Capítulo 22

586 84 41
                                    

Disclaimer: Seraph of the End (終わりのセラフ). Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

Advertencia: Historia con romance homosexual (chico x chico).

Mikaela será dos años mayor a Yuu (Mikaela 17 años de edad y Yuu 15 años de edad).

Yuu tendrá el apellido Ichinose y Mika el apellido Tepes.

Narra Yuuichirou:

Llegué al salón junto con mis amigos, todos con nuestras respectivas máscaras, requisito para poder entrar.

Sé que suena absurdo, e incluso un tanto cliché, pero cuando le pregunté a Guren al respecto, se limitó a encogerse de hombros, diciendo "Fue idea de Shinya", y la verdad es que después de eso, no hubo razón para cuestionar nada más al respecto.

Al entrar, nos encontramos que la mayoría de las personas ya estaban ahí, todos portando sus respectivas máscaras (gracias a Dios, odiaría que fuéramos los únicos que estuvieran con antifaz) y vestidos de manera sumamente elegante.

– ¿Ves Yuu-san? –me llama mi amiga de cabellos lilas, abrazando mi brazo con fuerza– te dije que el traje sería necesario.

– De hecho, tú me decías que viniera con jeans –le replico, rodando los ojos, a lo que la escucho soltar una breve risilla, aún sin soltarme.

– Bueno, al menos debes admitir que tengo buen gusto. El azul noche resalta tus ojos. Te ves muy bien –me alaga, guiñando su ojo izquierdo, de manera pícara.

Vaya que a las chicas les gusta complicarse la existencia poniéndole nombres raros a los colores...

– Gracias –digo con una sonrisa ladina, antes de apartarla de mi lado, con un suave golpe en la frente, con mi dedo medio– pero, fue Mitsuba la que eligió mi traje en la tienda ¿recuerdas? Tú solo elegiste la corbata y me la colocaste...

– Ush –suspira haciendo un mohín y alejándose un paso de mí, con un suave movimiento que hace lucir las distintas capas de su vestido– qué aburrido eres, Yuu-san. De todas formas, debes admitir que es una corbata fa-bu-lo-sa.

La observo con mala cara durante unos segundos, a la vez que ella me devuelve la mirada, solo que con una sonrisa y moviendo las cejas de arriba abajo repetidas veces, sacándome inevitablemente una enorme sonrisa.

– Agh, cómo te detesto enana –gruño, mirando a otro lado, ocultando el leve rubor de mis mejillas, mientras escucho sus comentarios llenos de amor hacia ella misma, que solo me hacen poner los ojos en blanco.

Atrás escucho las voces de Kimizuki y Mitsuba, discutiendo sobre algo, mientras que Yoichi intenta calmarlos y separarlos, algo que solo logra después de amenazar al de cabellos rosas, diciendo que estaba comenzando a ver a cierto chico a la lejanía, con quien podría salir a bailar alguna canción, haciendo que el poste parado enseguida se pusiera recto y comenzara a buscar al dichoso muchacho, sin darle mayor importancia a lo que la rubia le decía, provocando que al final ésta se rindiera y le dejara en paz.

Todos juntos nos dirigimos, hacia el fondo del lugar, donde se encuentran unas cuantas sillas, cerca de la mesa principal, que está llena de botanas y bebidas de distintos colores que resultan alucinantes.

Muchos de los presentes se encuentran en el centro del lugar, que asemeja ser una pista de baile, en la que se pueden observar a las parejas disfrutando de la música. Las chicas giran de vez en cuando, haciendo que sus vestidos revuelen, luciendo su color y estilo, captando la atención de los muchachos, que cotillean entre ellos, decidiendo quién es la más linda del baile.

A la luz del reflectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora