RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*

OCHENTA Y SEIS

Un fuerte estruendo hizo que el lugar quedara en silencio por unos segundos, parecido a los minutos antes de que una fuerte tormenta caiga y arrase con todo lo que se atreva a estar en su camino. Seguido del estruendo, el infectado que segundos antes amenazaba con comerlo vivo, cayó sin vida a su lado con un gran hueco en su putrefacta cabeza, había sido un disparo. De pronto toda la calma se vino abajo y el caos salió a flote, gracias a esto, ni Jimin, ni Jungkook se percataron cuando el cuerpo de Lucas desapareció sin dejar rastro.

-¡Corre, corre, corre! - escuchaba Jimin gritar al sargento Woo bin desde el otro lado del lugar. Los pocos infectados que habían logrado entrar hasta ese punto del edificio, se lanzaron a los hombres que habían llegado a salvarlos, sin embargo, estos estaban logrando contenerlos. Sin saber muy bien qué hacer, el peli-naranja comenzó a correr hacia Yoongi, pero por suerte, Hoseok ya lo llevaba a rastras con la ayuda de otro soldado joven, ambos habían sujetado una chaqueta militar alrededor de su cintura para tratar de cubrir su cuerpo desnudo.

Jimin comenzó a correr hacia ellos tratando de esquivar lo mejor que podía los disparos, sin embargo, paró en seco en el momento que vio por el rabillo del ojo que Jungkook se había quedado inmóvil en el mismo lugar. Sorprendentemente, los infectados habían perdido el interés en él y simplemente pasan por sus costados sin siquiera dirigirle una mirada.

-¡Jungkook! - grito alterado. - ¡Debemos irnos!

-Esta vez no iré con usted, Hyung. - levanto la voz el muchacho con tristeza en sus ojos, cada vez era mas difícil contener el nudo en su garganta. Realmente no quería morir, hubiera deseado que las cosas se dieran de una forma diferente, una en donde el podía regresar con ellos y quedarse al lado de Taehyung, sin embargo, para él la escena final de su vida había llegado y por desgracia no estaría en este mundo para presenciar el momento de los aplausos.

Había estado deseando tanto ese momento, que ahora que estaba a punto de reunirse con su familia en donde sea que estuvieran, no quería irse, deseaba quedarse un poco más, solo lo necesario para volver a besar a Taehyung, ser capaz de ver por última vez sus lindos ojos, y decirle cuanto lo amaba y extrañaría.

-Debes irte. - sugirió el menor mirando de nuevo al mayor, las lagrimas habían comenzado a mojar sus pálidas mejillas.

-¡¿Qué diablos sucede contigo?! - pregunto Jimin furioso mientras corría hacia él.

-¡Detente! - grito el menor perdiendo la calma. - No hay nada que puedan hacer por mí. - aseguro levantando el brazo en donde había sido mordido minutos atrás, al cual le falta una parte, dejando ver casi por completo el hueso.

-Jungkook... - gimoteo con el corazón echo un nudo. En eso, uno de los soldados que se habían negado a dejarlos ahí horas atrás, camino hacia el menor y con un suave gesto le tendió un arma. Una vez que el peli-negro la tomo, se dio la vuelta sin decir ni una palabra y se dirigió hacia Jimin, no hacía falta decir algo, el mensaje había sido entregado y Jungkook lo había entendido perfectamente.

-Adiós, Hyung. - sonrió, algo en su mirada había cambiado, por lo menos ahora tenía el poder de decidir como morir. Y sin dejarse vencer por el miedo que lo acechaba, llevo el arma a su cabeza y jalo el gatillo. El corazón de Jimin se comprimió y un grito desgarrador salió de su pecho, mientras era arrastrado por el mismo soldado que le había dado el arma al peli-negro.

-¡Jungkook! - sollozo, pero sus lamentos ya no eran escuchados.

Desde el otro lado del lugar, Hoseok había visto toda la escena en silencio y sin saber muy bien qué hacer, dirigió una mirada de agradecimiento al menor, pues al final del día había sido él quien los había salvado. Y deseo que el alma del menor encontrara el eterno descanso junto con su madre y su hermano, quienes probablemente lo estaban esperando con los brazos abiertos en un lugar mejor al que ahora estaban condenados a vivir.