Tú © - [Serie Apariencias] [Libro #3]

Capítulo XXXVIII: Roto

Cuatro.

Cuatro minutos son los que han pasado desde que alcancé a ver la figura de London desparecer.

Tres.

Tres son las veces que he intentado recuperarme del piso.

Dos.

Dos son las personas a quienes le han roto el corazón en esta habitación hoy.

Uno.

Uno es el cuerpo que descansa derrotado aquí. El mío.

Me desmorono.

Me desmorono por el dolor corporal y por el dolor del alma rota.

Suspiro.

Llevo mi mano hacia donde siento la herida. Mi hombro. El maldito no me quiso matar. Lo presiento. Temo que esto es parte de su enfermizo juego, porque sabe que estando vivo iré tras él.

—¿Random?

Antes de ser consciente de su voz, él se encuentra hacia mi costado, ayudándome a levantar.

—¿Frank? —suelto, incrédulo.

Me sostengo de él hasta que me ayuda a acomodarme en el sofá.

—¿Cómo es que...? —No termino mis palabras por la indudable confusión de saberlo aquí con su traje de piloto.

Se ubica frente a mí y cruza los brazos a la altura de su pecho.

—Estaba en el aeropuerto, esperando mi vuelo, pero entonces la vi... —Se encoje de hombros y me brinda una amarga sonrisa—. En la Tv, en vivo, su elección por ti ante todo un público presente. Un verdadero escándalo.

—Pero eso no explica tú presencia aquí —enfatizo, llevando mi mano a mi hombro herido el cual me provoca molestias.

Deja caer sus brazos.

Para luego llevar sus manos a los bolsillos delanteros de su pantalón.

—No era difícil adivinar que ambos estarían en problemas, ¿no? —Alza una ceja—. Además, antes de que digas algo... —Se quita su sombrero de piloto y camina hacia su derecha donde hay una mesa y ubica lo ubica sobre ella. Se vuelve hacia mí—. Tuve información de muy buena fuente sobre la decisión de Adam apenas ocurrió la fuga de London. Así que, me quedé para ayudarlos.

—¿No crees que ya es muy tarde para eso? —Veo gotas de sangre deslizarse por mi torso.

—No, porque sé qué movimientos efectuará Adam.

—¿Y cuáles son "esos"? —Fijo mi mirada en él.

—Desde un principio su plan era dejarte vivo, Random, porque quiere hacerte sufrir con la participación de London en la subasta vip. Sabes qué significa eso, ¿verdad? —Sexo en vivo— Y ya te dejó por adelantado tu invitación al evento, solo que tú, según él, aún no te has enterado, porque espera que vuelvas a tu hogar el cual es lugar a donde te la ha enviado.

—¡Maldito! —exclamo, ofuscado, levantándome por la adrenalina y devolviéndome de nuevo al sofá porque la perdida de sangre me obliga a retroceder.

Me siento débil.

Mareado.

Agotado.

Cierro mis ojos.

—Aguanta, Random. —Lo escucho acercarse a mí—. Primero debemos curarte esto.

No quiero que la destruya.

No a ella, y menos de esa manera.

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Nos vemos mañana.

*Huye*