Mi mejor destino

Paparazzi

Pasamos toda la tarde hablando y paseando por el parque, hasta que empieza a anochecer. El cielo se tiñe de un naranja rojizo mientras cruzamos el puente de nuevo. Can conduce con una mano mientras juega con mis dedos con la otra. Regresamos en silencio, tranquilos, felices por esta pequeña escapada. Cuando estamos llegando a casa, Can se gira hacia mí.

-¿Qué vas a hacer esta noche?

-Voy al cumpleaños de Özlem.

-Vamos al cumpleaños de Özlem.

-¿Vamos?

-Sí, a mí también me ha invitado.

****+18****

Me pongo con rapidez el vestido negro que me ha traído Beste de la nueva boutique que vimos juntas el otro día. Mientras me maquillo y arreglo mi pelo, mi mejor amiga me cuenta que ha conocido a un chico guapísimo en una cafetería. Me río con sus ocurrencias y comentarios mientras sus babas llenan el cuarto de baño. Miro la hora una y otra vez mientras mi amiga habla sin cesar y maldigo a Can por haberme entretenido tanto. Claro, como él no necesita maquillarse..

>Me sobra media hora y aprovecho para pasarla con mi amiga, esta vez me toca hablar a mí y le cuento el día que he pasado con Can y lo que le gustaron los regalos mientras nos tomamos una copa de vino sentadas en el sofá.

-Entonces, ¿todo está arreglado entre vosotros? -pregunta Beste entre pequeños sorbos.

-Bueno, sí. En realidad no hemos hablado nada.

-A veces no hace falta hablar nada, habéis perdido mucho tiempo enfadados por terceras personas y por tonterías.

-Es que la mataría, te lo juro que la mataría. ¿Tú has visto las cosas que sube a sus redes sociales? no se cansa de tocarme el..

-Vale, vale. -interrumpe Beste. -¿Quién está con Can? ¿Tu o ella?

-Yo.

-¿Entonces?

-Pero ha estado con ella.

-Pero ya no lo está. -mi amiga apoya su mano sobre mi hombro. -Can te quiere a ti y si no entierras el capítulo de Elif y la ignoras, nunca vas a ser feliz con él y algún día se va a cansar.

-Lo intentaré.. Te lo prometo.

-Habla con él y me dices. Venga, que vas a llegar tarde al final. 

.....

La música suena a un ritmo frenético haciendo que me balancee sentada en la silla mientras cenamos. El local está a reventar de gente que va y viene con copas en la mano mientras mueven sus cuerpos al ritmo de la música. Los flashes de los móviles vuelan sobre nuestras cabezas y a pesar del ruido de la música se escuchan algunos comentarios sobre nosotros. Miro a mi alrededor, algunos de mis compañeros de Erkenci Kus presiden la mesa; a mi lado se sienta Asli, la guionista, y enfrente Can. 

>Él come en silencio mientras sonríe por algún comentario que sueltan por encima de la mesa, se desabrocha los dos primeros botones de la camisa blanca y se quita la gabardina marrón con brusquedad. Me hago un moño con rapidez, muerta de calor, mientras le miro con atención.

Al acabar de comer nos vamos hacia la barra, me pongo a hablar con una amiga que hacía tiempo que no veía. Ella me abraza con afecto y hablamos un buen rato mientras nos ponemos al día. Un antiguo compañero de set entra al local y mi amiga me lo hace saber mientras lo señala con la cabeza, disimuladamente, le miro de reojo y doy las gracias a dios de que no me haya visto.