DIA 12 (parte 2)

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Raoul llama a la puerta de la habitación de Mireya.

RAOUL: ¿Se puede?

MIREYA: Las paparras no.

RAOUL: Entonces sal tú, que quiero llevarte a un sitio.

MIREYA: (Abre la puerta) ¿Dónde?

RAOUL: Es una sorpresa. Coge bambas y ponte pantalón largo. Te espero a bajo.

MIREYA: ¿Pantalón largo?

RAOUL: Vamos a andar un poco por el bosque.

MIREYA: Vale.

En 5 minutos Mireya baja, y ella y Raoul suben al coche.

MIREYA: ¿Es muy lejos?

RAOUL: (Arranca el coche) 15 minutos en coche y una hora y media andando por el bosque.

MIREYA: ¿Qué? Me has dicho que andaríamos "un poco" por el bosque. No una hora y media.

RAOUL: Si te lo hubiese dicho no hubieras venido.

MIREYA: Pero a ver, son las 6 y media de la tarde. Entre todo llegaremos a las 8 y media, y ya estará anocheciendo. Entonces tendremos que volver por el bosque, sin ver NADA. ¿Tú estás loco?

RAOUL: He traído la cena. Y linternas. Lo tengo todo planeado.

MIREYA: Eso espero...

RAOUL: Tranquila, soy inteligente. Conmigo no te va a pasar nada.

MIREYA: Si tú lo dices...

RAOUL: ¿Porque no te fías de mí, princesa?

MIREYA: ¿Por qué debería fiarme?

RAOUL. Porque lo hago todo bien.

MIREYA: ¿Conducir barcas también?

RAOUL: Aquello fue un pequeño fallo... Y la mayor parte de la culpa fue de las olas.

MIREYA: Si, claro.

Silencio incómodo.

RAOUL: ¿Sabes qué echo de menos?

MIREYA: ¿Qué?

RAOUL: Tus besos. Hace mucho tiempo que no me das ninguno.

MIREYA: Son errores que he cometido. Y no voy a cometer más.

RAOUL: No vas a durar demasiado.

MIREYA: ¿Por qué?

RAOUL: Porque soy irresistible.

MIREYA: ¿Y porque crees eso?

RAOUL: Tu misma tienes que contenerte para no besarme.

MIREYA: No eres irresistible. Eres odioso.

RAOUL: ¿Enserio? (Pone morritos, cierra los ojos y se acerca a Mireya)

MIREYA: (Se aparta) ¿Puedes prestarle atención al volante? Que como sigas así vas a chocar también el coche, y yo no quiero morir.

RAOUL: Vamos a morir juntitos, como dos románticos enamorados.

MIREYA: ¿Pero qué dices? Anda cállate ya por favor.

RAOUL: (Para el coche) Ya hemos llegado.

Raoul y Mireya bajan del coche y van andando por el bosque hasta llegar a un acantilado des de donde se ve todo el cielo lleno de colores por el anochecer.

RAOUL: Ya hemos llegado.

MIREYA: Uau, que bonito.

RAOUL: Aquí venía con mi abuelo cuando yo era pequeño. Veníamos a esta hora y nos quedábamos toda la noche despiertos mirando las estrellas. Murió hace dos años, y yo aún lo echo muchísimo de menos... (Le sale una lágrima).

MIREYA: ¿Estas llorando?

RAOUL: No, claro que no.

MIREYA: Ven (lo abraza)

Se están unos minutos abrazados y al cabo de un rato ella lo besa.

RAOUL: ¿Lo ves? Te dije que era irresistible princesa.

MIREYA: Ha sido un beso de consuelo. Y no cuenta porque yo estaba flipando.

RAOUL: ¿Enserio?

MIREYA: Si. Mi cabeza estaba en plan: "¡Wow, el "chico orgulloso y sin sentimientos" está llorando!

RAOUL: No estaba llorando.

MIREYA: No, solo estabas sudando por los ojos.

RAOUL: Claro. (Se quedan mirando el cielo)

MIREYA: ¿Qué has traído para cenar?

RAOUL: Bocadillos. Uno de queso para mí y uno de atún para ti.

MIREYA: ¿Cómo lo has sabido?

RAOUL: Soy observador.

MIREYA: Bua, muchísimas gracias por todo. Esto es precioso, y el viaje ha estado bien, aunque un poco largo...

RAOUL: ¿Enserio? Pues para estar bien no has dejado de quejarte.

MIREYA: Porque estaba cansada, pero ha sido bonito. ¿Nos sentamos?

RAOUL: Claro.

Comen y hablan de diferentes temas.

RAOUL: Deberíamos irnos ya.

MIREYA: ¿Porque?

RAOUL: Creo que en 2 o 3 horas va a llegar una tormenta. Y de las grandes.

MIREYA: ¿Eso lo has sabido tu solo?

RAOUL: Claro, me crié en el campo.

MIREYA: ¿Y practicaste tu ego con las vacas?

RAOUL: No teníamos vacas. Mi familia era agricultora.

MIREYA: Cada día me sorprendes más...

RAOUL: Venga, vamos a coger las cosas.

Cogen las cosas y entran otra vez en el bosque. Solo entrar Mireya se cae y se tuerce el tobillo.

RAOUL: ¿Te duele mucho?

MIREYA: No me digas que también eres médico. Sí, me duele muchísimo.

RAOUL: Déjame ver. Está hinchado. Intenta moverlo.

MIREYA: No puedo.

RAOUL: ¿No puedes, o te duele si lo haces?

MIREYA: (Llorando) No lo sé, no puedo. Por favor, quiero ir a casa. O al médico. No quiero más dolor.

RAOUL: (La abraza) Venga, ya está. Voy a llevarte a caballito hasta el coche, pero tienes que tranquilizarte.

MIREYA: Vale.

Raoul lleva a Mireya hasta el coche, y después al hospital, dónde le hacen radiografías.

DOCTOR: Mireya Bravo, puedes pasar. (Mireya y Raoul entran en la consulta y se sientan en las sillas) Tienes un pequeño esguince. Vamos a vendarte el pie y a darte unas muletas. No puedes apoyar el pie en 3 días. Después de estos 3 días podrás andar normal, aunque deberás tener el pie vendado unos 7 días más, por si acaso. Mañana se te va a hinchar, si te duele tomate un ibuprofeno o paracetamol. No hace falta que vuelvas, la venda te la puedes sacar tu misma. De hecho, también puedes sacártela para ducharte.

MIREYA: De acuerdo. Muchas gracias.

Le vendan el pie a Mireya y salen del hospital.

Yo nunca nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora