Yo nunca nunca

DIA 4 (parte 1)

Cepeda se pasa la noche en vela pensando en Aitana y en lo que quiere con ella, y decide sudar de ella y tratarla solamente como a la chica a la que protege. Cuando consigue dormirse (más o menos a las 11 de la mañana), Aitana entra en la habitación, abre las cortinas y grita:

AITANA: ¡Buenos días bello durmiente, nos vamos a la "cala de los Germanios"! (Le da un beso en la mejilla) ¡Venga! ¡Levántate guapo, que nos lo vamos a pasar genial!

CEPEDA: ¿Puedes salir de aquí, pesada? ¡Por si no te habías dado cuenta me has despertado! Sal de aquí y ahora vendré...

AITANA (Antes de salir de la habitación): Si que te despiertas con mala leche tú... Los otros días no eres tan borde...

PIENSA CEPEDA: Me he comportado como un imbécil, ella venía con buenas intenciones y la he cagado... Sé que me he prometido hablarle solamente por motivos de trabajo, pero creo que se merece una disculpa...

Tal y como habían acordado, a las 11:30 todos estaban en el salón, preparados para pasar el día en la cala de los germanios. Una vez allí, Ana y Mimi corren hacia el agua, y juegan con un flotador, Amaia y Celia se quedan jugando con la arena, y Mireya prefiere quedarse tomando el sol. El resto se va a bañar en el mar, excepto Cepeda, que se va a hablar con Aitana.

CEPEDA: Aitana...

AITANA: Dime.

CEPEDA: Siento haberte hablado mal esta mañana, casi no he podido dormir y cuando me despiertan me entra la mala leche...

AITANA: No te preocupes, a mí también me pasa... (Riendo) Aunque espero no hablarle así a nadie.

CEPEDA: ¿Eso es que me perdonas?

AITANA: Claro guapo (Lo va a abrazar, pero él se aparta). ¿Vienes a bañarte conmigo?

CEPEDA: No, creo que me voy a tomar el sol, estoy demasiado blanquito.

AITANA: (Riendo) Es verdad. Bueno, pues adiós.

CEPEDA: ¡Adiós bonita!

PIENSA CEPEDA: ¡Mierda! ¡Ya he vuelto a hablarle como antes! ¡Joder! Con los miles de chicas que me podían gustar, va y escojo a la hija de mis jefes. ¡Que nos llevamos 10 años! La edad no es excusa, pero es todo junto... ¿Porque no soy capaz de hablarle mal? Tienes que intentarlo Luis, muy seriamente.

Aitana coge una colchoneta y entra en el mar.

-

Amaia y Celia están jugando con la arena, y Alfred se acerca a ellas.

AMAIA: Ven aquí. (Señalando a su lado)

ALFRED: Es que estoy muy mojado, y no quiero mojarte a ti.

AMAIA: No te preocupes, yo tengo calor.

ALFRED: ¿Entonces, te vienes al agua conmigo?

AMAIA: Ya sabes que me encantaría, pero tengo que vigilar a Celia.

ALFRED: Pues me quedaré con vosotras preciosas (sentándose al lado de Amaia), y cuando este bichillo quiera nos vamos al agua (Celia se ríe).