RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*

OCHENTA

*MESES ATRÁS*

La noche era cálida, sin embargo, el suave viento que hacía bailar el anaranjado cabello de Jimin, refrescaba su rostro evitando que se formaran pequeñas gotas de sudor por toda su frente. Eran casi las 8 de la noche cuando su padre y él se dirigían con paso tranquilo a un restaurante de comida italiana que su padre había encontrado por casualidad el día anterior. Faltaba poco para llegar al lugar, cuando el peli-naranja comenzó a sentirse atraído a ese lugar, era algo inexplicable, se sentía atraído a ese lugar con tanta fuerza como la luna era atraída por la tierra.

Una vez ahí, "La Vita é Bella" inundó sus oídos provocandole una agradable sensación que viajaba por todo su cuerpo, era como si estuviera en el lugar correcto, en el momento adecuado, sin embargo, aún no entendía por qué se sentía de aquella manera, estaba seguro que nunca antes había sentido algo así, era como si todos los pasos que había dado en su vida, incluso los de retroceso, lo hubieran guiado hasta ahí, a ese preciso lugar, como si alguien lo estuviera esperando...

...

Cada vez que el joven Park recordaba el día exacto en el que había visto por primera vez a su novio se reprochaba a sí mismo el no haber corrido hasta él y fundirse en sus brazos como había deseado en el primer momento en el que sus miradas conectaron haciendo "clic", un clic que iba más allá de un amor pasajero, era un amor destinado a durar hasta la eternidad, o al menos eso era lo que le gustaba pensar al chico de cabello anaranjado cada vez que veía la linda sonrisa de Yoongi, a la cual no sería capaz de volver a ver nunca más, pues el dulce chico, su amante eterno, había muerto, y esta vez, no era un sueño.

Tal vez su amor no estaba destinado a prosperar, a decir verdad, desde un inicio las cosas no se habían dado de la manera correcta para que este fructiferara, su relación se había dado en medio del caos y por más que ambos lucharon por mantenerse unidos, la vida siempre había encontrado la manera de separar al uno del otro.

Solo entre aquellas cuatro paredes que guardaban tan buenos momentos, parecía que no existían palabras correctas para describir el dolor que sentía Jimin, no había poder alguno en la faz de la tierra que pudiera calmar la opresión que sentía en su pecho, no importaba cuán divino fuera este, no sería capaz de borrar la cicatriz que se había marcado en el corazón del joven al haber perdido al único hombre que había amado en verdad, el único hombre que lo había amado tal cual era, sin esperar nada a cambio.

Lagrimas bajaban sin cesar por las mejillas del peli-naranja, las cuales limpiaba con desesperación, se sentía perdido, el sentimiento lo abrumaba de tal manera que ni siquiera era capaz de respirar de manera correcta en medio del horrible silencio que lo acompañaba en aquella oscura habitación en la que había compartido tan bellos recuerdos con el mayor, finalmente y sin poder hacer nada para evitarlo, su corazón se rompió por completo al recordar las últimas palabras que le había dicho el mayor antes de partir, las cuales, ninguno de los dos había sospechado que serían las últimas.

-Volveré para casarme contigo aunque la vida y la ley se opongan. - había dicho el mayor con una leve sonrisa, en ese momento lo único que logró Jimin abrumado por sus sentimientos en ese momento fue prometerle al peli-verde que lo esperaría, nunca se imaginó que esa seria la ultima vez que vería al amor de su vida.

Le dolía pensar que no había sido capaz de acompañar a Yoongi en sus últimos minutos con vida, ¿había sentido dolor?, ¿había pensado en él?, ¿se había encontrado con sus padres?, miles de preguntas sin respuesta nublaban la razón de Jimin, quien con el rostro desencajado le reprochaba al cielo con la voz hecha un hilo la partida del joven Min, el cual no había hecho otra cosa más que sacrificar su vida por la de los demás, siempre había sido así desde el primer momento en que su viaje juntos inició, salvándolo del ataque de su vecino y no dudaba que en sus últimos momentos se hubiera sacrificado tontamente por los demás pensando que no había otra alternativa, cuando de seguro la había, siempre la había...