VEINTITRÉS

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La noche corría lentamente tras la ventana, que dejaba entrar apenas un hilo de luz hacia la estancia en la que el peli-verde permanecía inmóvil, alerta a cualquier ruido que indicara la llegada del peligro. Tan solo habían pasado un par de horas desde que los chicos cayeron casi noqueados por el sueño. Pero para Yoongi, quien se encontraba enredado en la fúnebre oscuridad que invadía al pequeño y nada acogedor salón, los minutos bailaban sin prisa a lo largo y ancho del viejo reloj que adornaba la pared frente a él.  

Cada sombra o ruido se triplicaba gracias a sus nervios. El no  poder ser capaz de ver con claridad a su alrededor, le estaba pasando factura. Más de una vez estuvo tentado a despertar a alguno de los chicos, para que le hicieran un poco de compañía, pero el sentimiento de culpa siempre le detenía. Además, sabía muy bien que debía guardar silencio, ante la posibilidad de que algún infectado estuviera por los alrededores. Tenía que ser cuidadoso con cada movimiento que hacía, por más sutil que fuera este, ya que un mal paso podía poner en riesgo la vida de todo el grupo.

Simplemente debía ser fuerte y soportar aquello un poco más. Después de eso, estarían en Busan. En solo unas cuantas horas se reuniría de nuevo con su mejor amigo. Pasarían a estar bajo el cuidado del ejército, y todo aquel infierno lo darían por terminado. 

...

El golpeteo de sus pasos en el suelo retumbaba de manera peligrosa entre las paredes del oscuro y cada vez más estrecho pasillo. Su cuerpo parecía mecerse al compás de las olas de un enfurecido mar. A pesar del caos a su alrededor, su visión desenfocada solo podía prestar atención a la brillante puerta roja que se alzaba al final del pasillo. Tras ella, su reflejo, distorsionado por un empañado espejo, le sonreía con malicia. Tal y como si le estuviera dando la bienvenida a un lugar sin retorno. Dentro de su inconsciencia, sabía que aquel hombre de rostro similar, quien lo miraba con suficiencia tras el espejo, no era más que un producto de sus miedos. Aun así, se permitió dejarse seducir por sus ojos sin vida, que le invitaban a dejarse caer. 

De pronto, despertó alarmado. Su pecho subía y bajaba agitado, no solo por el angustioso sueño que acababa de tener, sino también por el sonido de un fuerte golpe acompañado de un llanto de, al parecer, un bebe. Aquello se había escuchado peligrosamente cerca, por lo que, sin pensárselo mucho, salió a la calle en busca de la causa de aquellos ruidos.

Cuando el chico dio el primer paso fuera de la casa, deseo haber traído consigo algo que cubriera su piel del frío aire que le calaba en los huesos, pero aun cuando su cuerpo tiritaba y sus dientes comenzaban a castañear, no estaba dispuesto a regresar y perder más tiempo del necesario. La noche estaba en su punto máximo, dando como resultado una oscuridad tan densa, que Yoongi no era capaz de ver lo que tenía justo en frente. Salir a esa hora con esas condiciones, y solo, no era una idea muy brillante, pero tenía que asegurarse de que aquel ruido no significara un peligro para ninguno de los chicos. Además, estaba convencido de que también había escuchado el llanto de un bebe o de un niño pequeño y solo el imaginar que un niño podía estar en peligro le alteraba los nervios. Cada paso que daba por el angosto camino de asfalto sonaba como el infierno, en medio de aquel silencio sepulcral. Por lo que se vio obligado a mantenerse alerta ante cualquier movimiento o sonido extraño que le alertara de cualquier peligro.

Los ruidos no se habían escuchado lejos, Yoongi estaba seguro de que habían provenido de la casa de junto, pero entrar solo en medio de aquella horrorosa oscuridad era demasiado riesgoso. Definitivamente, no iba a entrar a esa casa que, aunque no fuera tan grande, tenía varias habitaciones. Lo cual, aumentaba considerablemente el riesgo de ser emboscado. Yoongi era un chico muy valiente, y durante los últimos días su valentía había aumentado considerablemente. Pero, aun por más valiente que fuera, el chico no era estúpido y entrar en esas condiciones a esa casa era algo muy arriesgado, por lo que su plan solo consistía en acercarse un poco a la casa y asegurarse de que a primera vista no hubiera nada fuera de lo común.

RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora