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El médico toma la presión y temperatura de mi esposo, este solo se mantiene con la mirada perdida y la culpabilidad por haberme besado con otro me estaba pesando —Es todo— dice al fin el médico guardando sus utensilios, observa a Jungkook y luego dirige de nuevo su mirada hacia mí —¿Podemos hablar, Sr. Kim?.

—Claro— respondí de inmediato y salimos de la habitación. Una vez en el pasillo, él médico suspiró acomodando sus gafas. Por la seriedad en su mirar comencé a sentir miedo —¿Mi esposo está bien?.

El suspira de nuevo —Necesita unos análisis de inmediato, los síntomas de su esposo podrían ser algo mucho peor que estrés. No estoy seguro, no puedo asegurarlo y no quiero darle un diagnóstico erróneo.

Sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal y un nudo formarse en mi garganta. —Comprendo, haremos los análisis cuánto antes.

—No se preocupe, puede ser una falsa alarma pero no lo dejemos pasar— él médico sonríe palmeando mi hombro.

Entre de nuevo a la habitación y él ya se había quedado dormido, me acerqué recostando mi rostro sobre su pecho escuchando su pausada respiración entonces mis lágrimas comienzan a caer sin querer detenerse, ¿Qué haría si lo pierdo?. Por favor, que no se trate de nada grave.

Por la mañana llame a la oficina para informar que no iría, ayude a Jungkook con su baño y después de abrigarlo bien, nos dirigimos al hospital, sostuve su mano pero a pesar de que quería mostrarme fuerte, no pude dejar de temblar. Y lo más preocupante era que él no decía nada, parecía perdido en otro mundo, en otro lugar ajeno a el mío.

—Amor, ¿Cómo te sientes?, Por favor mírame y hablame— murmuré tomando sus mejillas entre mis manos y uní nuestras frentes.

Pero Jungkook se alejó mirando por la ventana —¿Voy a morirme?.

—¿Qué?, ¡No digas eso!, ¡Tú vivirás por mucho, mucho tiempo!— exclamé totalmente seguro de mis palabras, abrazándolo con fuerza.

Y después de esperar las horas más largas de mi vida, recibimos juntos los análisis. Asustado, nervioso analicé el rostro del médico mientras leía los resultados y justo cuando creí ver el dolor, él sonrió mirándonos a ambos.

—Por dios, no hay nada malo en el cuerpo del joven pero si hay un motivo por el cual la falta de apetito, los mareos y la deshidratación— él médico nos miró curioso y tome la mano de Jungkook con fuerza—Felicidades, serán padres. Está usted esperando un bebé, joven Jungkook.

Toda la ansiedad y miedo que sentía se convirtio en la mayor felicidad que hubiese sentido antes, voltee hacia mi esposo buscando su mirada pero Jungkook soltó mi mano con brusquedad y salió del consultorio sin decir nada, de inmediato lo seguí, alcanzandolo antes de que subiera al elevador.

—Mi amor, ¿Qué pasa?, ¿No estás feliz?— pregunté emocionado.

Pero de nuevo, él me alejó
—¡Yo no quiero un hijo!, ¡Hubiese preferido morir a tener un hijo!.

—¿Qué te pasa?, ¡No digas tonterías!. Es un bebé, nuestro bebé— lo tome de los hombros buscando su mirada
—Jungkook, juntos lo cuidaremos.

Pero Jungkook me alejo con fuerza y bajo la mirada —Este hijo no es tuyo. Es de SeokJin.

No. Esto es mentira, ¿SeokJin?, ¿No se supone que ama a Jimin?
—¿Qué rayos estás diciendo, Jungkook?.

—¡Lo que oíste!. ¡Antes de casarme contigo Jin y yo eramos amantes, no hemos dejado de vernos por qué nos amamos!— me gritó a la cara aquellas palabras tan crueles.

—¡Es mentira!— grité de vuelta.

—¡No lo es!. SeokJin es mucho más hombre que tú— escupió aquellas palabras tan hirientes y dejando de pensar, golpeé su mejilla. Y cegado por el odio tome una decisión.

Así que la verdadera razón por la cual Jin fue a la mansión no fue Jimin, fue Jungkook, «compartimos más que la sangre, namjoonie», ¿Así que a eso se refería ese bastardo?. Tomé del brazo a Jungkook con fuerza y una vez afuera, lo metí a empujones al auto, totalmente furioso arranqué y ni siquiera pensé en la velocidad en la que iba e ignore las súplicas de Jungkook para bajar la velocidad, después de todo si moría no me importaría, yo solo pensaba en matar a SeokJin con mis propias manos.

 Tomé del brazo a Jungkook con fuerza y una vez afuera, lo metí a empujones al auto, totalmente furioso arranqué y ni siquiera pensé en la velocidad en la que iba e ignore las súplicas de Jungkook para bajar la velocidad, después de todo si moría ...

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Buscando entre las cajas de cosas de mi infancia encontré varias fotografías de Jungkook estando conmigo, sonrientes, vestidos incluso de la misma manera
—¿Es Jungkook?.

Me sobresalte al escuchar tan cerca la voz de mi esposo y asentí
—¿Nos vemos tan felices, verdad?. No sé, no encuentro la razón del por qué nos alejamos.
He intentado pero tampoco tengo muchos recuerdos sobre nuestra infancia, todo es después de mi viaje a Italia, en secundaria. Recuerdos sobre mi vida después de ello, y en dónde al volver, todo era odio de su parte.

—¿No paso algo en ese transcurso?. Cariño, es extraño que no recuerdes, ¿No?— preguntó Jin acariciando mi mejilla.

Y aunque antes pensaba que era algo normal ya que muchos no recuerdan cosas sobre la niñez, últimamente como Jin dice se me hace extraño, soy más grande que Jungkook sin embargo, siento que él recuerda mucho más que yo, ¿Qué es eso lo que te hace odiarme?, Quisiera preguntarle pero tengo miedo.

De pronto el fuerte sonido de un  auto golpear contra otra cosa nos alertó por lo que salimos de inmediato a ver de se trataba. Y grande fue mi sorpresa al ver el auto de NamJoon contra el árbol fuera de nuestra casa.

—¡Jungkook!— grité al verlo salir con algo de sangre en su cabeza.

Pero justo cuando iba a acercarme NamJoon bajo con una mirada tan aterradora y no pude ni siquiera reaccionar cuando ya se encontraba golpeando a Jin con extrema rudeza, totalmente ido, totalmente enojado.

—¡Detente NamJoon!— intenté separarlos pero me golpeó casi haciendo que me cayera.

—¡Voy a matarte!. ¡Te metiste con mi esposo, maldito bastardo!— gritaba furioso. Jin parecía no querer devolverle los golpes.

Observé a Jungkook y este solamente sollozaba. ¿Qué había hecho esta vez?.

Incluso Amándote. Puedo Enamorarme De Nuevo|JINMIN-JINKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora