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Me despierto agitado, sudoroso, avergonzado por la creciente erección que golpea mis pantalones y peor aún por saber que tuve mi primer sueño húmedo con: Kim SeokJin.

—Oh por dios— susurré totalmente apenado al mirar por debajo de mis sábanas y notar aquel bulto. Esta era la primera vez que tenía un sueño de ese tipo, ni siquiera lo tuve con NamJoon estando enamorado de él.
—Eres un tonto, Jimin— me recrimino teniendo que ducharme a las cinco de la mañana.

No había estado pensando de esa manera en él entonces no sé porque lo tuve presente en mis sueños.

Intento volver a dormir pero al no poder en su lugar decidí bajar a estudiar algún libro, desde que salí de la universidad me había vuelto a meter tanto en el mundo de las flores que deje a un lado el estudio y siempre es bueno tener un poco de culto. Pero mientras intento leer, las voces de mis padres suenan desde abajo y también la de ¿Jungkook?.

Bajo y en efecto los tres se encuentran desayunando —¿Qué haces aquí?— preguntó de pronto, reparando en que debí pensarlo y no decirlo en voz alta.

Sin embargo Jungkook me sonríe cínicamente. —¿Acaso no puedo querer pasar un fin de semana con mi familia?

—Jimin no molestes a tu hermano y siéntate a desayunar— rápidamente mi madre sale en su defensa y tal vez estoy actuando mal, después de todo somos su familia.

Tomo asiento junto a mi padre y comienzo a untar mermelada en un pan tostado —¿Y cómo está Nam?. Ese muchacho trabajador— pregunta mi padre.

Observo a Jungkook realizar una mueca. —Eso es justamente su error, se la pasa horas y horas en su empresa que no tiene tiempo para mí.

—Mi vida debes comprenderlo, no es fácil ser el único heredero de toda su fortuna— dice mi madre entre emocionada y triste. Desde que Jungkook paso a ser un Kim, NamJoon deposita dinero para mis padres y ahora pueden volver a darse los lujos que les gusta.

Entonces recuerdo que mis padres son ajenos al tema de que Jin también es un Kim, quién tiene derecho a la mitad de toda esa fortuna que ellos creen disfrutar para si mismos.

—Hermanito, ¿Hoy no viene tu prometido a visitarte?— pregunta Jungkook con un brillo especial en las pupilas.

Y entonces caigo en cuenta de que su único objetivo al venir era poder encontrarse con Jin, ¿Cómo no se me ocurrió antes?

Y cuando estoy a punto de responder a su pregunta, el timbre suena —Tal vez sea él— mi madre se levanta emocionada y corre a la puerta.

Ahora que lo pienso, ¿Qué pasará cuando se entere de la verdad?, No creo que le enoje ya que Jin posee mucho dinero también.

—Justamente es él— mi madre llega arrastrando del brazo a Jin quién parece irritado pero al ver a Jungkook de inmediato su semblante cambia a uno serio sin embargo al verme una sonrisa se posa en su rostro.

Sin evitarlo una extraña sensación se instala en mi estómago, siento mis mejillas arder y bajo la mirada avergonzado.

—¡Mi amor!— exclama y se acerca posando sus labios sobre mi frente. Y aunque me hace sonrojar se que no debo tomarlo enserio, él lo ha hecho para poner celoso a Jungkook, nada más.

Y en efecto, el rostro de Jungkook era tan cómica, estaba enojado y podría jurar que quería separarnos por qué no dejaba de mirar cómo nuestras manos se encontraban entrelazadas. El desayuno fue totalmente incómodo por qué ambos no dejaban de lanzarse miradas llenas de coraje y mi madre de parlotear sobre la boda. Cuando finalmente logré estar a solas en el jardín, Jungkook llegó.

—Ni creas que Jin te quiere. Tú no despiertas deseo en nadie— gruñó enojado y me empujó haciendo que las espinas de los rosales lastimaran la piel de mis brazos.

Hice una mueca de dolor pero Jungkook se acercó intimidandome con su mayor altura. —No eres nada para nadie, ¿Crees que un hombre como Jin puede estar enamorado de ti?, Él está loco por mi, está contigo por mi, no te hagas ilusiones.

—Tú no tienes por qué decirme esas cosas. Jin ahora es mi prometido y tú estás casado con NamJoon— respondí sin titubear, estaba ya acostumbrado a los insultos por parte de mi hermano pero era la primera vez que lo veía tan enojado.

Sus pequeños ojos cafeces me miraban con crueldad y sentí los míos picar, no quería el odio de mi hermano. Pero me estaba cansando de sus insultos y de la manera en la que me trata como si fuese menos, poca cosa.

—No sabía que eras tan cruel, Jungkookie— ambos volteamos viéndonos reflejados en los ojos azules de Jin.

Jungkook me soltó de inmediato y rodeó con ambos brazos a Jin.
—Jinnie, ¿Por qué con mi hermano?. Solo vámonos lejos y olvida todo este teatro que has hecho, ¿Jimin?, Él es demasiado poco para ti.

—Cariño, tú eres peor que basura— se burló Jin con una media sonrisa. Y se acercó mirando las pequeñas heridas de mi brazo.

Observé a Jungkook apretar los puños y sus labios temblar, ¿Tal vez mi hermano de verdad quiere a Jin?.

—Te vas a arrepentir de hacerme esto. Me amas y en cualquier momento vendrás a mi— respondió Jungkook con la voz temblorosa, se dió la vuelta y se fue.

Inmediatamente Jin se alejó de mi y no pude ver su rostro pero juraría se mostraba herido. No comprendo pero quizás ellos se aman pero a su manera y eso me daba miedo, tal vez aún estoy a tiempo de echarme para atrás.

Esta boda no tiene sentido, solo saldré lastimado.

—¿Estás bien?— observé atento a Jin y parecía estar normal, incluso sonreía. —Yo no... sabía lo cruel que podía llegar a ser Jungkook.

—Estoy acostumbrado— murmuré en respuesta.

Y alce la mirada cuando tomo mi brazo entre sus manos posando sus labios sobre la herida y parpade sorprendido. —Vamos, hay que curar eso.

Si él seguía portando se así conmigo sin lugar a dudas... No, solo estoy haciendo me ideas raras.

El pasar tiempo con él me está haciendo equivocarme y pensar en cosas que jamás pasarán. Debo dejar de lado mis emociones y sentimientos para enfocarme en lo que de verdad desea SeokJin, venganza.

Incluso Amándote. Puedo Enamorarme De Nuevo|JINMIN-JINKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora