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El auto de Jin se detuvo frente a una casa de piedra, era un estilo antiguo parecido a un pequeño castillo de dos pisos —¿Aquí viviremos?— pregunté emocionado.

—Si, ¿Te gusta?. Intenté buscar algo que te gustará y el día del viaje dijiste que te gustaría algún día vivir en una casa con estilo antiguo— Jin bajo las maletas de la cajuela y sonrió.

Me sentía aún como si estuviese en un sueño, Jin siendo tan dulce, cumpliendo mis sueños, siendo mi esposo —Me gusta, gracias por acordarte.

Me acerqué a Jin ayudándolo con una maleta pero él me detuvo
—Espera. Tengo una sorpresa para ti.

—¿Una sorpresa?, ¿De verdad?— pregunté confundido y automáticamente cerré los ojos cuando Jin comenzó a atar una tela sobre ellos dejándome sin vista. Su mano tomo la mía y comenzamos a caminar juntos, a pesar de no ver me sentía seguro.

Y lo que sentía no era solo superficial. Era como quería sentirme siempre, cruzar cada obstáculo a su lado. Cuando Jin destapó mis ojos me quedé totalmente sorprendido al ver ese gran jardín lleno de rosas, girasoles y azucenas, un pequeño camino llevaba de nuevo a la entrada trasera de la casa, me gire hacia Jin quien sonrió rascando su ceja con nerviosismo.
—Se que te gustan mucho las flores. Tu compañero de trabajo me ayudó a crear este jardín para ti.

—Es muy hermoso, muchas gracias— respondí y me coloque de puntitas para otorgarle un suave beso en su mejilla.

Pero cuando quise alejarme, Jin envolvió mi cintura con ambos brazos —Quiero hacerte muy feliz Jimin, se que esto comenzó por mi estúpida venganza pero ahora solo quiero que sonrías, que tú corazón puro siempre me pertenezca.

Me sonroje y voltee sin soltarme de su agarre, deje caer mi cabeza sobre su pecho colocando mis manos en su espalda —Y así será, soy tuyo para toda la eternidad.
¿Estoy loco?, Siento que este calor que siento en mi pecho se me saldrá. De un momento a otro estamos queriéndonos tanto que me da miedo.

Querer a alguien es tan hermoso pero tan aterrador al mismo tiempo.

—En ese caso los dos estamos locos, dejemos que estos sentimientos fluyan y no te preocupes— Jin beso mi frente, después de hablar sobre cómo creo este maravilloso jardín, de darle las gracias nuevamente y de unos cuantos besitos, decidimos darnos una ducha para después cenar juntos.

Una ducha que sería de cada uno pero que se convirtió en una ducha juntos. Las manos de Jin recorrían mi espalda con la esponja y avergonzado me mantuve con las piernas juntas sin saber que hacer, estos momentos de intimidad serían muchos de ahora en adelante pero me sentía tan apenado de hacerlo de nuevo de pronto la suave voz de Jin me hizo volver a la realidad.

—Jimin, ¿No te molesta el hecho de que sea un hijo bastardo?— preguntó Jin dejando de mover su mano.

Parpadee sorprendido, nunca antes habíamos tocado este tema aunque tuviese curiosidad por qué es algo muy personal —No, ¿Por qué habría de molestarme?.

—En la sociedad en donde has crecido es mal visto ser hijo de la amante, es como un pecado— Jin recargo su cuerpo contra el mío y suspiré más tranquilo —Cuando era niño todos me veían como un bicho raro, pocos eran los que me miraran con lástima. Odie a mi padre por qué incluso él era reacio a mi, a mí madre.

—¿Nunca los apoyo?— pregunté girando me con algo de dificultad en la tina pero quería mirarlo
—Nunca pude darme cuenta de que el Sr. Kim era una persona cruel.

—No, el corrió a mi madre a penas supo que estaba embarazada, obviamente eso rompería su prestigio así que la echo a la calle. Él era un hombre duro, frívolo pero lo ocultaba detrás de esa mirada dulce, cuando cumplí los quince y después de la muerte de mi madre lo busqué— hizo una pausa mientras me acurruque contra su pecho mojado —El hombre me mantuvo a su lado como un simple sirviente, pero decidí no irme por qué deseaba tener lo que me correspondía.

—Lo siento tanto, pasaste por tanto mi amor— susurré acariciando su espalda y lo escuché reír así que alce la mirada —¿Dije algo malo?.

Jin sonrió negando con la cabeza.
—Dilo de nuevo, me gusta cómo me has llamado.

—Eres un tonto— murmuré sonriendo pero bajé la mirada apenado de pronto el calor se apoderó de mí cuerpo al sentir como el miembro de Jin se había puesto duro —N-no lo talles...— murmuré intentando concentrarme en el baño.

—Lo siento. Tú cuerpo es muy tentador— gemí suave cuando mordió mi oreja y lamió desde mi lóbulo hasta mi cuello dejando un suave beso sobre mis hombros.

Moví las piernas sintiendo mi miembro erecto —J-jin...estoy duro...— confesé avergonzado.

—No te avergüences Jimin, es normal que lo estés. Somos esposos así que acostumbrate a esto— asentí ante el suave hablar de Jin y dejé que me tocará como quisiera, era asombroso el como con tan solo sus manos me hacia sentir en la gloria.

Finalmente terminamos el baño y después de que me ayudará a deshacerme de mi problema, me cargó en sus brazos para llevarme a la cama, me recostó con suavidad admirando mi rostro mientras secaba mi cabello —¿Puedo secarte el tuyo?— pregunté.

—Pero a cambio me das un beso— sonrió coquetamente y al sentir como mi cara quedó roja, él me golpeó con su dedo en mi frente negando con la cabeza
—Ire a preparar la cena, cámbiate, no me gustaría que te resfries.

Una vez me quede solo me tiré en la cama acariciando las sábanas de satín, en serio esto se sentía tan irreal. Jin me quiere, me acepta, me toca y me desea, también ha comenzado a tenerme confianza. De un momento a otro saco totalmente de mi corazón a NamJoon pero seguía teniendo miedo de perder la cabeza por Jin y no tener un final feliz a su lado.

Incluso Amándote. Puedo Enamorarme De Nuevo|JINMIN-JINKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora