SETENTA Y DOS

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Taehyung estaba realmente harto del ruido que generaba el monitor a su lado encargado de registrar su pulso cardíaco, el cual, irónicamente, se alteraba la mayoría de las veces gracias a ese espantoso ruido que estaba casi a punto de provocarle un ataque de ansiedad. Tal vez el joven de cabello castaño estaba exagerando un poco, sin embargo, era mil veces mejor enfocar toda su atención a ese espantoso ruido que a los dolorosos espasmos de los cuales su cuerpo era víctima gracias a la supuesta medicina que no paraban de suministrarle a cada minuto.

Después de haber sido arañado por aquel pequeño que ni siquiera pasaba de los tres años, no cavia la mas mínima duda de que estaba infectado, por suerte los médicos estaban interesados en experimentar el supuesto antídoto al virus con su cuerpo, virus que en ese preciso instante estaba invadiendo cada partícula de su ser. A esas alturas del partido Taehyung había decidido olvidar su molestia por ser tratado como un simple conejillo de indias, pues fuera cierto o no, gracias a esto había logrado sobrevivir a las primeras horas del contagio.

Pero fue solo cuando un doctor de complexión ancha entro por la puerta de aquella habitación en donde lo mantenían encerrado y esposado a la cama por si fuera poco, que supo que por lo menos tendría un par de horas más para poder ser capaz de despedirse correctamente de sus amigos y de su hermano. Habían pasado ya casi 6 horas desde que había sido infectado y lo único extraño que se había manifestado en su cuerpo eran aquellas pequeñas venas de colores que adornaban a los infectados, pero al contrario de estos que estaban completamente cubiertos por ellas, en Taehyung apenas y se apreciaban alrededor del rasguño, el cual a duras penas había cambiado del color rojo al violeta oscuro. De igual forma había comenzado a notar como su vista se iba nublando de poco en poco, lo cual lo comenzaba a preocupar. Pero fuera de eso, ni siquiera la fiebre o las hemorragias habían aparecido, lo cual, según los doctores, era una buena señal.

Pero aun así, el castaño estaría mintiendo si dijera que no tenía la mas mínima esperanza de sobrevivir, a decir verdad esperaba que el antídoto funcionara correctamente en su cuerpo aun ante la posibilidad de que este fallara siendo arrastrado por el virus completamente como ya se lo habían advertido los doctores que entraban y salían de su habitación...

...

Fue difícil para Yoongi describir la sensación en su pecho cuando las puertas del refugio se abrieron de par en par, permitiéndoles así el acceso a este. Alegría, adrenalina y orgullo. Su corazón latía fuerte al ver a todas aquellas personas reunidas que esperaban su regreso con esperanza y un particular brillo en sus ojos, y no era para menos, pues eran la primera expedición que iba a buscar comida y regresaba sin ninguna baja y con un camión repleto de víveres.

Una vez que el peli-verde ayudo a bajar a Namjoon del camión comenzaron a caminar entre la gente, la cual al notar que el moreno estaba herido retrocedían un poco para así evitar lastimarlo aun mas. Los gritos y aplausos pronto cesaron, las personas comenzaron a dispersarse entre las calles del refugio, seguras de que por lo menos en los siguientes días tendrían comida decente en sus mesas. Gracias a que pronto el gran número de personas se redujo, Yoongi fue capaz de ver a lo lejos el particular cabello morado de Seokjin, quien corrió hacia ellos inmediatamente después de hacer contacto visual con él.

-es Jin... - dijo alzando la voz para que Namjoon pudiera ser consistente de que su esposo venia hacia ellos, sin embargo, fue inútil, pues el moreno se encontraba prácticamente inconsciente, por suerte para Yoongi no lo estaba por completo, pues aun era capaz de sostener un poco su peso.

-¡Namjoon!... – grito el peli-morado con una sonrisa – ¡no puedo creerlo!... – suspiro aliviado mientras se tiraba a las brazos de su esposo, el cual al no tener la suficiente fuerza para mantenerse de pie por si solo termino cayéndose al suelo de forma pesada llevándose consigo a Jin. Al ver aquella vergonzosa escena Yoongi no pudo evitar pensar que sería muy cómica sino fuera por el hecho de que con esa caída el tobillo de Namjoon debió de romperse aun más de lo que ya estaba.

RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora