Nunca te dejaré caer

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Todo era silencio, y por mas que una mosca volara todo estaba tan petrificado. La tension en el espacio era evidente y lo peor de todo es que ninguno se atrevia a decirle ni una sola palabra.
En todo el trayecto del hospital hacia el departamento de Jungkook nadie le habia dicho nada y la incomodidad reino en el.

--¿Que sucedio en el hospital?--. No pregunto a alguien es especifico.
Solo deseaba que alguno le respodiera el porque desde el hospital ninguno le habia dicho ni una sola palabra. Como si de la nada les hubieran arrebatado algo.

Taehyung y Yugyeom intercambiaron miradas rapidas a traves del espejo retrovisor dentro del auto. Con la mirada afirmaban discrecion que ambos optaron guardar hacia Jungkook despues de aquella nota la cual tuvo que explicar Taehyung a Yugyeom, despues de tanta insistencia y ambos estaban en un acuerdo con el mismo objetivo en mente. "Proteger a Jungkook".

--Nada fuera de lo usual--. Respondio Taehyung apretando fuertemente el volante hasta que sus nudillos se tornaron blanquecinos de tanta presion puesta.
Taehyung no queria mentirle, pero era necesario para mantener tranquilo a Jungkook o al menos por el momento.

--Entonces ¿por que ninguno ha dicho nada en todo el trayecto?--. Volteo a ver a Yugyeom. Quien le sonrio y alboroto su cabello.

--No es nada, solo que no habia nada por decir--. Le respondio con una sonrisa. Contagiando a Jungkook.

Pero Taehyung a pesar de la platica de ambos, no presto atencion a nada, ni siquiera peleo con Yugyeom como solian hacerlo de costumbre por cualquier cosa de Jungkook.

Estaba tan perdido en sus pensamientos, y es que desde la llegada de esa nota no podia concentrarse del todo en lo que pasaba a su alrededor o en lo que hacia.








(...)








--Lucio, el señor Park lo quiere ver en su oficina ahora--. Hablo una mucama al chofer de Jimin. Quien asintio amablemente y con pasos suaves se dirigio al lugar requerido.

Y al llegar a la entrada detuvo sus pasos para tocar la puerta, esperando la confirmacion de su entrada. Y asi fue al escuchar la voz de su jefe llamandole del otro lado de la puerta.
Por lo cual entro para seguido cerrar la puerta tras el.

--¿Que desea señor?--. Pregunto cortesmente.

--Necesito que apartes un dia de estos en mi agenda, es urgente--. Dijo firme mientras se paraba de su silla giratoria y caminaba hasta quedar de frente al ventanal.

--Esta bien señor--. Dijo el chofer mientras lo anotaba en su tableta.

--¡Ah! casi lo olvido, necesito que tambien veas arreglos de rosas rojas, ROJAS, no amarillas ni blancas, estrictamente rojas. Y que sean una gran cantidad.

--Me asegurare de ello, señor.

--Bien, las enviaran a la direccion que te mandare--. Dijo Jimin mientras camino hasta su escritorio y comenzaba a teclear en su laptop. Para al termino de ello la cerro y apoyo su cara en sus dos puños.

--¿Cuando sera la fecha de entrega?.

--Mañana mismo--. Respondio firme --Se llevara una sorpresa mi conejito--. Sonrio pensativo.

--Ya arregle eso señor. Y lo de su dia libre podria acomodarse el fin de semana.

--Perfecto. Retirate--. Hablo para seguido frotar su cabello, cansado de tanto trabajo con su empresa Onsuhee. Y sobre todo frustracion debido a cada minuto que pasaba sin Jungkook. La tension sexual que sentia cada vez era mas intensa, mas salvaje.
Y eso era peligroso ya que mientras mas tiempo pasaba solo, tenia mas tiempo para pensar en sus fantasias sexuales y lo que podria hacerle a Jungkook.

--Una pequeña visita a Golden Childrens no me caeria mal...--. Sonrio malicioso.










(...)









El aire volaba sus cabellos negros con gran impetú ya que la noche estaba fria y muy hermosa. El cielo estrellado, la luna llena y la paz que albergaba esa altura.

Jungkook estaba en la azotea del edificio, contemplando la bella noche que lo saludaba. Sentia paz al estar ahi, sin ruido, con las hermosas constelaciones que se reflejaban en sus orbes negros.
Todo iba bien hasta que recordo la nota de Jimin en el hospital.
Bajo su mirada preocupado y triste. Por que simplemente Jimin habia puesto sus ojos en el. No era distinto a otros chicos para que llamara tanto su atencion a tal grado de llegar amenazas hacia el.
Se maldijo mentalmente al recordar aquella tarde cuando choco con el. Si hubiera prestado atencion no habria chocado con el y nunca se hubieran conocido. Y todo estaria bien, sus niños no estarian en peligro.

No iba a negar que estaba asustado, pero necesitaba ser fuerte, lo sabia, debia seguir adelante y acostumbrarse a luchar hasta el final por lo que mas amaba... aquellas personitas que tenian esperanza en el, aquellos que siempre le sonreian y eran fuertes.

Salio de sus pensamientos al sentir que algo caliente y suave le era colocado encima de sus hombros y al voltear se encontro con Taehyung quien le habia puesto una chaqueta sobre su espalda, protegiendolo del frio.

--¿Que haces aquí? Acabas de salir del hospital, es para que estes descansando--. Regaño Taehyung.

--Lo siento, pero en verdad me siento bien aquí--. Le respondio Jungkook mirandole a los ojos para seguido voltear hacia abajo pensativo.

--¿Que sucede Jungkook? Te noto afligido--. Pregunto acercandose un poco a el.

Jungkook suspiro --Estoy preocupado... temo a no poder ayudar lo suficiente a los niños... a Onsung, tengo miedo de que no sea lo suficientemente valiente para afrontar las situaciones y a final de cuentas no sea de ayuda porque caiga--. Respondio sincero.

Entonces Taehyung levanto con su mano la barbilla de Jungkook para que lo mirase. Y cuando lo hizo ambos conectaron sus miradas.

--No hay porque temer, eres fuerte y esos niños son igual a ti, tu siempre se los transmites, si tu eres fuerte ellos tambien. No estas solo Jungkook--Toco sus manos con firmeza dandole seguridad --No sientas eso, sonrieles, sonrieme--. Susurro sin soltar sus manos--Yo nunca te dejare caer--. Seguido de eso lo abrazo fuertemente cerrando aus ojos. Fue algo inesperado para Jungkook pero cuando logro reaccionar correspondio el abrazo y se refugió en Taehyung, en esos brazos que se iban convirtiendo en su hogar, su oasis.

Ambos cerraron los ojos disfrutando de ese momento, Jungkook sintiendo una gran calidez que emanaba Taehyung y se acobijo de sus palabras, de su cariño.
Mientras que Taehyung disfrutaba del suave aroma que desprendia Jungkook y se perdio en el, en su hermoso ser, en su alma pura.

A pesar de todo ello, ambos en el fondo tenían mucho miedo por las amenazas que estaban presentes y no se atrevian a contarse.
Pero ese abrazo les daban las suficientes fuerzas para no rendirse, mantenerse en pie y avanzar valientemente.


Seré Yo (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora