A las cuatro de la mañana, decidimos darnos un descanso y cenar. Can no para de sonreír y a mí me duelen las mejillas de hacer exactamente lo mismo. El olor de la pizza me envuelve y hacen que me suenen las tripas. Comerme a Can no me ha quitado el hambre, vaya. Sonrío. Me levanto con pesadez del sofá y voy hacia la cocina. La espalda desnuda de Can me da la bienvenida cuando entro y me fijo en los arañazos que le he dejado. Somos unos salvajes. Mi risa alerta a Can de que estoy ahí y se gira hacia mí con una sonrisa que ilumina toda la casa. Me acerco lentamente y pongo las palmas de las manos sobre su pecho.
-Te quiero, Can Yaman.
*****
Can me mira con una expresión medio sorprendida y medio incrédula que hace que me ría. Sin dejar de mirarme cubre mis manos con las suyas y aprieta suavemente contra su pecho, noto el latido de su corazón a toda velocidad y le miro interrogante.
-¿Estás segura?
-Can por el amor de Ala.. Claro que estoy segura.
-Entonces, ¿vas a ser mi novia?
-Lo seré, pero no ahora ¿vale? -frunce el ceño como si fuera un niño pequeño que no entiende nada. -Vamos a hacer las cosas bien, vamos a ir despacio. Veamos primero si puede funcionar..
-¿Cómo no va a poder funcionar? ¿acaso no funciona ya?
-Bueno Can, si por funcionar te refieres a dos o tres momentos y esta noche..
-No, no me refiero a eso. Lleva funcionando meses o soy yo que estoy loco. No actúo una mierda Demet y se que tú tampoco.
-Pero seguimos bajo un guión, actuando como ellos, nuestros sentimientos son reales pero tenemos que ver el día a día real, no puedes guiarte por cómo nos va grabando en la serie. -me cruzo los brazos y levanto la cabeza haciéndole frente, lo tiene que entender. Él levanta los brazos y sonríe de medio lado.
-Vale, vale. -dice echándose hacia atrás. -¿Estoy siendo un irracional no?
-Sí, estás siendo un; unga unga, Demet ser mía, ahora o nunca, unga unga. -él se ríe, niega con la cabeza y aunque intento estar seria, me río con él.
-Está bien, lo pillo. Lo siento por ser un ser unga unga e irracional. -Can se agacha, dejando su cara a la altura de la mía y pone una mueca de tristeza sacando el labio inferior, como un bebé. Adorable. -¿Me perdonas?
-Claro que te perdono. -acerco mi cara a la suya y le doy un beso en los labios que me sabe a gloria. -Venga, saca la pizza del horno que me muero de hambre.
-¡Demet! -me detengo en el marco de la puerta y me giro para mirarle. -Yo también te quiero, lo siento por ser un unga unga.
Le sonrío con ganas y me voy de la cocina antes de abalanzarme sobre él y quedarnos sin cenar. A los pocos minutos llega con dos pizzas recién hechas, me fijo en que la mía no tiene cebolla y me dan ganas de llorar cuando recuerdo el segundo día de set, hace un par de meses.
*Flashback*
Mientras todos comen las pizzas que han traído, me afano en leer mis líneas de hoy para memorizarlas y olvidar así un poco el hambre que tengo. Sólo tenemos diez minutos para comer y no me da tiempo de ir a ningún sitio a por comida. Can se acerca hacia mí con un té de más y le doy las gracias.
-¿No comes nada?
-Ya he comido.
-Juraría que no te he visto probar bocado en toda la comida, sólo tenemos diez minutos de descanso hoy, deberías de reponer fuerzas. -así que me ha estado vigilando, bueno..
-Vale, no he comido nada. -Can alza las cejas, invitándome a seguir hablando. -Es que no me gusta la cebolla y todas las pizzas que han traído tienen cebolla, no puedo con ella.
-¡¿Una cebolla va a vencer a Demet Özdemir?! -me río ante su tono de voz y me encojo de hombros.
*Fin Flashback*
Can mueve su mano de arriba a abajo por delante de mi cara, intentando llamar mi atención. Vuelvo en mí y sonrío al ver que se acuerda de lo que le dije, gracias a Ala porque tengo mucha hambre.
-¿Pasa algo? -Can me mira con el ceño fruncido, esperando a que le cuente lo que pasaba por mi mente.
-Estaba acordándome del segundo día del set cuando te confesé que no me gusta la cebolla.
-Tendrías que haberlo dicho en el set, me estaba matando verte trabajar sabiendo que no habías comido nada.
-No me pasó nada. -encojo los hombros y él suelta el trozo de pizza que se estaba llevando a la boca.
-Te llega a pasar algo y no tienen piernas para correr. -me río y él niega con la cabeza. -Desde entonces siempre había una pizza sin cebolla, cortesía de la casa.
Abro la boca estupefacta, contenta por resolver uno de los misterios que tenía en la cabeza. Me acerco a él y le rodeo con los brazos, apretándolo contra mi con fuerza. Can se ríe y suelta un comentario sobre la poca fuerza que tengo pero no le hago ni caso, sigo pegada a él como un koala hasta que comienza a rugirme la barriga y decido atacar la pizza.
....
Por la mañana llegamos al set por separado, cada uno en nuestro coche. Hemos acordado llevarlo en secreto lo máximo posible hasta que estemos juntos de verdad. Las palabras de Can acerca de que no quiere esconder nada se repiten una y otra vez en mi cabeza pero decido ignorarlas e intentar seguir haciendo las cosas a mi manera, despacio. Cuando entro a la oficina donde grabamos cada día veo que Can se va con su estilista a la caravana para elegir el vestuario de hoy y yo busco con la mirada a la mía mientras doy los buenos días a cada persona que me cruzo por el camino. Al fondo de la oficina veo a Anil, que me saluda con ganas.
-¿Qué tal esas mini vacaciones en Bodrum? -abrazo a Anil con cariño.
-Tranquilas. ¿Y tus vacaciones? ¡estás mas morena!
-Han estado bien.. He tomado mucho el sol, tenía que aprovechar.
-No suenas muy convincente, ¿qué ha pasado?
-Cosas con Can, muchas cosas con Can. ¡Ay Anil si supieras! ya te contaré.. -Anil abre los ojos como platos y me agarra de los hombros.
-¡No puedes dejarme así! -dice con entusiasmo, mientras me sacude.
-Vale, empiezo..
Hago un resumen sobre mis pequeñas vacaciones contándole lo que ha pasado con Can y nombrándole por encima lo de mi madre, hecho que acabó en un susto y poco más. Con cada cosa que le cuento a Anil alucina, le pongo al día sobre todo y cuando le hablo sobre Elif suelta de todo por su boca, y no precisamente cosas buenas. Él también me cuenta cosas sobre sus vacaciones mientras nos hinchamos de té en una esquina de la oficina, y me pide opinión sobre algunos temas. Como buenos amigos nos ayudamos mutuamente y para cuando nos llaman del vestuario, ya hemos hablado casi de todo. Echaba de menos a Anil.
No tardamos casi nada en coger la ropa de hoy, los vaqueros negros y la camiseta negra me dan un aire de seriedad que se rompe con el estampado de la camiseta. Me estoy poniendo las zapatillas de deporte cuando el sonido de un mensaje sale de mi teléfono personal. Es de Can.
Ven a la calle donde empezamos a grabar, te espero.
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Hola!
Aquí tenéis el nuevo capítulo.. espero que os guste! Nos volvemos a ver el miércoles..
Qué querrá Can?
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Mi mejor destino
FanfictionDemet Özdemir estaba saturada de trabajos que no le convencían, hasta que le llegó una oferta realmente buena a la que no tardaría demasiado en decirle que sí. Llamada por el contexto del proyecto y por los actores involucrados, dará un paso hacia u...