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«Sus manos me queman, su voz áspera me hace sentir náuseas»

Me levanto de golpe, sudado y temeroso, busco con mi mano a NamJoon pero no lo encuentro a mi lado así que observo el reloj y en efecto ya es media noche. Me colocó una camisa de mi esposo y me dirijo a la cocina por algo de beber, estoy asustado de que las pesadillas vuelvan. Entre la oscuridad de la sala puedo divisar el cuerpo de NamJoon sentado en el sillón con una copa de vino en su mano.

—¿Qué haces aquí?— pregunto acercándome y rodee su cuello sintiéndolo tenso.

Bajó la luz de la luna observé su rostro serio, como nunca antes lo había visto —¿Amor?— lo cuestione de nuevo y me agache acariciando sus muslos.

Entonces de un momento a otro, los labios de mi esposo estaban sobre los míos, presionando con posesividad y me sorprendí en cuanto su caliente lengua ingresó recorriendome por doquier, sus grandes manos me tomaron de la cintura, jadeante enrede mis dedos en sus cabellos subiendo hacia su regazo pensando que está noche, tendríamos de nuevo relaciones sin embargo, él solo dejó caer su rostro sobre mi pecho apretujándome en sus brazos —Te amo. Solo te amo a ti. Eres el único capaz de hacerme sentir tan enamorado.

—¿Qué pasa, Namie?— le pregunté de nuevo acariciando sus cabellos platinados.

Entonces la tensión de nuevo volvió a su cuerpo y está vez me miro directamente a los ojos pero se quedó callado, solo aspirando mi aroma y por primera vez, estuve más que satisfecho con sus mimos, calmando el miedo en mi interior por sentir las pesadillas regresar. La calma venía a mí en cuanto sus labios susurraban mi nombre.

—Vamos a la habitación, quiero dormir entre tus brazos— susurré como un pequeño rodeando su cuello.

Y NamJoon beso mi nariz abrazándome como si fuésemos unos recién casados y me llevo a la habitación. Incluso, en esta noche dejé de pensar en Jimin o en Jin, era tan extraño pero solo quería conservar este tiempo juntos.

—Descansa mi amor— él sonrió presionando nuestros cuerpos juntos y nos quedamos dormidos, juraría, casi al mismo tiempo.

Y por la mañana, al despertar busqué con desespero el cuerpo de NamJoon, suspiré al verlo dormir profundamente, llevé mis dedos hacia su rostro deslizando los por todo el contorno de su cara pero me alejé abruptamente al darme cuenta de que yo no debería estar haciendo esto, ¿Por qué siquiera sonreía alegremente y sentía esto al ver a NamJoon?.

Se supone que yo no siento nada.

No debería sentir nada.

Si hay alguien que me gusta ese es: Jin.

Él debe ser para mi, ese es mi propósito, quitarle a Jimin lo que es mío, no suyo.

Finalmente, después de que NamJoon se fuera a trabajar, me arregle y dirigí a la floristería que SeokJin había puesto para Jimin. Sabía por parte de mi madre que Jin había hecho eso para satisfacer a mi hermano, pensaba que era una tonta idea de derrochar el dinero pero que más daba, a Jimin siempre le han gustado cosas tan absurdas como las flores.

«las flores» un escalofrío me recorrió al recordar la manera en la que Jimin siempre se ve feliz entre las flores, ¿Por qué él y no yo?. Esa pregunta siempre me pasó por la mente una y otra vez, aquel día, no debí ir yo. Pero, ¿Por qué no llegó?. Mientras mi pureza me fue arrebatada, ¿Dónde estaba Jimin?, ¿Y dónde estuvo después?. Él simplemente me abandono siendo ajeno a mi dolor, viviendo feliz entre las flores mientras yo me rompía entre ellas.

—¿Jungkook?— voltee de inmediato al reconocer la voz de Jin.

Y allí el me miraba con las cejas juntas obviamente fastidiado al verme pero sonreí. —Hola cariño.

—¿Qué haces aquí?. No eres bienvenido en este lugar sagrado para mi esposo— bufó remangando las mangas de su camisa y acomodando sus gafas

Me quedé callado ante sus palabras, ¿Lugar sagrado? —¿De verdad te has enamorado de él?— pregunté con burla.

—¿Por qué sigues volviendo a mi, Jungkook?— preguntó sonriendo con cinismo —Lo que hubo entre nosotros fue sexo, nada más que placer. Lo que Jimin me da ahora es algo mucho más valioso que lo carnal, es amor, nos amamos. Así que por favor, no intentes nada de nuevo, por qué no funcionará. Creo en él.

Me mordí el interior de mi boca sintiendo mis ojos picar, ahí venía de nuevo la pregunta, «¿Por qué Jimin?» —¿Ni siquiera que observe el retrato de su amado cada vez que termina de hacerlo contigo?.

—¡Deja de intentar meterme ideas!. Ya no caeré en tu juego, ahora lo sé, fuiste tú— solté un jadeó en cuanto me tomo de los hombros con brusquedad zarandea do mi cuerpo como si de un muñeco se tratase —Confío plenamente en Jimin. Él no es como tú, fingiendo inocencia cuando no la tienes. ¡Vete!.

Jin me soltó y golpee mi espalda contra la maya de flores, me miro con desdén antes de perderse entre aquellas flores apestosas. Y rompí en llanto golpeando y pateando todo, de pronto todo se volvió oscuro a mi alrededor y me mareé en demasía, desplomando me en el suelo, sintiendo lo caliente del pavimento y no supe más de mi.

 Y rompí en llanto golpeando y pateando todo, de pronto todo se volvió oscuro a mi alrededor y me mareé en demasía, desplomando me en el suelo, sintiendo lo caliente del pavimento y no supe más de mi

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Incluso Amándote. Puedo Enamorarme De Nuevo|JINMIN-JINKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora