Incluso Amándote. Puedo Enamorarme De Nuevo|JINMIN-JINKOOK

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Me revolví en la cama sin ganas de seguir durmiendo, así que salí a pie descalzo hacia la sala y fruncí el ceño al toparme con aquella escena: Las manos de SeokJin apresan la cintura de mi hermano mientras sus labios se desgastan en un apasionado beso.

Carraspeo la garganta llamando la atención de ambos. —Soy un invitado aquí, eviten traumarme de esa manera.

—L-lo siento, ¿Quieres desayunar?— preguntó JiMin con las mejillas totalmente rojas evitando mi mirada.

Asiento rodeando la mesa y tomó asiento frente a Jin, él me mira mientras muerde una fresa
—¿Cómo te sientes?, ¿Ya tomaste la medicina que el médico te dió?

Ruedo los ojos ante la preocupación de Jin y es que aunque me gustaba tener la atención de ambos, que me sobre protegieran me molestaba, todavía me faltaba para ser más considerado y alguien que agradezca lo que tiene —No, prefiero tomarlo con comida por qué luego me cae pesado.

—Entonces, adelante— dice JiMin colocando un plato de comida frente a mi y acaricia mi mejilla. Desvío la mirada algo apenado, tener estos tipos de acercamiento con él me hacen sentir incómodo, después de todo hace diez años que no éramos tan cercanos.

Me dedico a comer pero no puedo evitar prestar atención a la pareja, JiMin quiere seguir atendiéndonos pero Jin lo hace sentarse y ah, son pura dulzura así que si sigo viéndolos me dará diabetes.

—Kookie— alcé la mirada cuando de nuevo JiMin posó su atención en mi —¿Has pensado cómo le pondrás al bebé?.

Me quedo mudo ante la mención del bebé, «el hijo de NamJoon» de pronto mi estómago se revuelve al pensar que seguramente ahora él está con otro, haciéndole el amor como me lo hacia a mi —No quiero tenerlo, sigo firme con esa decisión. Si quieres te lo regalo.

Un gran e incómodo silencio nos invade, puedo ver preocupación en JiMin y lástima en Jin —¿Qué?, ¿No dijeron que querían tener hijos?— me defiendo ante esas miradas acusadoras.

—Queremos tener pero propios ya que, él es un pedacito de ti— rápidamente JiMin responde con una sonrisa.

—Puede que ahora no lo quieras, y sabemos que estás afectado por todo pero aprenderás a amar a tu hijo por qué es tuyo— Jin sonríe dulcemente. — Pero no podemos obligarte a nada, la decisión es solo tuya.

Me dedico a seguir comiendo y ellos saben que no me harán hablar más así que siguen con sus cosas. Es extraño para mí el vivir entre esta atmósfera tan amorosa entre los dos, en casa mi madre solo habla de dinero, mi padre ni habla y con NamJoon...

«te amo, solo te amo a ti, eres el único capaz de hacerme sentir tan enamorado». Para él ahora no soy nada, ya no valgo ni un poquito de lo que valía para él, NamJoon no volverá a mirarme con aquellos ojos llenos de amor.

—¿Has pensado que harás con NamJoon?— pregunta JiMin dejándome una toalla y me meto más en la bañera.

Volteo a verlo acomodar mi ropa en el estante y suspiro —No sé si quiera darme el divorcio pero no quiero que vuelva a golpearme, solo no regresaré a su lado nunca más.

Me sorprendo en cuanto veo a mi hermano inclinarse para seguir lavando mi cabello —¿Recuerdas cuando hacíamos esto juntos?.

—No— miento y JiMin sonríe nostálgico, dejándome solo en el baño, me dejó caer dentro del agua —Claro que lo recuerdo, Jiminie...

Recorrí el cuerpo de Taehyung de nuevo, su piel canela chocó contra la mía en una fusión apasionante, sus gemidos se volvieron mi adicción durante toda la noche. No he vuelto a casa desde hace dos días, solo he estado con Taehyung, llenando el vacío de mi interior con él.

—¿Nam?— pregunta Taehyung mirándome fijamente.

Beso su frente y me finjo dormir, no quería responder preguntas o pensar en lo que estaba haciendo. Solo quería mantenerme ajeno a mi situación . Y cuando, se durmió profundamente, salí de su departamento para dirigirme a mi casa, “la casa en donde me espera Jungkook” aquel que creía mi hogar. Qué ridículo. Al llegar, todo se encuentra oscuro pero decidí no asustarme, él ya no me preocupa, seguramente está ahí como si nada durmiendo plácidamente mientras yo me muero por dentro.

Pero aquella sensación de calma no llega en cuanto veo que Jungkook no se haya en la cama, ni rondando en la cocina, ni en el baño, me deslizo sobre el colchón oliendo su aroma en las sábanas.

¿Dónde estas Jungkook?. Es cierto, no debo preocuparme, seguramente está por ahí divirtiéndose de cama en cama. Pero no permitiré que me siga faltando al respeto, aún hay un papel que nos une. Aún tengo derecho sobre él, aún Park Jungkook me pertenece total y absolutamente.

De pronto el timbre de la casa suena y de inmediato corro abrir, en efecto como pensé, Jungkook se encuentra ahí, mirándome con aquellos grandes ojos negros y antes de que diga algo lo tomo del brazo jalandolo hacia adentro —¿Dónde estabas?. Te dije que no podías salir.

—¡No me toques!— exclamó asustado. Y retrocedi mirándolo confundido.
—He venido por mis cosas, me voy. Y te haré llegar los papeles de divorcio.

—¡No, tú no me dejas!— grite tomando con fuerza su cuerpo y lo tiré sobre el sillón. Furioso, nervioso y temeroso, ¿Por qué me está dejando si fue él quien me engañó? —¡Eres mío!

Comencé a besar con brusquedad su cuello y él intentaba alejarme, con toda la fuerza intentó alejarme pero en el forcejeo rompí su camisa así que me detuve.

¿Cuándo me convertí en esto?

¿Por qué lo estoy lastimando si lo amo tanto?

—Amor...— murmuré tembloroso y me incliné abrazando su frágil cuerpo. Tan débil, tan vulnerable —P-perdón, no quise...

—¿Ibas a obligarme a tener relaciones contigo?— preguntó ladeando la cabeza sin dejar de derramar lágrimas —¿Por qué?, ¿Por qué eso?.

Sin saber que hacer rompí en llanto abrazándolo a mi cuerpo pero muy en el fondo sabía que esta relación ya estaba acabada. Yo lo lastime y él me lastimó, era hora de decirnos adiós.

Y probablemente era un adiós para siempre. Ya no quería seguir lastimando lo.