SEIS

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YOONGI 


Para desgracia de Yoongi, las horas dentro de su departamento pasaban demasiado lentas. No tenía nada que hacer y eso hacía que el tiempo se alargara aún más, haciendo que la situación se volviera más desesperante de lo que ya era. Desde que la imagen de aquel hombre siendo devorado había desaparecido para dar paso a los infomerciales, decidió apagar el televisor para evitar volver a ver algo así, su internet estaba demasiado lento como para poder utilizarlo y realmente no tenía a quien llamar aparte de su amigo Hoseok, al cual había estado intentando localizar desde hace horas, pero no había entrado la llamada. Sin embargo, Yoongi no se preocupó, lo más probable era que muchas personas estuvieran utilizando la línea intentando contactar con sus familiares, por lo que esta se habría saturado. Al final, todo era mejor que pensar en que algo malo le había pasado a su mejor amigo.

En todo ese tiempo, en el que Yoongi prácticamente había permanecido sentado en silencio en la sala de estar por miedo a hacer el más mínimo ruido, el sonido de las puertas vecinas abriéndose y cerrándose en interminables ocasiones no había parado. Al parecer sus vecinos habían visto lo mismo que él en las noticias y habían decidido irse de sus departamentos en busca de refugio en otra parte del país. Sin embargo, a pesar de que él había decidido quedarse en su casa por el momento, la idea de quedarse solo en el edificio le hacía sentirse realmente asustado, pero tan solo con pensar que debía salir de su departamento un escalofrío recorría todo su cuerpo tensándolo al instante.

...

*5 días después*

- ¡¿Qué haces?! ¡¿A dónde pretendes ir?!

- ¡¿Pues a donde más?! - Gritaba un hombre desesperado. - ¡Al refugio que ha hecho el gobierno! - Aquellos gritos que venían del departamento de junto hicieron que Yoongi se despertara con el corazón acelerado, por un momento creyó que uno de esos infectados se había colado al edificio.

- ¡Yo no iré a ningún lugar! - El peli-verde escuchó la voz de su vecina alterada por la actitud de su esposo. Al parecer aquel hombre estaba convencido de que tenían que salir del edificio e ir en busca del refugio creado por el gobierno coreano. - Creo que es mejor que nos quedemos aquí y esperemos a que todo se calme. - Continuó la mujer un poco más tranquila, pero sin bajar la voz.

" ¿Refugio?", pensó Yoongi un poco confundido mientras se levantaba de su cama para dirigirse a la sala de estar y encender el televisor. "Tal vez en las noticias salga algo relacionado con el refugio". Y efectivamente así era, todos los canales de noticias que aun transmitían daban la recomendación a toda la población de dirigirse al refugio que se ubicaba en el centro de la ciudad, prometían a la ciudadanía que contarían con agua, comida, ropa, medicinas y, sobre todo, tendrían un lugar seguro en donde dormir resguardado por el ejército y la policía coreana.

La oferta del gobierno era tentadora y más en una situación como a la que se estaban enfrentando. Prometer un lugar seguro con agua y comida, era como prometer el cielo. Sin embargo, al joven de cabello verde no le convenció del todo la idea de dirigirse al refugio sin más, y eso no significaba que no confiara en la labor del gobierno, sino que habría tanta gente queriendo ir a ese lugar para resguardarse del peligro que se convertiría en un foco de contagio. Lejos de salir corriendo en busca del lugar prometido, su instinto fue el de alejarse de ese lugar lo más que pudiera, y lo haría tan pronto como recibiera una llamada de su amigo que le indicara que estaba bien y que podría ir a su encuentro.

Antes de salir de su departamento, Yoongi quería asegurarse que Hoseok estaba bien para ir a buscarlo hasta Busan o en el caso contrario, dirigirse a las afueras del país para buscar un lugar seguro, pero solo en pensar en la segunda opción el corazón de Yoongi se hundía, era inimaginable (inimaginablemente inigmante :v) el pensar que ya no sería capaz de volver a ver a su mejor amigo nunca más.

...

Otro día más sin recibir noticias sobre su amigo. Poco a poco se iban perdiendo las esperanzas de que este estuviera bien, que estuviera con vida, y con ellas las ganas de vivir del peli-verde, quien sin su amigo no tenía las suficientes razones para seguir existiendo en un mundo tan oscuro. Por otro lado, la comida había empezado a escasear, lo cual le indicaba que pronto tendría que salir de su apartamento para buscar más, o simplemente emprender su viaje sin saber a ciencia cierta si Hoseok estaba bien o no.

...

Desde la mañana el peli-verde se había planteado salir y buscar comida en los departamentos de junto, pero el miedo que tenía de encontrarse con un infectado siempre le detenía cuando estaba a punto de abrir la puerta. Sabía que el departamento de al lado estaba vacío y con la puerta principal abierta. El matrimonio que había estado discutiendo la mañana anterior sobre si debían irse o no, finalmente se había ido esa misma noche con tanta prisa que no habían cerrado la puerta, o al menos eso era lo que pensaba el joven de cabello verde, pues este nunca escuchó el sonido de esta al cerrarse. Tal vez el joven matrimonio había salido con su pequeña de meses sin la intención de volver.

Ese hecho hacía que la tarea de entrar al departamento y buscar algo de comida fuera más fácil, pero aun así los nervios lo estaban comiendo vivo, no solo estaba la posibilidad de encontrarse con un infectado, sino que también estaba a punto de entrar a un departamento para robar la poca comida que hubiera ahí, dando por hecho de que aún había comida en las alacenas de sus vecinos.

El peli-verde inhalo y exhalo unas cuantas veces para tranquilizarse, era mejor mantenerse con la cabeza fría para hacerlo mejor. Después de unos segundos abrió la puerta de su departamento lo más sigilosamente que pudo asomando solo su cabeza para asegurarse de que nada ni nadie estuviera rondando por el pasillo. Al darse cuenta que este estaba completamente vacío, abrió un poco más la puerta y la entrecerró, así cuando regresara no tendría que sacar sus llaves para abrirla.

Sus pisadas se oían peligrosamente fuertes en medio del silencioso pasillo, haciéndolo sentir aún más nervioso. A pesar de que el departamento de sus vecinos estaba a escasos veinte pasos, sentía que en cualquier momento uno de los infectados saltaría hacia él desde cualquier lugar para después de todo terminar como uno de ellos. Por suerte nada de eso pasó y después de dar diez pasos más se encontró frente al departamento del joven matrimonio, el cual efectivamente se encontraba con la puerta principal abierta, no de par en par, pero si lo suficiente como para poder ver que se encontraba vacío. Sin dudarlo, pero con la debida precaución, Yoongi abrió la puerta por completo y se dirigió rápidamente a la cocina, igual de pequeña que la suya, por lo que supo de inmediato en donde buscar. Lo primero que abrió fue el refrigerador de color blanco que estaba pegado a la pared, pero para sorpresa de Yoongi este estaba vacío. Un poco decepcionado cerró la puerta y se dirigió a la pequeña alacena, al abrir las tres pequeñas puertas se encontró con unas cuantas latas de verduras y frutas en conserva, otras pocas de sopa y cuatro paquetes de ramen picante. Con una sonrisa en sus labios tomó todo lo que había y sin perder más tiempo regresó a su apartamento, después de dejar las cosas en el piso cerró la puerta principal con todos los seguros con los que contaba y se permitió respirar tranquilo otra vez. Después de todo, salir de su departamento no había sido tan malo, había ganado un poco de seguridad en sí mismo y, lo más importante, había conseguido comida. No era mucha, pero le bastaría para unos cuantos días más.

Justo en el momento en que había terminado de ordenar las latas y los paquetes de ramen en su propia alacena, su teléfono empezó a sonar. El repentino ruido lo había sorprendido tanto que estuvo apunto de gritar. "Por favor que sea Hoseok", "Por favor que sea Hoseok", se repetía a sí mismo mientras corría por su teléfono que se encontraba tirado en el sofá frente a la televisión. Sin embargo, cuando este vio que en la pantalla aparecía un número desconocido no pudo evitar sentirse decepcionado, por lo que dudó unos cuantos segundos en contestar, pero al ver que la llamada no era cortada contesto.

-¿Hola?, ¿quién habla? – Preguntó un poco dudoso.

-¡Gracias a Dios, estás vivo! – Gritó una voz al otro lado del teléfono. Yoongi reconoció al instante esa melodiosa voz, finalmente el tonto de Hoseok se había comunicado con él.

[...]

Gracias por leer. 💛

RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora