmas de sus manos residen cálidas sobre mis mejillas y el olvidarme de todo para tan solo lanzarme a besarlo, no parece ser una idea tan descabellada.

– Sí, bueno, probablemente –respondo con una sonrisa boba, revelando que aún hay gran parte de mi consciencia perdida en lo perfecto del momento.

Escucho una risilla burlona de su parte y lo imito sin poder evitarlo, a la vez que llevo mis brazos alrededor de su cuello, tratando de evitar desfallecer justo frente a él.

– Los nervios, tu sonrisa, la euforia, tu perfume, la limonada rosa y tú, no me dejan pensar con claridad... –balbuceo encogiéndome de hombros, tratando de dar a entender que mi lista de culpables es la más obvia del mundo.

– ¿Limonada rosa? –pregunta divertido y claramente perdido por mi respuesta que nada le ha aclarado– bueno, entonces creo que lo mejor será que hablemos de esto cuando...

– Pero –lo detengo, posando uno de mis dedos en sus labios, olvidando completamente los regaños de Guren sobre mi educación– no me dejaste terminar –reclamo con el ceño levemente fruncido a lo que él me mira confundido– tal vez no esté totalmente seguro sobre lo que pido –hago una pausa para besar su mejilla de manera juguetona, facilitándome que la siguiente parte de mi frase, se lo susurre al oído– pero sí sé que lo quiero y con quién lo quiero.

No hace falta que le vea el rostro para saber que está más que sorprendido, por lo que tratando de controlar mi vergüenza me pego aún más a él y escondo mi rostro en el espacio entre su cuello y su hombro.

– Tsk –lo escucho chasquear la lengua antes de separarme de él utilizando gran parte de su fuerza, pues en todo momento traté de mantenerme lo más cerca posible– no sabes cuánto detesto tener que agradecer que tu padre haya rentado habitaciones para todo el elenco –dice con fingida molestia antes de besarme de manera brusca, pero breve– sígueme –manda antes de tomar mi mano izquierda y luego encaminarse fuera del salón con pasos rápidos, sin soltarme jamás.

Cruzamos las puertas del salón envueltos en un aura brillante de misterio y sonrisas, que sirve como escudo ante el par de miradas curiosas que nos siguen por un par de metros.

Una vez nos encontramos en el pasillo, empezamos a correr a alguna parte y una risa divertida escapa de mis labios, a la vez que trato de asimilar completamente lo que está sucediendo alrededor. Frente a mí los rizos de Mika suben y bajan al compás de sus pisadas; nuestras manos tomadas con fuerza; mi corazón queriendo salirse de mi pecho en cualquier instante y sonrío con más ganas. Mi rubio se gira a mirarme con los zafiros brillando y su dentadura al descubierto, y a pesar de que mis mejillas arden ante el calor de mi sangre, articulo un mudo "me gustas, Mika" sin borrar de mi rostro la marca de mi felicidad. Su piel reacciona antes, pintándose de un tenue tono rosado que me hace sentir dichoso y poderoso.

Llegamos a una intersección y giramos a la derecha, llegando a unas escaleras, donde siento el frío de la pared en mi espalda cuando me pone contra ella, inmovilizándome con menos que una mirada.

– Y tú a mí, Yuuichirou –responde, con aquella expresión engreída que tanto acelera los latidos de mi corazón, para luego juntar nuestros labios sin delicadeza y moverlos con necesidad haciendo que me pierda en las sensaciones que se incrementan al tener sus manos recorriendo mi cuerpo por sobre la ropa.

– Mika –jadeo su nombre cuando nos separamos para retomar oxígeno y enseguida volvemos a besarnos, casi sin darme cuenta comienza a descender por mi barbilla, llegando a mi cuello y es ahí cuando debo callar un gritillo al sentir la feraz mordida que le propina a mi piel, casi sin sentir remordimiento– vas a dejar marcas... –logro murmurar, sintiendo que mi cuerpo entero tiembla ante la expectación por lo que hará y por el placer por lo que hace.

– ¿No quieres? –pregunta con voz ronca separándose de mí, permitiendo que le mire a los ojos, y es cuando mi mirada encuentra la suya que lo veo, el hermoso bailarín se ha transformado en un fiero depredador al que voluntariamente le he dado permiso de devorarme.

– Sí –contesto al instante, perdido en lo profundo de sus zafiros– pero tú deberás dejarme también impetro, aun si mi intensión haya sido de exigirlo, mas no trato de corregirlo, pues la caricia en mi mejilla junto al asentimiento que recibo de su parte, me dejan satisfecho.

– Puedes marcarme todo lo que quieras –afirma con voz dulce, lento noto como se acerca para dejar en mi nariz un pequeño beso– márcame más de lo que ya me has marcado, Yuu-chan.

El mote flota a mi alrededor por un par de segundos, en los que aprovecho para recuperar fuerzas y valor, tratando de olvidare de la vergüenza. Hoy haré y pediré; por lo que queda del día, tan solo me fijaré en nosotros; por esta noche, no pienso avergonzarme más.

– Mika, sigamos –propongo con una risilla dándole un corto beso en los labios, antes de empezar a correr escaleras arriba sin soltar su mano.

Él me mira sorprendido, divertido, momentos previos a seguirme y mi interior se regocija por ello. Las paredes hacen eco de nuestras risas y besos reafirmándome que hago lo correcto, que no tengo nada por lo que temer, que Mikaela está conmigo, mas principalmente confirman que Mika y yo dentro de poco, seremos uno.

Un último escalón, escucho el tintineo de la llave, los nervios a flor de piel, el deseo nublando mi mente y el cariño confirmando que lo que hago, está bien.

– – –

¡Ahhhhhh! Amé escribir esto ;w;

¡Hola, hola! ¿Cómo están mis hermosas shikitas beias? 7w7 Espero que muy bien UwU

Yo sé que me tardé en actualizar, lo lamento :p No daré excusas, porque son las de siempre :v Tareas, exámenes, proyectos, sha, la, la...

En fin ¿Qué les pareció el capítulo? 7w7 Como ya dije, amé escribirlo jasj TwT Soy muy feliz justo ahora TwT

Cambiando de tema ¡Ya es diciembre! ¡Se vienen vacaciones! 7w7 Admito que no soy muy afecta a la navidad, ni esas cosas, PERO, tantos especiales de televisión y lucecitas por las calles me han contagiado :v 

¿Les gustaría un especial de navidad? 7w7

La verdad es que en este fic no tenemos ningún especial hasta el momento y pues... Me encantaría hacer uno jajs

Bueno, eso ha sido todo por el momento <3

¡Nos vemos en el próximo capítuo! Espero que eso, sea pronto ;D

¡No olviden que los amo! <3

¡Bai~!

A la luz del reflectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora