DIA 2 (Parte 2)

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*Yendo hacia la discoteca*

AITANA: ¿No habéis notado a Amaia muy cambiada?

MIREYA: Si, un poco

MIMI: Hombre, es que debe de haberlo pasado muy mal.

MIREYA: Ya, para que Noemí se lo dijera, tenía que haber pasado algo muy grave.

ANA: Y para que Amaia se fuera de la academia también.

AITANA: Ya, y creo que además tiene problemas con mi hermano...

ANA: Después se lo preguntamos todo, así salimos de dudas.

AITANA: Hombre, no... Preguntémosle solo lo de mi hermano, que debe de haber sufrido mucho, y cuando quiera ya nos explicara que le ha pasado.

MIREYA: Vale.

MIMI: ¿Nos sacamos los sombreros?

AITANA: Claro, ¡si mi madre no va a estar en casa cuando volvamos!

Entran en la disco, Mireya se va directamente a la barra, Ana y Mimi a la pista de baile, y Aitana, que vuelve a sentirse un poco mal, se va al baño.

En el baño Aitana se encuentra con Cepeda.

AITANA: ¿Luis?

CEPEDA: ¡Aitana! ¡Casi no te reconocía sin sombrero! ¿Qué haces aquí?

AITANA: Pues he venido con mis amigas... Y he vuelto a recordar cosas, pero en vez de irme he venido al baño... Y aquí estoy... ¿Y tú?

CEPEDA: Pues mira, el mejor amigo de mi hermano trabaja aquí como segurata, y se ha roto el brazo esta mañana, así que me han pedido si puede reemplazarlo esta noche.

AITANA: Pues no pareces un segurata. Eres demasiado blandito.

CEPEDA (Hace cara de enfadado): ¿Y ahora, también soy blandito?

AITANA: Como un bebe (Se lanza, pero Luis se separa)

CEPEDA: Los bebitos no saben besar.

AITANA (susurra) Pero tú vas a aprender.

Aitana le vuelve a besar, y esta vez sí es correspondido. El beso sigue, lleno de pasión. Cepeda la empuja suavemente hacia dentro de uno de los baños y cierra la puerta.

MIREYA (Des de fuera del baño): Aitana, ¿estás aquí?

AITANA: ¡Sí!

MIREYA: ¡Sal, que ya es la 1!

AITANA: Ostras, ¡que rápido pasa el tiempo!

MIREYA: Te esperamos en la entrada.

Aitana tira de la cadena para que Mireya piense que realmente ha ido al baño.

CEPEDA (le susurra en la oreja): Con lo que me gusta a mí besarte, y siempre nos interrumpen.

AITANA: ¿Y a ti, no te habrán echado de menos? Llevas cómo media hora aquí...

CEPEDA: Ostia, es verdad, ¡Me había olvidado! ¡Me voy corriendo! (le da un pico)

AITANA: ¡Un momento! (coge un boli y le apunta su número en el brazo) Ahora ya puedes. ¡Adiós bebito! Llámame.

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora