Aitana y Cepeda siguen durmiendo.
MIREYA: (Llama a la puerta) ¿Puedo pasar? (Silencio) ¡Aitana! (Aitana y Cepeda se despiertan, aunque no reconocen la voz del que grita)
CEPEDA: (Bajito para que no se oiga nada desde fuera) ¿Qué hago?
AITANA: ¡Al vestidor! (Cepeda entra corriendo en el vestidor y cierra la puerta)
MIREYA: ¿Aitana? ¿Estás aquí?
Aitana le abre la puerta y ve a Mireya con las muletas.
AITANA: ¿Qué te ha pasado en la pierna?
MIREYA: Raoul me llevó a un sitio y me caí. (Se sienta en la cama de Aitana, y Aitana vuelve a cerrar la puerta)
AITANA: ¿Ya estáis saliendo?
MIREYA: ¡No, claro que no! ¿Estabas durmiendo?
AITANA: Si, ¿Por qué has venido?
MIREYA: ¿Esta Cepeda contigo?
AITANA: (Nerviosa) No, ¿Por qué?
MIREYA: No está en ningún lado y Joao lo está buscando. (A Aitana le cambia la cara)
AITANA: ¿Enserio? ¿Pero qué hora es?
MIREYA: Las 3 del mediodía. ¿Está aquí, verdad?
AITANA: ¡Luis! Sal, es Mireya. (Luis sale del vestidor)
CEPEDA: Buenos días Mireya (le da un beso en la mejilla). Buenos días preciosa (besa a Aitana).
AITANA: Buenos días. Son las 3 del mediodía y mi hermano te está buscando.
CEPEDA: Voy a cambiarme.
AITANA: Vale. Hasta luego guapo (Lo abraza por el cuello y lo besa).
CEPEDA: ¿Me esperáis para comer?
AITANA: Dentro de media hora en el comedor. (Cepeda vuelve a besarla)
MIREYA: Me siento Lumiére.
AITANA: (Se separa) Perdón...
CEPEDA: No voy a poder besarla hasta de aquí a mucho rato. Déjame disfrutarla. (Hace carita de pena, y vuelve a besar a Aitana) Ahora si (beso) Ya me voy (le da un pico) Adiós Mireya (se va)
AITANA: Es tan mono.
MIREYA: Pues sí. Se le cae la baba al verte. Ojala yo tuviera a alguien así.
AITANA: Puedes tenerlo.
MIREYA: No. O sí. No lo sé, me confunde demasiado.
AITANA: Habla con él.
MIREYA: No conseguiría nada. Sus ligues no duran más de una semana y yo no quiero sufrir.
AITANA: Pero a ti no te ve como al resto de sus ligues. Vi cómo miraba a Nerea y a Miriam cuando salieron, y ya se veía que a ellas no las quería. Pero a ti te mira diferente. A veces se queda embobado mirándote, y aunque intenta molestarte, hace lo que puede para hacerte sonreír. Le gustas, mucho. Hasta me atrevería a decir que se ha enamorado de ti.
MIREYA: ¡Pero qué dices!
AITANA: Que sí, que eso lo noto. Mi instinto nunca falla.
MIREYA: Nunca digas nunca. Piensas eso porque de tanto amor que hay en tu vida, ahora ves amor dónde no hay. Y hablando de tu vida amorosa, ¿Qué ha pasado esta noche?
AITANA: Nada, hemos dormido.
MIREYA: ¿Solo eso?
AITANA: Si, sabes que te lo voy a contar. Llegamos a las 3 y teníamos sueño.
MIREYA: Vale.
AITANA: ¿Vamos a comer? Luis nos estará esperando ya.
MIREYA: Yo he comido antes, pero baja tú, tus padres se han ido y el resto están haciendo la siesta, así que podéis hablar sin preocuparos. Pero no lo beses por si acaso.
AITANA: Nono, tranquila. Gracias amiga.
Salen de la habitación y Aitana baja al comedor, dónde Luis ya está sentado en la mesa comiendo.
AITANA: Thalía, ¿qué hay para comer?
THALÍA: Judías verdes y bacalao.
AITANA: Vale...
THALÍA: Sé que no te gusta, pero es el menú.
AITANA: Tranquila.
THALÍA: Aquí tienes los 2 platos. (Los deja encima de la isleta y se va, dejando a Aitana y Cepeda solos. Aitana coge los platos)
AITANA: Oye, ¿y cómo es que tú no comes judías?
CEPEDA: A mí no me hacen la comida, y tengo que cocinar yo.
AITANA: ¿Enserio? Pues que suerte...
CEPEDA: ¿A la niña pequeña no le gustan las judías?
AITANA: (Pone voz y cara de bebe) Ni el bacalao. ¿Puedes cambiarme la comida?
CEPEDA: A mí tampoco me gusta...
AITANA: (Sigue con voz de bebe) Por favor (hace un puchero).
CEPEDA: ¿Lo compartimos?
AITANA: ¡Sí! Gracias, te quiero. (Lo abraza y le da un beso en la mejilla)
CEPEDA: ¿Cómo te iba a decir que no, con lo mona que eres?
AITANA: Lo sé, esa carita es irresistible. (Se ríe y coge un trozo de la tortilla de patatas que Cepeda tiene en el plato) Mmm, esta buenísima. Creo que les voy a decir a mis padres que te contraten como cocinero.
CEPEDA: ¿Y dejar de ir detrás de ti durante todo el día?
AITANA: Vas a mi lado.
CEPEDA: Que si pesada.
AITANA: Oye, ¿Qué quería mi hermano?
CEPEDA: Nada, solo saber dónde estaba. Le he dicho que estaba en el balcón de la habitación, pero que no me he dado cuenta cuando ha entrado.
AITANA: Vale. (Siguen comiendo) Te echo de menos.
CEPEDA: Me tienes delante...
AITANA: Pero no puedo besarte.
CEPEDA: Prueba.
AITANA: Puede bajar mi hermano.
CEPEDA: Pues espérame luego en tu habitación.
AITANA: (Se muerde el labio) Vale. (Se acaba la tortilla de patatas) Bueno, yo ya he terminado. Creo que voy a subir ya.
CEPEDA: ¿Enserio? ¿Te comes mi tortilla, y ahora me dejarás aquí, solo con las judías y el bacalao?
AITANA: Te quiero (Se levanta y le da un pico rápido) (Mientras sube corriendo) Te espero en mi habitación.
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Yo nunca nunca
Ficção AdolescenteTras salir de al academia, y después de medio año sin verse, los chicos de OT2017 (no todos) se reencuentran en un pequeño pueblo de playa, viviendo en la mansión de Aitana, dónde surgirá el amor. (Si no visteis OT2017 no hay problema, prácticamente...