DIA 10 (parte 4)

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Alfred acompaña a Celia y a Amaia al parque.

ALFRED: ¿Sabes qué?

AMAIA: ¿Qué?

ALFRED: Creo que Celia es la niña más guapa del mundo.

AMAIA: Está mal que lo diga yo, pero lo es.

ALFRED: Y se parece muchísimo a ti.

AMAIA: Si, pero yo no soy tan guapa.

ALFRED: Sera que no te has mirado bien al espejo.

AMAIA: Créeme que sí. Pero es que Celia, es preciosa. Como siga así, a los 12 vamos a tener una cola de chicos delante de casa esperando para verla.

ALFRED: Entonces yo vendré y los asustaré a todos para poder entrar.

Los dos se ríen.

ALFRED: Porqué me invitaras a tu casa de vez en cuando, ¿verdad?

AMAIA: (Riendo) Claro. Y cuando Celia esté en la edad del pavo y me canse de ella te la voy a regalar.

ALFRED: (Sigue riendo) Yo la quiero mucho, pero creo que en los "malos momentos" te la quedas tú.

AMAIA: Si, lo decía en broma.

ALFRED: Yo también. Aunque esté en la adolescencia, siempre que me necesites te voy a ayudar con ella.

AMAIA: Gracias. La verdad es que siento que tengo mucha responsabilidad con Celia. Su autoestima, parte de su personalidad y su futuro dependen de como la trate y la eduque yo ahora, y eso es mucho para mí. La quiero más que a mi vida y quiero que esté conmigo, porque no creo que nadie pueda quererla más que yo. Pero por otro lado, tengo miedo de hacer algo mal y que por mi culpa ella termine siendo una desgraciada el resto de su vida.

ALFRED: Amaia, estas educando a Celia muy bien. Mejor de lo que la mayoría de padres lo hace con sus hijos. Te desvives por ella, y eso lo noto yo, lo nota ella y lo notan todos. Celia va a ser una gran persona, ya lo verás. Y va a ser muy feliz. De hecho ya lo es.

AMAIA: Muchas gracias. Siempre consigues hacerme sentir mejor.

ALFRED: Ya sabes que siempre estoy, estaré y estuve para ti.

AMAIA: Si, muchas gracias. Y yo voy a estar para ti, si algún día me necesitas.

ALFRED: Gracias preciosa. Pero a mí con verte sonreír me basta.

Amaia sonríe.

AMAIA: (Bosteza) Ai perdón, es que Celia me agota las energías.

ALFRED: Si quieres vete a dormir y yo me quedo con Celia.

AMAIA: No, no. Quiero estar aquí.

ALFRED: Pues pon la cabeza en mi regazo y duérmete aquí.

AMAIA: ¿Enserio? ¿No te molesta?

ALFRED: Tranquila, no me molesta.

Amaia se duerme en el regazo de Alfred, mientras él le acaricia el pelo. En 30 minutos Celia se cansa del parque y le dice a Alfred que quiere irse. Alfred, que no quiere despertar a Amaia, se va hacia casa con Celia subida en los hombros y llevando a Amaia cogida como a un bebe.

ALFRED: (Entra en la casa y ve a todos los chicos jugando a verdad o reto) No hagáis ruido, por favor, Amaia está dormida. (Baja a Celia de sus hombros) ¿Podéis cuidar de Celia un momento? Voy a dejar a Amaia a su habitación.

RAOUL: Claro.

Alfred sube a la habitación de Amaia con ella en los brazos

RAOUL: (Hablándole cariñosamente a Celia) Ven aquí preciosa. (Celia va hacia él y se le sienta en el regazo).

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora