DIA 15 (parte 1)

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Mireya se despierta a las 3 de la madruga y no consigue volver a dormirse, así que coge las muletas baja a la cocina. Allí se encuentra a Raoul.

MIREYA: ¿Qué haces tú aquí?

RAOUL: Yo también vivo en tu castillo princesa.

MIREYA: Ah sí... es verdad...

Mireya se queda embobada mirándolo y lo besa. Al cabo de un rato, Raoul se separa.

RAOUL: Te queda muy bien el pijama, y estos pelos de bruja (Le pone un mechón de pelo detrás de la oreja y le da un beso en la mejilla)

MIREYA: Será mejor que vuelva a mi habitación.

RAOUL: ¿Puedo dormir contigo? (Ella no le presta atención al comentario y empieza a subir por las escaleras con las muletas) Ya veo que no... Déjame al menos ayudarte a subir.

MIREYA: Vale.

Suben juntos hasta la puerta de la habitación de Mireya.

MIREYA: Buenas noches (Le da un beso en la mejilla).

RAOUL: Buenas noches (Le da un beso en la boca, que ella sigue apasionadamente).

Pasan unos minutos, se separan y se quedan abrazados.

PIENSA RAOUL: No entiendo lo que me está pasando, nunca había sentido esto por nadie. Normalmente conquistaba a las chicas en unas pocas horas, a mí no me llegaban a gustar (solo me gustaban su cuerpos), pero salía con ellas unos días hasta que me cansaba. En esto consistía mi vida antes de que llegara Mireya, rompiéndome todos los esquemas. Con ella, todo es distinto. Ella no me lo va a poner fácil, pero yo creo que estoy enamorado de ella.

PIENSA MIREYA: No sé cómo puedo estar tan bien entre sus brazos. Así me siento segura, como si el resto del mundo no existiera, solo él y yo. Tengo la sensación de que llevo toda la vida necesitando esto sin saberlo, y me pasaría el resto de mi vida así.

Pasan unos 15 minutos abrazados y se van a dormir (Cada uno en su habitación).

10:00 am.

Mireya esta estirada en el sofá y Raoul entra en el salón.

RAOUL: Buenos días princesa (Se acerca a ella para besarla y ella se aparta) Veo que te has despertado de mal humor. Me gustabas más por la noche...

MIREYA: ¿Por qué?

RAOUL: ¿No te acuerdas?

MIREYA: Claro que sí, pero tenía la esperanza de que solo hubiera sido una pesadilla.

RAOUL: Seguro que hubiera sido tu mejor sueño.

MIREYA: Si sales tu cualquier sueño se convierte en pesadilla, ya te lo dije.

RAOUL: Por la noche no pensabas lo mismo.

MIREYA: Por la noche no sirvo para nada.

RAOUL: Pues debo decirte que por la noche besas muy bien.

MIREYA: ¿Te he dicho alguna vez que eres odioso?

RAOUL: ¿Te he dicho lo guapa que te ves hoy? (Vuelve a intentar besarla pero ella se aparta).

MIREYA: Me voy a desayunar.

RAOUL: Voy contigo.

MIREYA: ¿No puedes dejarme tranquila ni un segundo?

RAOUL: Pues no princesa, me gusta estar contigo. ¿A ti no?

MIREYA: (Se queda unos segundos embobada mirando a Raoul a los ojos, aparta la vista y responde) No, eres un pesado.

RAOUL: ¿Enserio? (Se acerca a ella de manera que sus caras quedan a unos 20 centímetros) ¿Y ahora, que piensas?

MIREYA: (Nerviosa) Que eres odioso.

RAOUL: (Acercándose más) ¿Aún lo piensas?

MIREYA: (Muy nerviosa) Si.

RAOUL: (Se acerca más, están solo a 10 cm) ¿Y ahora?

Mireya está muy nerviosa, y hace que si con la cabeza.

RAOUL: (Se acerca hasta que sus bocas quedan a muy pocos centímetros, y susurra) ¿Y ahora?

Ella lo besa y él le sigue el beso. En un rato ella se separa avergonzada y sonrojada.

MIREYA: Ahora sí, me voy a desayunar.

RAOUL: ¿Ves como no me odias?

MIREYA: Si te odio.

RAOUL: Quien se pelea se desea dicen.

MIREYA: ¿Entonces tú me deseas?

RAOUL: Eres tú la que me odia.

MIREYA: Mejor dejamos ya el tema.

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora