Cafés

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-¿Pero quién te crees para interrumpirme?

-¡¿Que quién me creo?! ¿qué hubiera pasado si en vez de ser yo, es un periodista en la puerta de tu casa? no eres anónima hermanita, tienes una casa para hacer lo que estabais haciendo. -y aunque no quiero, tengo que darle la razón. Aún así, rechisto.

-Son las cinco de la mañana, no hay nadie en la calle, ¡nadie! no tendrías que habernos interrumpido de esa manera.

-Demet, ¿sabes lo que puede pasar si os pillan follando en un coche? ¿eres consciente?

-Si, pero.. Espera. ¿Qué haces tú aquí a estas horas? -miro el móvil y veo que tengo numerosas llamadas perdidas de él y de mi hermana. -¿Qué ha pasado?

-Mamá está en el hospital.

*****

Por el camino Volkan me va contando lo que le ha pasado a nuestra madre. Miro el móvil de vez en cuando, para ver si Can ha contestado mi mensaje o siquiera lo ha leído. Negativo. Nada de nada. Resoplo y me exaspero. Respiro hondo intentando tranquilizarme pero nada funciona. Mi hermano me mira de hito en hito y cuando ve que peleo con el cinturón de seguridad en un ataque de nerviosismo, baja hacia abajo la ventanilla del coche y sube a tope la música. Escucho la voz de Aretha Franklin que consigue envolverme con cuidado, enfoco los nervios en sus palabras, dejando que me calmen poco a poco. Cuando lo consigo, miro a mi hermano para darle las gracias y él me sonríe con cariño. 

Al llegar al hospital todo está en sumo silencio, los enfermeros andan de un lado para otro revisando su busca y otros pasan colocándose la casaca o con un simple café entre las manos. Frunzo el ceño cuando respiro al entrar, huele demasiado mal. Me estremezco al pensar la de veces que hemos estado aquí por distintos motivos, odio los hospitales, y siento ganas de llorar por tener que ver a mi madre aquí, en vez de haber ido a verla. Miro a Volkan, buscando apoyo, pero anda unos pasos por delante de mí y no se da ni cuenta.

Cuando llegamos a la planta, vamos a observación y observo por la pequeña ventana de la puerta a las personas que están allí. Varias máquinas y bolsas de medicamentos me saludan desde su puesto, como si no recordara dónde estoy. Volkan abre la puerta con cuidado y asoma la cabeza, esperando a algo. Lo se inmediatamente. Una enfermera menuda, alta y morena se acerca hacia nosotros con pasos silenciosos, sus delgadas manos sujetan un fonendoscopio, que rápidamente se lo cuelga en su cuello. Mi hermano da varios pasos hacia atrás y la enfermera sale para poder hablar con nosotros. Volkan le pregunta acerca de mi madre.

-Está bien, el golpe en la cabeza ha sido fuerte y sólo necesita estar aquí esta noche. No puede dormir y no es recomendable que beba ningún tipo de líquido ahora mismo. -su voz suena autoritaria y asiento con cuidado. -Es mejor que no paséis a verla, hay otros pacientes y no se puede interrumpir su descanso.

-¿Y cuándo podemos verla? ¿mañana sale, no? -mi voz suena temblorosa y me retuerzo los dedos con nerviosismo.

-Sí, si todo va bien esta noche mañana a primera hora tiene el alta para irse a casa. No se preocupen, ahora mismo todo está bien.

-Vale, muchísimas gracias... Belma. -la enfermera sonríe con calma y eso junto a sus palabras, hace que me tranquilice.

Mientras esperamos, tomamos un café en la cafetería del hospital. Volkan me hace un tercer grado sobre mi relación con Can, preguntas que no tienen demasiada respuesta ya que nuestra relación se basa en una amistad y poco más. Volkan se ríe ante lo que le digo y aunque insisto en que es así, él no me cree. A decir verdad, ni yo me creo. Doy vueltas a mi café, ya medio frío y arrugo la nariz ante la idea de bebermelo. Me muero por un te caliente. Can aparece por mi cabeza y sonrío recordando el día del rodaje en la playa, creo que ese fue el momento en el que decidí hacerle más caso a mi corazón que a mi cabeza.

-Hermanita, se te cae la baba... ¿En quién piensas?

-En Can. - lo digo sin pensar y la risotada que suelta mi hermano, hace que me de cuenta de lo que he dicho. - No no, esto.. No es.. - me tapo la boca con las manos antes de decir algo más y mi hermano se ríe más alto.

-¿Estás enamorada hermanita? - le miro y pienso si decírselo, pienso y vuelvo a pensar. Allá va..

-Sí. Le quiero mucho, mucho Volkan. ¿Cómo se puede querer a alguien tanto en tan poco tiempo? - apoyo la cabeza en la mano, cansada.

-Tienes que tener cuidado con él, tiene novia nueva cada semana, ¿crees que te conviene de verdad?

-Es famoso, guapo, está bueno y está de moda. -me pongo a la defensiva. -Es normal que cada semana pongan que tiene una novia nueva. -y esta vez lo repito más para mí misma, que para él. -Es normal.

-Sólo ten cuidado, no quiero que lo pases mal.

-Ya lo he pasado mal con Seçkin y fui con cuidado, ahora solo quiero escuchar un poco a mi corazón y dejar que las cosas vayan pasando.

-Sabes que te voy a apoyar, estés con quien estés, pero si te hace algo, lo más mínimo, lo mataré.

Y como si se lo hubiera dicho en sus narices, un mensaje de Can llega a mi móvil. Sólo veo su nombre y aunque no lea lo que pone, sonrío. Mi hermano pone los ojos en blanco y decido ignorarlo, así que cojo el móvil y me dispongo a leer.

Acabo de llegar a casa, he salido con Burak y unos amigos. Todo bien? Te echo de menos ✅✅

Contesto con rapidez, antes de que le de tiempo a dormirse.

Mi madre está en el hospital. Nos vemos mañana??? ✅✅

La respuesta de Can llega segundos después.

Mañana voy con Burak a navegar, te quieres venir? ✅✅

No no, pasa tiempo con él. Ya nos vemos. ✅✅

Can lee el mensaje y espero durante unos minutos su contestación, contestación que no llega. Me doy por vencida y pido otro café para aguantar el resto de la noche, me recuesto sobre la silla y me pongo los auriculares al máximo volumen. Gamzelim suena la primera en mi lista de Spotify y los recuerdos del coche vuelven a mi mente. Repiqueteo con los dedos de las manos sobre la mesa, siguiendo el ritmo, tal y como había hecho Can sobre el volante del coche. Cuando estoy a punto de cambiar de canción, una mano pasa por delante de mi cara y me quita los cascos del tirón, dándome un susto de muerte. ¿Qué cojones...?

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Hola!!

Es un capítulo un poco pesado, pero era necesario! Espero que aun así os guste..

Nos vemos el miércoles en un nuevo capítulo que va a ser...una bomba.

Mi mejor destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora