DIA 10 (parte 1)

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Aitana baja a la cocina para desayunar y (como en el día anterior) se encuentra a Cepeda sentado en el sofá. Abre un armario buscando cereales, pero al no encontrarlos se va a la despensa, seguida por Cepeda. Los dos entran y Cepeda, que va detrás cierra la puerta.

AITANA: ¿Hace falta que me sigas?

CEPEDA: Quiero hablar contigo.

AITANA: Pues yo no quería que tú me dejaras y me tuve que aguantar.

CEPEDA: Aitana, por favor...

Aitana no le contesta e intenta abrir la puerta, que no se abre.

AITANA: ¿Qué le has hecho a la puerta?

CEPEDA: Yo nada, ¿Por qué?

AITANA: No se abre.

CEPEDA: (Intenta abrir la puerta) Joder, no puedo.

AITANA: ¿Me has encerrado aquí para que te escuche?

CEPEDA: ¡Claro que no!

AITANA: ¡Si, has sido tú!

CEPEDA: Si esto se me hubiera ocurrido a mí haría ya 3 días que te hubiera encerrado conmigo... Porque te juro que te echo muchísimo de menos. (Ella finge no escucharle, y él sigue) Te vi entrar en el gimnasio el otro día. ¿Por qué te fuiste? (Ella sigue sin responder) ¿Por qué me evitas?

AITANA: Porque ya no me gustas. He pasado página. Acéptalo ya.

CEPEDA: Ayer te oí hablando con tus amigas...

AITANA: (Casi llorando de la rabia) ¡Joder! ¿Y tú porque escuchas conversaciones ajenas? ¿Quieres saber la verdad? Pues la verdad es que ya me he cansado de tu bipolaridad, que ya es la segunda vez que me "dejas" y si sales conmigo quiero que lo tengas claro. Que a cada "te quiero" me enamoras más, y cada vez me duele más que me dejes. Y yo no puedo vivir así, quiero olvidarte, así que deja de seguirme.

CEPEDA: Pero es que ahora lo tengo claro, y quiero estar contigo. (Casi llorando también) Me rompe el corazón saber que te he hecho daño, y te necesito. Mucho. Por favor, vuelve conmigo, y te prometo que si tú quieres será para toda la vida.

AITANA: (Llorando mas) Si quiero, claro que quiero. Porque te quiero a ti, y voy a esperar el día en que pueda gritarlo a los 4 vientos.

Se abrazan llorando, y después de unos minutos se besan apasionadamente, hasta que 2 minutos más tarde Mireya abre la puerta de la despensa.

MIREYA: (Tose para que la vean) Veo que lo habéis arreglado.

AITANA Y CEPEDA: Si...

MIREYA: Me alegro. Pero habéis tenido suerte de que haya entrado yo y no otro, así que vigilad.

AITANA: Claro, pero es que nos habíamos quedado encerrados. ¿Y tú para que has venido aquí?

MIREYA: Estaba buscando cereales para desayunar. ¿Te vienes a tomar un café en el parque?

AITANA: Claro.

CEPEDA: Entonces yo también tengo que venir. Voy a ser discreto...

AITANA: Tranquilo, no molestas. ¿Verdad Mireya?

MIREYA: No, claro que no.

Los 3 se van al parque, donde aún no hay mucha gente. Se sientan en un bar, pero Cepeda no se sienta y se queda detrás de Aitana.

AITANA: Pero Luis siéntate, que te vas a cansar.

CEPEDA: Soy tu guardaespaldas. Se supone que tengo que vigilar tu espalda, ¿no?

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora