Min Yoongi aun podía sentir como la adrenalina recorría su cuerpo después de haberle pedido matrimonio al chico de sus sueños y que este aceptara pasar el resto de su vida a su lado, sus mejillas aun seguían rosas y su mirada, a los ojos de los demás, se veía brillante, como si el joven de cabello color menta aún no pudiera creer lo que había pasado. Sin embargo, la realidad pronto se aseguro de aterrizar sus pensamientos con un fuerte golpe en la cabeza causado por un gran bache que había en la carretera, el cual causó que la camioneta se tambaleara bruscamente y todo lo que había en ella, incluyendo a los hombres que se encontraban atentos al camino que poco a poco recorrían..
El plan era llegar al interior de la ciudad antes de que anocheciera, no obstante, el tener que ir a una velocidad considerable para no generar tanto ruido con los motores, estaba haciendo que el recorrido fuera un poco más lento de lo planeado, esto sin contar las pequeñas desviaciones y zigzags que tenían que realizar para esquivar los automóviles varados en la carretera o uno que otro infectado que rondaba perdido por esta.
A pesar de esto, Yoongi veía el camino exactamente igual que la primera vez, sin embargo, ahora la sensación era incluso más angustiante, esta vez estaba solo, no tenía a su amigo a su lado para cuidarse las espaldas. No estaba Namjoon para hacerle compañía, ni para dirigirle una suave sonrisa que le hiciera saber que todo estaría bien. Incluso, el cielo gris se encargaba de cargar el ambiente con una fastidiosa sensación de nostalgia y angustia que provocaba que el corazón de Yoongi latiera más rápido en ocasiones. Con cada segundo que pasaba se alejaba más de su novio y de su familia, con cada metro que recorren sentía como su vida se iba acortando cada vez más. Era horrible sentir como el nudo en su garganta se iba agrandando hasta hacerle daño.
Tenía miedo.
Todos los hombres que lo acompañaban lo tenían también, incluso sus miradas eran iguales a las de los hombres que resignados esperan al alba para ver sus vidas desvanecerse en la horca. El hecho de tener que salir tan pronto como llegaron al refugio, les había robado la actitud confiada y alegre con la que había llegado, pues no solo habían llegado sin ninguna baja, sino también, con un camión repleto de víveres. En esta ocasión los habían recibido como héroes, todo lo contrario a esta mañana, que habían sido despedidos como un grupo de hombres desafortunados, que apresurados se dirigían al final del camino.
¿Que culpa tenían ellos?
¿Por qué tenían que pagar ellos los platos rotos?
¿Cuando seria el día que la humanidad dejara de perseguir el poder?
¿Habría un día, o era ese el desafortunado final para el hombre?
...
-pero, ¿qué demonios es eso?... - preguntó el sargento Woo Bin horrorizado por la imagen que se presentaba ante los ojos de todos los hombres dentro del camión.
La imagen era grotesca. En cada orilla de la carretera alguien se había tomado el tiempo para empalar a poco más de una docena de infectados, lo cuales sorprendentemente aún seguían vivos, como si se tratara de una especie de entrada al infierno. Pero, como si eso no fuera lo peor, en el cuello da cada uno de los infectados colgaban una especie de letreros.
"te estoy esperando"...
"bienvenido"...
"¿te has olvidado de mi?"...
Y otros más que Yoongi no alcanzo a leer debido a que el fuerte viento los había girado de tal manera que las letras quedaron cubiertas por el putrefacto cuerpo de los infectados.
-!dios mio!... - exclamó un chico un poco más joven que el peli-verde, al parecer había tenido que ir en lugar de Namjoon, por un lado esto tranquilizaba a yoongi, por lo menos el moreno estaba seguro en el refugio. Por otro lado, sentía pena por el nervioso chico que miraba de un lado a otro evitando cualquier contacto visual que les dejara ver a los demás sus ojos acuosos. -¿a qué nos estamos enfrentando? - pregunto asustado a nadie en concreto.
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RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*
Fanfiction-Lo siento... - se disculpó - lo siento... - murmuró dejándose llevar de nuevo por la oscuridad, pero esta vez para no volver a ver la luz nunca más... El virus lo había consumido tan rápido que ni siquiera pudo despedirse de los chicos... sus últim...