SESENTA Y TRES

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Las horas fuera del refugio pasaban demasiado rápido, la adrenalina y el miedo constante no dejaban de acosar a los hombres que corrían de un lado a otro buscando comida y cualquier cosa que fuera de utilidad para el refugio donde miles de personas les esperaban. Pero aun con la constante amenaza las cosas estaban marchando relativamente bien, ignorando el hecho de que aquellos soldados corrían el riesgo de ser asesinados a sangre fría por seres que una vez fueron como ellos, incluso no era sorprendente que alguno de sus atacantes fuera un conocido o ser querido, por desgracia a esas alturas aquellos hombres se habían acostumbrado a disparar en la cabeza a su vecino, primo o ex compañero de trabajo.

Después de 6 horas afuera del refugio los soldados habían logrado cargar un camión y un par de camionetas con víveres y medicinas suficientes, y lo mejor era que lo habían logrado sin llamar la atención de los infectados con el ruido de los autos, incluso podían jurar que algo los detenía, pues era muy extraño que hasta ahora solo se hubieran topado con menos de dos docenas de ellos, tomando en cuenta que los alrededores estaban completamente infestados por ellos, pero aunque era muy extraño aquellos hombres no podían evitar sentirse aliviados por no tener que enfrentarse a ellos.

-muy bien- dijo el sargento encargado del grupo sin levantar mucho la voz - es momento de retirarnos... - aseguro con una sonrisa. Al escuchar aquellas palabras parte de la tensión que había en los hombros de los soldados desapareció. Habían logrado su cometido sin ninguna baja y probablemente en pocas horas estarían de vuelta en el refugio descargando toda la comida y medicinas que habían encontrado.

Sin perder mucho tiempo todos los hombres subieron a sus respectivos autos y emprendieron el camino de vuelta al refugio donde de seguro los recibirían como verdaderos héroes. Después de conducir un par de minutos el sargento Geun noto un cambio en el ambiente, incluso podía jurar que este se había vuelto más pesado e inclusive que el sol se había ocultado tras una gran nube gris oscureciendo momentáneamente el camino.

-que sucede?... - pregunto un joven soldado que iba en la parte de atrás del vehículo - porque baja la velocidad?...

-algo ha cambiado... -aseguro el hombre de mediana edad

-a que se refiere?... - pregunto el joven empuñando su arma

-a eso... - apunto el hombre hacia la carretera la cual estaba siendo bloqueada por una horda de infectados que corrían a toda velocidad hacia ellos. Aquello era demasiado extraño, era casi como si aquellos seres los estuvieran esperando...

Después de todos aquellos hombres no serian recibidos como héroes...

...

Taehyung estaba luchando con todas sus fuerzas por mantenerse despierto mientras limpiaba uno de los pasillos del almacén. Durante la noche anterior no había podido dormir por culpa de Seokjin y Namjoon, lo cuales no había parado de "pedirse perdón" toda la noche, era realmente bueno que los chicos hubieran arreglado las cosas entre ellos, pero Taehyung se preguntaba si había sido necesario que todos se enteraran de su reconciliación.

-te ves cansado... - afirmo Hoseok quien lo miraba al final del pasillo con el mentón recargado en el palo de la escoba.

-para nada... - aseguro el castaño con un bostezo - estoy tan fresco como una lechuga - continuo limpiándose las lágrimas rebeldes de sus ojos.

-te creo... - sonrió Hoseok divertido - es bueno que los Kim estén bien de nuevo... - dijo bajando la mirada pero sin dejar de sonreír - me dolía ver como sufrían el uno por el otro... - confeso encogiéndose de hombros.

-en serio?... - pregunto Taehyung acercándose al pelirrojo.

-si... - contesto el joven Jung - creo que el amor no debe mezclarse con el dolor... además creo que ellos ya sufrieron demasiado para poder estar juntos.

RESURRECCIÓN |ZOMBIES| (Yoonmin) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora