DIA 4 (parte 2)

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Aitana sale del agua y va hacia Cepeda, que está leyendo una revista.

AITANA: (sale del agua, mientras se va acercando a Cepeda) ¡Ven a bañarte conmigo! (ya ha llegado hasta él, en la oreja) guapo.

CEPEDA: (borde) Ahora no.

AITANA: ¿Por qué?

CEPEDA: (borde) No me apetece.

AITANA: Vaa vente por favor, que nos lo pasaremos bien (le guiña el ojo y ríe).

CEPEDA: (borde) Ya te he dicho que no.

Cepeda sigue leyendo, y Aitana se queda a su lado, mirándolo.

CEPEDA: ¿Qué quieres?

AITANA: ¿Qué te pasa? Si ya hemos arreglado lo de la mañana, ¿no?

CEPEDA: Si. No me pasa nada.

ROI: (Grita) ¡Aitana! ¡Ven!

AITANA: (A Roi) Un momento, estoy hablando con Luis.

CEPEDA: Ve.

AITANA: (Medio enfadada) Vale, pero tenemos una conversación pendiente.

PIENSA CEPEDA: He sido muy borde con ella, y me sabe muy mal. Ella me gusta mucho, pero tengo que ser profesional, necesito el dinero y no me puedo arriesgar a que me echen...

Cepeda vuelve a leer la revista, y Aitana va hacia Roi, pero Mireya va hacia ella y la para.

MIREYA: ¿Qué ha pasado?

AITANA: Pues no lo sé, la verdad. Esta borde.

MIREYA: ¿Y tú estás bien?

AITANA: Si.

MIREYA: ¿Quieres un abrazo?

AITANA: Vale, pero estoy bien. (Se abrazan)

ROI: ¡Aitana!

AITANA: (Sigue abrazada a Mireya) Roi me llama.

MIREYA: Esta enamoradísimo de ti.

AITANA: ¿Cómo quieres?

MIREYA: Vé, que te está llamando.

Aitana se va, y Raoul va hacia Mireya, la coge, y la lleva hacia un pequeño acantilado que da al mar, seguido por Mimi que hace lo mismo con Ana.

MIREYA: No me sueltes por favor, llévame a mi tombona otra vez.

RAOUL: Lo hare si me das un beso.

MIREYA: ¿Si te lo doy no me tirarás?

RAOUL: Te juro que no.

Mireya le da un beso que él sigue, hasta que después de unos minutos Mireya se da cuenta de que Mimi y Ana les están mirando y se separa.

RAOUL: (Dejando a Mireya en el suelo) Ya está princesa.

MIREYA: (A los 3) Cómo alguien diga algo de esto le mato. (Y se va hacia las tumbonas)

PIENSA MIREYA: Ha sido de los mejores besos de mi vida, lástima que me he tenido que separar. Pero ¿Por qué se lo he dado? Si tampoco hubiera pasado nada, eso no llega a ser ni un acantilado de lo pequeño que es...

Mimi mira a Ana, queriendo decir que haga lo mismo...

ANA: Tengo novio.

MIMI: ¿Eso es un no?

ANA: Eso es un: no soy una cuernuda.

MIMI: ¿Estas segura? (Bajito) No tiene por qué enterarse nadie...

ANA: Segurísima.

MIMI: Muy bien, pues ¡coge aire! (se tira al agua con ella en sus brazos).

ANA: ¡Eres mala!

MIMI: Pues haberme besado.

ANA: (Riendo) ¿Volvemos a subir y nos tiramos otra vez?

MIMI: Me parece bien.

-

Joao y Thalía, que llevan toda la mañana juntos en el mar, salen del agua y se quedan mirando las olas. Van hablando de diferentes temas, hasta que hablan de complejos, justamente cuando Amaia, que sigue con Alfred y Celia, los está mirando y escuchando.

THALIA: Pues a mí no me gustan mis piernas.

JOAO: ¡Que dices tía! ¡Pero si a mí me encantan!

THALIA: Que va...

JOAO: ¿Tú te has mirado al espejo? Tienes unas piernas preciosas, y un culazo... Y de personalidad ya mejor no hablamos. ¡Eres perfecta!

THALIA: Muchas gracias.

Joao y Thalía se abrazan, y Amaia los sigue mirando con lágrimas en los ojos.

ALFRED: (a Amaia) ¿Pasa algo?

AMAIA: No, no, nada.

ALFRED: (Mirando hacia Joao y Thalía) ¿Es por ellos?

AMAIA: A mí nunca me dice cosas así.

Alfred le da un abrazo.

ALFRED: No te merece.

AMAIA: (llorando) Quiero irme a casa.

ALFRED: Es mejor que no estés sola.

AMAIA: Solo me voy al baño y vuelvo. (Grita) ¡Celia, ven un momento!

ALFRED: Vé, yo me quedo con ella.

Terminan el día en la cala, y por la noche vuelven a la mansión. Cenan y se van a dormir, pero Aitana se va a la habitación de Cepeda.

AITANA: ¡Hola guapo!

CEPEDA: ¿Qué haces aquí?

AITANA: Habíamos quedado. Y tenemos una conversación pendiente.

CEPEDA (borde): Ya hablaremos mañana.

AITANA: ¿Por qué estas borde conmigo?

CEPEDA: Márchate, no pueden verte aquí.

AITANA: No, no pienso marcharme hasta que me expliques porque te tratas así.

CEPEDA: Aitana, ahora yo trabajo para tus padres, y tengo que ser profesional, así que sal de mi habitación por favor.

AITANA: ¿Que ha pasado con lo que sentías?, o con lo que decías que sentías...

CEPEDA: Pues que ahora trabajo para ti. Márchate.

AITANA: (Grita) ¡No!

CEPEDA: (Grita) ¡Que he dicho que te vayas!

Ella abre la puerta medio llorando, pero antes de irse añade:

AITANA: No podemos esconder nuestros sentimientos, ni lo que pasó. Al menos yo, no puedo olvidar lo que siento por ti. (Dicho eso, cierra la puerta y se va a su habitación a dormir, aunque ninguno de los dos consigue dormirse).

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora